Iberdrola ha entrado de lleno en la competición con Endesa, Repsol y Enagás por las ayudas previstas por el Gobierno de España y la UE para desarrollar la producción de "hidrógeno verde" a partir de electricidad de origen renovable. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán aspira, en alianza con el grupo químico Fertiberia, a copar en 2030 un 20% de la generación de hidrógeno (4 GW en electrolizadores) prevista por el Gobierno en la Hoja de Ruta aprobada a principios de octubre. El presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, adelantó que la inversión estimada por la compañía en la producción de hidrógeno en los próximos años asciende a 1.800 millones siempre que los planes reciban ayudas de los fondos de reconstrucción de la UE y de España.
Todas las empresas energéticas tienen el ojo puesto en los 8.900 millones que el Gobierno quiere movilizar en la producción de hidrógeno renovable. La carrera ha comenzado y va a ser intensa. Iberdrola ha tomado la salida en alianza con el grupo Fertiberia para producir hidrógeno en Puertollano (Ciudad Real) y utilizarlo en la planta de producción de amoniaco de la química. Pero tiene planes para extender la producción del nuevo oro verde a Palos de la Frontera (Huelva) hasta disponer de una capacidad de generación de 800 MW.
Los planes de Iberdrola para desarrollar la producción de hidrógeno, como el de todas las empresas interesadas en la competición, tienen un punto flaco: la producción de hidrógeno a partir de electrólisis realizada con renovables no es rentable todavía. Necesita ayudas para sostener los proyectos. Los fondos europeos del Next Generation UE -el dinero para la recuperación post Covid- y la Hoja de Ruta nacional son indispensables para sostener los nuevos proyectos. Y ahí hay codazos.
Objetivo, recuperación
Iberdrola se las va a ver, entre otros competidores, con Endesa. La compañía propiedad de Enel también apuesta por el desarrollo de proyectos relacionados con el hidrógeno para acceder a la caja de caudales de la UE y obtener dinero del fondo de recuperación. Hasta un 20% del paquete de "planes verdes" que la eléctrica ha presentado al Gobierno están relacionados con el hidrógeno.
El argumentario de Endesa para convencer al Gobierno y a la UE para que abran la mano de los cuartos es la transformación de las Islas Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla -territorios donde la eléctrica controla prácticamente todo el mercado- en adelantados de la descarbonización. El proyecto consiste en producir hidrógeno a partir de electrólisis -con renovables-, almacenarlo en tanques y utilizarlo en centrales, nuevas o adaptadas al nuevo combustible que sustituirían a las instalaciones actuales en las islas, muy contaminantes.
También Repsol explora sus posibilidades en el negocio del hidrógeno, acon diferentes variedades. La petrolera ha anunciado una inversión de hasta 143 millones en cuatro años -y con el apoyo del Ente Vasco de la Energía (EVE) para generar em Bizkaia hidrógeno verde y lo que denomina hidrógeno bajo en carbono -que utiliza CO2 capturado en otros procesos- para fabricar combustibles menos contaminantes. Es otro serio candidato a percibir ayudas en disputa con las eléctricas, y también con Enagás.
España, centro logístico
La compañía gasista que preside Antonio Llardén también apuesta por el gas renovable. Enagás ha presentado a la UE el proyecto Green Spider para tratar de colocar a España como el gran centro logístico de esta fuente de energía renovable en el Viejo Continente. Enagás tiene un plan, aún por madurar, para construir en La Robla (León) una planta de producción de hidrógeno verde con vistas a la exportación a Europa. El proyecto, por supuesto, depende de las ayudas del viejo continente y de posibles consorcios empresariales. Pero es un competidor más.
Al hidrógeno renovable le quedan aún diez años por delante de desarrollo. La propia Hoja de Ruta del Hidrógeno aprobada por el Gobierno lo reconoce. Pero nadie quiere quedarse fuera de lo que parece el futuro. La Agencia Internacional de la Energía considera que su desarrollo es "una oportunidad única". Según la agencia, la capacidad global de producción a partir del agua aumentará desde los 0,2 GW actuales hasta 3.300 GW en el 2070. El doble de la electricidad que hoy genera China. Se cumpla o no el pronóstico, nadie quiere quedar fuera de la carrera. Menos cuando hay mucho dinero de ayudas de por medio.
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