Deutsche, en silencio

Las grandes telecos españolas escurren el bulto ante la ola de bajas en el Mobile

Telefónica, Vodafone y Orange repiten la misma estrategia del pasado año: no mover ficha hasta el final y esperar ante una potencial cancelación o retraso del evento.

Mobile World Congress
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EFE

Doce meses de diferencia, pero la estrategia viene a ser la misma. Las grandes operadoras de telecomunicaciones con presencia en España -Telefónica, Vodafone y Orange- mantienen el pulso y evitan 'mojarse' sobre la celebración de la próxima edición del Mobile World Congress (MWC) en Barcelona el próximo mes de junio. Con British Telecom fuera y Deutsche Telekom analizando su posición y un aluvión de bajas ante los riesgos vinculados con el coronavirus, las compañías 'españolas' siguen guardando silencio a la espera de un movimiento definitivo de la GSMA, organizadora del evento, en el corto plazo.

Febrero de 2020. Telefónica aguantó hasta el final sin enseñar sus cartas. La justificación: su papel de 'anfitrión' como operador clave y dominante en el mercado español. Su vinculación con el país y su defensa acérrima de la ubicación del evento en la Ciudad Condal era el escudo. Fue la única de las grandes compañías del sector a nivel europeo, junto con Orange -que ocupaba la presidencia de la propia GSMA-, que no dijo absolutamente antes de aquel miércoles día 12, en el que se reunió el consejo de la propia GSMA para anunciar la cancelación ante el aluvión de bajas. Se limitó a asegurar a posteriori que respetaba la decisión, sin mostrar ningún respaldo público, al igual que hizo el resto. La posición hoy es exactamente la misma. Desde la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete no tienen previsto tomar ninguna decisión, a la espera de acontecimientos.

Sus dos máximos rivales en España, Orange y Vodafone, también hacen lo propio. Todos ellos reconocen que se trata del mayor evento de la industria móvil de todo el mundo y resaltan la importancia de que siga ubicándose en Barcelona. Además, insisten en que siguen planificando, aunque al ralentí, todos los eventos de cara al evento y se mantienen a la expectativa de la GSMA, que les ha asegurado que tomará una decisión definitiva entre seis y ocho semanas antes del 28 de junio, fecha de inauguración. 

Quieren esquivar el desgaste público de 'romper' la baraja y optar por no acudir ante los riesgos para sus equipos y socios comerciales. El propio primer ejecutivo de la empresa gala, Stéphane Richard, que ocupa la presidencia rotatoria de la GSMA, asegura en la web de la organización: "Como presidente y CEO de Orange, espero verlos allí". ¿Y Másmóvil? Esgrimen un perfil bajo, como en las ediciones anteriores, donde tampoco tuvieron presencia física y sólo llevaron a cabo una presentación de los resultados anuales del grupo.

El Gobierno y los grupos internacionales

El Gobierno y el resto de administraciones siguen apretando a la organización y a las principales empresas bandera, para que hagan todo lo posible por mantener su presencia física en el evento, después de las bajas importantes de gigantes como Nokia o Ericsson. Esta presión también se reflejó el año pasado, cuando a finales del mes de febrero -tras la cancelación definitiva- la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, excluyó a varios de los 'rebeldes' que anunciaron su ausencia, como Vodafone, LG o gigantes tecnológicos como Facebook o Amazon.

Pese a las crecientes dudas sobre la idoneidad de mantener el evento a finales de junio, cuando el proceso de vacunación aún estará a medias en muchos países, en el seno del consejo de la GSMA -organización que engloba a más de 400 operadoras de telecomunicaciones de todo el mundo y cuya filial, GSMA Ltd, es la que se encarga de la organización del evento- aún no ha habido ninguna deserción como sí la hubo en su momento. La estadounidense AT&T ha confirmado su presencia, tal y como reconoció la pasada semana un portavoz, mientras que la alemana Deutsche Telekom -cuya baja 'in extremis' en 2020 desencadenó todo- guarda silencio. Este medio se ha puesto en contacto con un portavoz para conocer sus planes y descartar su baja, aunque al cierre de la edición no ha recibido contestación.

Silencio en la GSMA

El organizador, dirigido por John Hoffman, guarda silencio y se limita a asegurar que tomará una decisión definitiva entre seis y ocho semanas antes del evento. Para tratar de trasladar una imagen de cierta normalidad, el pasado viernes quiso presentar el 'sustituto' de Ericsson en la feria: TelcoDR. La empresa estadounidense, especializada en el negocio de la nube, amplía su presencia en la feria con más de 6.000 metros cuadrados, "convirtiéndose en uno de los espacios para expositores más grandes de la feria". Es un intento por  ir ocupando los enormes huecos, aunque se trata de una compañía relativamente desconocida para ocupar el lugar de uno de los tres grandes fabricantes de tecnología de telecomunicaciones valorado en más de 38.000 millones de euros.

Una de las medidas llamativas es que aún no se han puesto a la venta los tickets para los visitantes en la web oficial del Mobile World Congress, ni las presenciales ni para acudir de manera virtual. Sólo se ofrece que el potencial asistente registre su interés en asistir para posteriormente recibir el aviso. En cuanto a la agenda, queda todo muy abierto, sin apenas información sobre los actos inaugurales o las presentaciones más importantes de los cuatro días desde el domingo 28 de junio al miércoles 1 de julio. Sólo refleja nueve oradores confirmados, entre los que se encuentra la CEO de Accenture, el presidente y CEO de Nokia -empresa que ha anunciado que no acudirá físicamente- o el CEO de IBM.

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