La invasión rusa en suelo ucraniano ha provocado un incremento generalizado de los precios que lleva ya tres semanas haciendo mella en el bolsillo de los españoles. El gas, la gasolina, los alimentos (a lo que se suma, para más inri, la escasez de determinados productos), y la electricidad están más caras que nunca. Para ello, el Gobierno tiene previsto publicar en el último Consejo de Ministros de este mes, un paquete de medidas económicas -previo consenso con las CCAA y agentes sociales- para dar respuesta a la Guerra y evitar, sobre todo, que afecte a las familias más vulnerables.
Precisamente, el Gobierno ha lanzado un aviso a las eléctricas que, de concretarse en el real decreto-ley, supondría una nueva declaración de guerra contra el sector. Y es que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha anunciado este miércoles durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados que el Ejecutivo está centrado en utilizar "grandes beneficios" de las principales eléctricas del país, para paliar la crisis provocada por la invasión de Ucrania.
Con la imparable subida de la luz, una de las preguntas más repetidas ha sido cuánto han ganado las eléctricas en el último año y cómo podría afectarles realmente esa medida por parte del Gobierno. Veamos a continuación la cuenta de resultados, según los últimos datos publicados por las principales compañías del sector.
Endesa
Endesa cerró el ejercicio 2021 con un resultado neto de 1.435 millones de euros, lastrada por los costes de los ajustes masivos de plantilla y el deterioro de sus centrales de generación ubicadas en los territorios no peninsulares (Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla). Este último ajuste contable le ha abierto un roto de 742 millones de euros al grupo energético.
El beneficio neto que ha registrado la eléctrica es solo un 3% superior al del año pasado, cuando se instaló en los 1.394 millones de euros, tras crecer más de un 700% frente a 2019. Al cierre de 2021, el resultado ordinario, que únicamente tiene en cuenta la evolución de los negocios y que sirve de base para el reparto del dividendo, ha ascendido a 1.902 millones de euros, un recorte del 10,8% respecto a los 2.132 millones con los que cerró 2020.
Iberdrola
Por su parte, Iberdrola cerró 2021 con un resultado neto de 3.884 millones de euros, lo que representa una subida del 8% respecto a los 3.610 millones del año anterior. Tras darse un festín de beneficios, la compañía que preside Ignacio Galán propuso a la junta general una mejora del 4,8% del dividendo, elevando la retribución al accionista hasta los 0,44 euros por título, frente a los 0,422 euros entregados con cargo a 2020.
La primera eléctrica española deja atrás un año dorado, en el que también elevó su beneficio bruto de explotación (ebitda) un 20%, hasta los 12.006 millones de euros, impulsado por la buena trayectoria del negocio de Redes y la división de Producción de Electricidad y Clientes. Este segundo área se ha visto impulsada por el aumento de la capacidad instalada renovable, un 9,2% más que en 2020, hasta los 38.138 MW, lo que ha permitido al grupo aumentar la producción de electricidad casi un 8% en un solo año.
Naturgy
Naturgy también ha tenido un 2021 dulce. La compañía que preside Francisco Reynés anunció a principios de febrero un beneficio neto de 1.214 millones de euros al cierre de 2021. La histórica subida de precios de la energía han impulsado el resultado de la tercera eléctrica española a remontar el vuelo, frente a los números rojos de 347 millones de euros que el grupo energético registró en 2020, año en que la gasista entró en pérdidas pese a partir de un beneficio de 1.401 millones en 2019.
En términos ordinarios, descontando impactos no recurrentes, la tercera eléctrica española registró un beneficio neto de 1.231 millones de euros en 2021, un 41,2% más que en 2020. La compañía también ha disparado sus ingresos hasta los 22.140 millones de euros, lo que supone un 44,3% más que en 2020, cuando las ventas de Naturgy se situaron en 15.345 millones. La compañía atribuye esta evolución a la recuperación de la demanda tras la pandemia y al contexto de precios elevados, especialmente en el segundo semestre del año pasado, que impactaron muy positivamente en las actividades de gestión de Energía
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