Financiación con lupa y más cara

La deriva regulatoria de Ribera alerta a la banca y retrae la transición renovable

El caos normativo en el sector energético ha puesto en guardia a las grandes entidades más expuestas a los project finance que ya planean elevar los intereses de estos productos financieros

El nuevo presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, junto a la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, y el presidente de BBVA, Carlos Torres
El nuevo presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, junto a la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, y el presidente de BBVA, Carlos Torres
EFE

La deriva regulatoria del Gobierno en materia de energía ha alertado a la banca que valora replegar velas en la ola de financiación verde. Las grandes entidades financieras, tanto nacionales como extranjeras, tienen una fuerte exposición a los llamados project finance, muy extendidos en el negocio renovable y con gran peso en los objetivos sostenibles del sector bancario. Este producto obliga a las entidades a afrontar riesgos elevados, que asumen debido a la predictibilidad que, tradicionalmente, se le presupone al negocio energético. El sector bancario ha salido escaldado del vaivén normativo impulsado desde el Ministerio de Transición Ecológica, y planea subir los tipos de interés de estos contratos de financiación, así como restringir la oferta de crédito a los promotores de proyectos verdes.

Este cambio de mentalidad del sector bancario al que ha abocado la sucesión de reformas eléctricas aprobadas, según coinciden varias fuentes financieras consultadas por La Información, se entiende por la propia naturaleza de los project finance. Con ellos, las entidades aportan fondos a proyectos de inversión de gran envergadura, que exigen un plazo de devolución y un apalancamiento superiores a los que puedan alcanzar con otras modalidades de financiación. Como única garantía del pago de la deuda, el prestamista cuenta con los flujos de caja que generen los activos que componen el proyecto de inversión, en el caso de las renovables, las plantas de generación

Tradicionalmente, los bancos han apostado por tecnologías probadas, como la eólica o la solar, ponderando el prestigio de los socios y que haya logrado fijar el precio de venta de energía a largo plazo, bien a través de una subasta, bien a través de un acuerdo bilateral (PPA). La amenaza de un hachazo por decreto a eléctricas y renovables ha puesto en guardia a los bancos. En los últimos años, las entidades han firmado préstamos multimillonarios bajo este modelo, con la certeza de unos flujos de caja estables y predecibles como única garantía para recuperar su inversión. Pese a la marcha atrás del Ejecutivo, las entidades financieras más expuestas a los project finance se han movilizado para evitar nuevos sustos en el futuro. 

BBVA, Santander y CaixaBank lideran los project finance

En España, este ranking lo lideran BBVA, Banco Santander y CaixaBank. El banco que preside Carlos Torres hace gala de ser el banco español que lidera el negocio de project finance. Las últimas cuentas anuales de la entidad reflejan que, al cierre de 2020, el banco había dado 10.700 millones de euros para financiar proyectos, aunque no desgrana qué importe del total se ha destinado a instalaciones renovables y cuánto se ha destinado a otros sectores como las infraestructuras. 

Las cuentas del pasado ejercicio de la entidad que preside Ana Botín reflejan que el grupo lleva prestados más de 5.100 millones en créditos para proyectos sostenibles. CaixaBank ha dado un importante impulso a los project finance en lo que va de año, con 1.170 millones de euros prestados bajo esta modalidad entre enero y junio. Al cierre de 2020, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri cerró contratos de financiación para 39 proyectos, en su mayoría plantas fotovoltaicas, por importe de 3.163 millones de euros

"Pese a la marcha atrás de Teresa Ribera, el Gobierno ya ha sembrado la semilla de la duda en el sector bancario"

Más que un retraso en el calendario de la transición verde, las fuentes consultadas señalan que las futuras limitaciones de crédito dispararán los costes de la transición renovable en el peor momento. El horizonte alcista de los precios de luz y gas, al menos, hasta el tercer trimestre de 2022, eleva la urgencia de nuestro país por aumentar el peso de las energías limpias -que ofertan la electricidad más barata rebajando el precio final del megavatio- en el mix energético nacional.

La alerta ha sido todavía mayor en los grandes bancos extranjeros que operan en nuestro país. Estos también han firmado préstamos multimillonarios para financiar proyectos verdes en territorio nacional bajo esta misma modalidad. La reforma y contrarreforma eléctricas aprobadas por el Gobierno, con apenas un mes de diferencia, colocaron a los responsables nacionales de grandes bancos extranjeros en la tesitura de tener que explicar a sus superiores el modus operandi de la política española

En algunos casos, las noticias llegadas desde el sur de los Pirineos hicieron sonar las alarmas en los cuarteles generales de varias de estas entidades. La maraña regulatoria llevó a varios de estos bancos a replantearse la idoneidad de España como destino para sus inversiones verdes, principalmente, debido la inseguridad jurídica que, a su entender, se derivaba de dichos ajustes regulatorios. "Pese a la marcha atrás de Ribera, el Gobierno ya ha sembrado la semilla de la duda... y eso traerá consecuencias", sentencian fuentes de un importante banco francés en conversaciones con La Información.

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