Seis meses después de la compra

Másmóvil resguarda al equipo directivo de Euskaltel antes del baile de fusiones

El cuarto operador mantiene el núcleo duro de la cúpula del operador vasco, a excepción del antiguo CEO, mientras se negocian potenciales operaciones de consolidación.

Meinrad Spenger
Meinrad Spenger, consejero delegado de Másmóvil.
MásMóvil

Másmóvil ha concluido la integración de todo el equipo directivo procedente de Euskaltel, meses después de cerrar la oferta pública de adquisición (OPA). Esta unión se culmina sin que se hayan producido salidas significativas en las plantas nobles más allá del consejero delegado, José Miguel García, principal beneficiario del plan de ‘stock options’ y artífice de la venta impulsada por el fondo británico Zegona. El cuarto operador resguarda así a toda esta cúpula dentro del organigrama justo antes de que se produzca el baile de fusiones de las telecos en España, donde está llamado a asumir un papel determinante con Vodafone y Orange al acecho.

El operador dirigido por Meinrad Spenger finiquitó la compra de Euskaltel el pasado mes de agosto, con un apoyo abrumador de la OPA. Desde esa fecha se ha ido trabajando en la fusión de equipos y de sistemas, para tratar de apuntarse las sinergias lo más rápido posible. Todo hacía pensar que habría cambios importantes en el equipo directivo de la vasca, como ha venido sucediendo en otras ocasiones. Sin embargo, no ha sido así. La única salida relevante ha sido la de José Miguel García, después de que se llegara a un pacto para evitar una bicefalia ejecutiva en el grupo (y después de cobrar una parte significativa del bonus de casi 30 millones de euros por la transacción). Esta protección al equipo directivo contrasta con las medidas que tomó el ya ex consejero delegado del grupo justo a su llegada en 2019.

Tras la designación de García se prescindió de más de una veintena de directivos -además de 25 despidos de trabajadores y la salida de otros tantos por la externalización de tareas de mantenimiento con ZTE-. Entre ellos se encontraba el director financiero, Jon Ander de las Fuentes, persona de total confianza del antiguo consejero delegado, Francisco Arteche. También salieron la directora de Personal y el director de Auditoría Interna y Cumplimiento. Los sustitutos fueron, respectivamente, Ángel Olabuenaga (CFO), Berta Álvarez y Ruth Quintela. Y todos ellos siguen en sus puestos, sin que haya previsión de cambios a corto plazo. Lógicamente, conviven bajo el paraguas de la estructura mayor de Másmóvil.

Esta decisión se produce en un momento especialmente convulso para el sector de las telecomunicaciones en España. El cuarto operador tiene la vitola de actor protagonista, debido a que ya no hay más opciones de consolidación tras la venta de Euskaltel y dado el menor tamaño de la rumana Digi. Todo apunta a que Vodafone y Orange buscarán potenciales operaciones con los amarillos, siendo la compañía británica la más activa hasta el momento -su consejero delegado, Nick Read, admitió conversaciones en España-. En caso de cerrar una operación de compra o fusión, todas las fuentes internas de Euskaltel dan por hecho que habrá ajustes muy significativos. Pero eso será después. Y antes, Másmóvil no ha sacado la tijera.

Aunque han eliminado el consejo de algunas filiales, como la operadora móvil de bajo coste Guuk, también han mantenido el máximo órgano de decisión de Euskaltel, aunque lógicamente controlado por el grupo Másmóvil con Spenger a la cabeza. Han cambiado los consejeros dominicales, para incluir a los fondos -KKR, Cinven y Providence- pero han dejado intactos a los dos independientes nombrados en la etapa anterior -Beatriz Mato, quien fuera consejera de Trabajo durante varios mandatos de Núñez Feijóo en la Xunta de Galicia, e Iñaki Alzaga, que fue directivo de la teleco y presidente del comité de seguimiento de la OPA, y Xabier Iturbe, presidente no ejecutivo.

Un comité de empresa

Al margen del equipo directivo, Másmóvil ha sido una compañía que hasta ahora no ha tenido ningún comité de empresa central. Después de las compras de Yoigo y Pepephone y de consolidarse como el cuarto operador con una plantilla creciente no había registrado ningún intento de constituir una representación legal de los trabajadores. El pasado mes de septiembre se constituyó uno para Yoigo (Xfera Móviles) y la matriz, Lorca Bidco, con 25 representantes. Todos ellos forman parte de Fetico, sin que haya ninguna representación de los sindicatos tradicionales como CCOO y UGT. Desde la organización sindical, señalada por algunos de sus rivales como un sindicato más ‘pro-empresa’, aseguraban que el grupo Másmóvil confiaba en lo que ellos denominan “sindicalismo moderno”.

Esta creación de un comité de empresa se da, precisamente, a las puertas de esta nueva fase de consolidación y cuando Euskaltel mantiene su propia representación de trabajadores en un comité liderado por CCOO, con siete representantes, y en los que también se encuentra Sumados (miembro de Fetico), con tres, y ELA, con otros tres. Este organismo es el que negoció con la dirección de Másmóvil para asegurar una garantía de que no se ejecutaría un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la plantilla durante los primeros cinco años desde la adquisición.

Las marcas comerciales de Euskaltel también han quedado intactas en esta primera fase desde la compra, pese al fuerte incremento del portfolio de Másmóvil (suma más de una decena de enseñas en plena pelea comercial). Guuk, que tenía todas las papeletas para ser eliminada, se ha mantenido sin cambios. También las regionales, R y Telecable se han quedado, al igual que Virgin Telco, la de ‘bajo coste’ creada por sus antecesores para batallar en este segmento. Euskaltel debe quedarse sin cambios al menos durante los próximos cinco años. El grupo dirigido por Spenger estudia si eliminar alguna de las enseñas dirigidas a la población inmigrante, como LlamaYa o Lebara, pero no hay una decisión encima de la mesa.

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