Antiguos directivos del Ibex 35 resucitan los proyectos para extraer gas en España

El 'fracking' despierta muchos recelos en España.
El 'fracking' despierta muchos recelos en España.
BNK España

Antiguos directivos del Ibex 35, vinculados a entidades y empresas como el BBV, Gamesa o Iberdrola, están detrás del nuevo impulso a los proyectos para extraer gas en España, paralizados durante años. Las autorizaciones medioambientales anunciadas en los últimos días a prospecciones de gas en el País Vasco (Subijana, Álava) y en Andalucía (La Rinconada, Sevilla) han puesto en alerta a los vecinos de las zonas afectadas y a las organizaciones ecologistas que temen la aplicación de técnicas de 'fracking' -uso de agua a presión para romper la roca que alberga los hidrocarburos- en las prospecciones.

Las empresas implicadas en los proyectos con autorización medioambiental son la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (SHESA), controlada por el Gobierno Vasco y la compañía Oil&Gas Capital. En esta última, según fuentes conocedoras del sector, participan inversores y directivos de origen vasco que han apostado por los proyectos de gas desde que se constituyó la empresa en 2009. Algunos de los impulsores, según fuentes conocedoras de la sociedad, trabajaron en su momento para compañías como Gamesa o Iberdrola.

Entre los administradores de Oil&Gas  Capital figura Alfonso Basagoiti, ex consejero y consejero director general en BBV, ex presidente de la Corporación IBV y exadjunto al presidente del banco, Emilio Ybarra. La empresa es una de las que más apostó en su día en aplicar técnicas de 'fracking' en España. En su día llegó a solicitar 15 permisos a distintas comunidades autónomas, desde Asturias hasta Murcia pasando por Andalucía. La empresa, al menos hasta ahora, no había podido realizar los sondeos que solicitó en su mayor parte en los años del primer Gobierno de Mariano Rajoy. Oil&Gas Capital llegó a aliarse con la estatal Hunosa para llevar a cabo algunos proyectos en Asturias y Murcia.

Autorizaciones para explorar

Tanto la pública SHESA como Oil&Gas Capital han recibido buenas noticias en las últimas semanas. El Ministerio de Transición Ecológica - Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental- ha autorizado a la empresa pública vasca a dar los primeros pasos para explorar en Subijana, localidad cercana a Vitoria, la existencia de una bolsa de hidrocarburos –gas- que podría garantizar la autosuficiencia energética del País Vasco durante 60 años. Por su parte, Oil &Gas ha obtenido los permisos autonómicos y locales para iniciar los trabajos de exploración para extraer gas en La Rinconada (Sevilla). La empresa tiene planes también para realizar prospecciones en Calasparra (Murcia) -proyecto Escorpio-, aunque en este caso, los permisos son todavía una asignatura pendiente.

"Las autorizaciones no pueden ser casuales", sostiene el diputado de Unidas Podemos, exdirector de Greenpeace y fundador de Equo, Juan Antonio López de Uralde. "Se ha puesto en marcha una agenda para explotar recursos de gas y se han concedido permisos en coincidencia con la cumbre Cop25 de Madrid, en un intento quizá de que pasen más desapercibidos". Tras las críticas de López de Uralde está el temor a que las empresas implicadas resuciten la aplicación de las polémicas técnicas de fractura hidráulica para extraer los hidrocarburos de la roca en la que se encuentran. Es un temor que comparten asociaciones como la Fundación  Renovables.

Las empresas implicadas en la búsqueda de gas niegan que su intención sea emplear técnicas de fracking en el proceso de exploración. De hecho, el Ministerio de Transición Ecológica ha concedido la autorización a las actividades de SHESA en Álava porque se ha comprometido a no utilizar el fracking en sus sondeos y no se producirán “impactos adversos significativos” 

Pero el fantasma está ahí. La resolución ministerial recoge literalmente que “el sondeo ARMENTIA-2 se incluye en el permiso de investigación de hidrocarburos denominado Enara, de gas no convencional denominado así por la naturaleza de la roca 'madre' en la que se encuentra el gas de forma diseminada, y que normalmente para su explotación necesitan técnicas de estimulación no convencionales entre ellas la fracturación hidráulica”. En otras palabras, el Gobierno vasco se compromete a no utilizar el 'fracking' para hacer los sondeos, pero si los trabajos tienen éxito demostrarán la existencia de un tesoro que sólo se puede explotar con el 'fracking'. 

Compromisos y recelos

Oil Gas Capital también se ha comprometido a no utilizar en 'fracking' en su proyecto de La Rinconada (Sevilla), aunque ese compromiso no ha disipado los recelos de los afectados. Documentos internos de la compañía, a los que ha tenido acceso La Información explican que "los sondeos programados en la provincia de Sevilla tienen como objetivo la localización de gas biogénico, similar al que se produce en los pantanos, en arenas de edad miocena".

Esas arenas, precisa la empresa, "se localizan a una profundidad entre 500 y 600 metros, con una porosidad en torno al 25% y una buena permeabilidad, por lo que la técnica de 'fracking' es innecesaria y no aplicable en este tipo de arenas-almacén". El documento añade que "en la cuenca del Guadalquivir se han perforado hasta la fecha unos 70 pozos similares, por supuesto siempre sin utilizar técnicas de 'fracking' y sin que en ningún momento se haya producido incidente medioambiental alguno".

El temor a un renacimiento de esta técnica vuelve tras la paralización de proyectos en los últimos años por dos razones: el rechazo social a la técnica de extracción y la caída de los precios de los hidrocarburos. El grupo de presión denominado Shale Gas España, que impulsaban compañías estadounidenses y canadienses como BNK, Heyco, R2 Energy, San Leon, así como vasca SHESA llegó a tirar la toalla. Los planes se agostaron, no sólo en España, sino también en otros países europeos como Francia, Holanda o Reino Unido. Pero la batalla sigue. Como siguen las importaciones de gas procedentes de EEUU, el país convertido en El Dorado del 'fracking'.

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