Tercer récord consecutivo

Iberdrola sube un 12% el beneficio y rompe previsiones con 4.339 millones

El resultado bruto de explotación creció un 10%, hasta los 13.228 millones de euros, con Estados Unidos y Brasil compensando la evolución negativa de España, donde cayó un 19%,  y la desaceleración en México.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
Eduardo Parra / Europa Press

Nuevo récord para Iberdrola. La eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán se anotó en 2022 un beneficio neto de 4.339 millones de euros, lo que supone un incremento del 12% en comparación con el ejercicio precedente y batir sus propias previsiones, pese a señalar que se vio lastrada en España por las medidas regulatorias y fiscales.

Según ha notificado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 10%, hasta los 13.228 millones de euros, con Estados Unidos y Brasil compensando la evolución negativa de España, donde cayó un 19%, y la desaceleración en México. "Los resultados en España caen un 19%, lastrados por las medidas regulatorias y fiscales y el aumento de costes que la empresa no ha traspasado a los clientes", ha remarcado la empresa en sus cuentas anuales. 

El grupo aportó 7.500 millones de euros a las arcas públicas de los distintos países en los que opera (2.600 millones en España) e Iberdrola ha anunciado que ha presentado un recurso en los tribunales contra el impuesto energético español, del que espera un impacto de 200 millones, al considerar que "incumple la constitución europea y el derecho europeo". No obstante, no espera que se produzca el fallo hasta el año que viene.

Por su parte, las inversiones se situaron en 10.730 millones de euros, un 13% más interanual. Según ha detallado Iberdrola, un 38% se destinó a la Unión Europea (con cerca de 3.000 millones destinados a España y 1.200 millones a otros países como Alemania, Francia o Portugal); un 25% a Estados Unidos; un 20% a Latinoamérica; y un 13% al Reino Unido. Para este año, las inversiones previstas de 11.000 millones de euros permitirán a la compañía incrementar la capacidad instalada en 3.000 megavatios (MW) y aumentar la base de activos regulados, que ya el año pasado superaron los 39.000 millones de euros. El año pasado también contrató a 4.700 en todo el mundo.

La eléctrica cerró el ejercicio con una deuda financiera ajustada neta de 43.749 millones de euros, un aumento del 12%, "debido al fuerte esfuerzo inversor del periodo y la significativa apreciación de las divisas". Iberdrola también ha resaltado terminar el curso con un incremento de su "fortaleza financiera", gracias a un flujo de caja de 11.123 millones de euros (+25%) y una liquidez de 23.500 millones de euros. Dicha liquidez proviene, principalmente, de líneas sindicadas con bancos de relación, préstamos con entidades de crédito multilateral, bancos de desarrollo y agencias de crédito a la exportación, además de efectivo, equivalentes e IFTs. "Esta liquidez cubre necesidades financieras por importe de 26 meses en el caso base y 15 meses en el escenario de riesgo", ha apuntado la empresa. Los ingresos subieron un 38%, hasta 53.949 millones de euros.

Sánchez Galán y un nuevo mandato

Con estos resultados Sánchez Galán se refuerza para conseguir el respaldo de los accionistas para un nuevo mandato como presidente en la próxima junta general de accionistas. La última vez que aprobaron la reelección del directivo fue en 2019. Se le ha criticado la concentración de poder, pero este se ha visto respaldado por los beneficios y, en octubre del año pasado, separó los cargos de presidente ejecutivo y de consejero delegado, puesto que confió a Armando Martínez. Tras ganar casi 4.400 millones de euros, el consejo de propondrá a la junta abonar un dividendo complementario de 0,31 euros brutos por acción, que se suman a los 0,18 euros pagados en enero.

Bajo el plan estratégico que presentó en el Capital Markets Day de noviembre, Iberdrola espera un incremento de su beneficio neto de entre el 8% y el 10% anual para el periodo 2023-2025, pasando de los 4.200 millones del curso pasado a 5.400 millones para el final del ciclo. No obstante, ha destacado que el crecimiento podría ser del 5% incluyendo el nuevo impuesto energético. 

Para cumplir con su objetivo, prevé unas inversiones récord de unos 47.000 millones. La cifra incluye los 11.000 millones de euros para la compra de la estadounidense PNM Resources, operación que la energética espera que se desbloquee este año y que el propio Sánchez Galán mantiene entre sus principales deseos. 

Asimismo, la eléctrica calcula un Ebitda de entre 16.500 y 17.000 millones de euros para 2025, lo que supondría un crecimiento medio anual del 8-9%, con España representando el 31% del total. En lo que respecta al dividendo, destinará más de 11.000 millones de euros a retribuir a sus accionistas. Estima así que el dividendo crezca en línea con el beneficio neto, representando el 65-75% de 'pay-out', situándolo entre 0,55-0,58 euros por acción en 2025. El suelo sería de 0,46 euros en 2023-24 y de 0,50 euros en 2025, dentro del programa de Iberdrola Retribución Flexible, que incluye la recompra de títulos.

Iberdrola también ha reafirmado sus perspectivas para 2030, impulsadas por el crecimiento en todos los mercados y la aceleración de la electrificación, con unas inversiones de 65.000 a 75.000 millones de euros entre 2026 y final de década. La empresa se ha fijado un objetivo de superar los 100 gigavatios (GW) de capacidad instalada y los 65.000 millones de euros en activos de redes. Ya ha alcanzado los 40.000 megavatios (MW) renovables operativos y, además, otros 7.675 MW estarán operativos en los próximos cuatros años (3.500 MW corresponden a la eólica marina). 

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