24 horas antes del anuncio

Maroto evita cualquier alusión al alza fiscal en su reunión privada con AELEC

La titular de Industria mantuvo el pasado lunes un encuentro a puerta cerrada con los representantes del sector energético nacional en el que la ministra no hizo referencias al nuevo gravamen para las eléctricas

Reyes Maroto
La ministra de Industria, Reyes Maroto
Agencia EFE

Reyes Maroto vuelve a asumir el papel de 'poli buena' en el cuerpo a cuerpo del Gobierno con las grandes eléctricas. El lunes, 24 horas antes de que el Gobierno confirmase su intención de asestar un golpe fiscal a los gigantes energéticos el próximo año, la ministra de Industria lideró un encuentro a puerta cerrada con el Foro de Alto Nivel de la Industria Española, un órgano consultivo del que forman parte una treintena de asociaciones, entre ellas, la patronal eléctrica AELEC, que representa a Iberdrola, Endesa y EDP. La titular de Industria evitó cualquier alusión al aumento de gravamen.

El motivo de la citada reunión era afinar el texto definitivo del Pacto de Estado por la Industria, que empezó a negociarse a finales de 2020. Maroto acudió al encuentro acompañada de Raúl Blanco, secretario secretario general de Industria y Pyme -y hombre del PSC en el ministerio-. Dentro del citado órgano asesor, creado ad hoc para sacar adelante este compromiso, acudieron a la cita las principales agrupaciones del sector energético, como Sedigás (gasista), AOP (petrolera), AEE (eólica), o la propia AELEC. En la reunión también participaron portavoces de la CEOE y de grandes patronales industriales como AMETIC (digital), ANFAC (automóvil), Aspapel (papelera), Confemetal (metalúrgica), Farmaindustria, (farmacéutica).

Los entresijos de la política energética nacional no figuraban en el orden del día de la cumbre con la ministra de Industria. Pero las patronales del sector aprovecharon las conversaciones de pasillo para trasladar a Maroto algunas de las preocupaciones de sus asociados, según distintas fuentes presentes en el encuentro celebrado este lunes en la sede del departamento. 

La ministra mostró la cara amable del Gobierno y tomó nota de la inquietud de las patronales sobre las distintas medidas para atajar la escalada de la luz o la preocupación de gasistas, petroleras y grandes grupos industriales ante la reactivación del trámite legislativo del Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) para costear las subvenciones a las renovables, en la nevera desde el año pasado. Pero Reyes Maroto no aludió al plan en el que ya estaba trabajando el Gobierno de aprobar un nuevo marco fiscal para los grupos energéticos de cara al próximo ejercicio.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dio carta de naturaleza a este propósito el pasado martes en una entrevista en RTVE. El alza fiscal a los gigantes del sector lleva meses sobrevolando al Ejecutivo de coalición. Desde Unidas Podemos, principales defensores del hachazo a las eléctricas, ya pusieron sobre la mesa un gravamen específico para las eléctricas hace un año, cuando empezó el repunte del recibo de la luz. La propuesta no terminó de cuajar, como tampoco lo hizo la idea de la formación 'morada' de fundar una eléctrica pública. 

En el marco de las negociaciones entre los socios de gobierno para sacar adelante el primer real decreto contra el descontrol de precios en el mercado eléctrico, fueron ministros del PSOE los que acabaron por descartar el impuesto a las eléctricas. En parte, porque determinaron que este eventual gravamen tendría un efecto limitado en el ahorro de los consumidores. Un año después, la situación es otra. 

Las grandes patronales del sector energético han encontrado en la ministra de Industria el único hombro sobre el que llorar dentro del Gobierno

Según fuentes del sector, el reciente anuncio de un gravamen especial a las eléctricas se debe en buena medida a dos circunstancias recientes. Por un lado, el fracaso del PSOE en Andalucía. Por otro, el resultado de la puesta en marcha del tope al gas que, en un arranque marcado por la excepcional ola de calor, ha cerrado su primera semana en vigor con una rebaja media del 10% en el coste de la energía, muy por debajo de las previsiones del Gobierno

El adelanto de Montero sobre el nuevo impuesto a las eléctricas fue respaldado por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. La máxima responsable de política energética apuntó, no obstante, que dicha fiscalidad adicional llegará, como pronto, con la aprobación de los Presupuestos Generales. "Cada cosa a su tiempo", señaló la vicepresidenta tercera. Tanto Ribera como Montero se han convertido en la némesis de un sector que ha encontrado en Maroto el único hombro sobre el que llorar dentro del Gobierno.  

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