Pendientes del fondo UE

Naturgy afrontará la OPA de IMF con el hidrógeno verde como activo prioritario

El fondo deberá asumir las inversiones y proyectos que la compañía realice en materia de transición energética. La firma apostará por una mayor utilización de gases renovables, hidrógeno y biometano.

Reynés Naturgy
Reynés Naturgy
Europa Press

La reciente aprobación de la OPA de IMF sobre el 22,6% del capital de Naturgy no debería condicionar la apuesta de la energética por el hidrógeno verde. En la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, señaló que, en relación a la inversión extranjera, la OPA es “bienvenida”, si bien supone una “oportunidad que ayudará a consolidar con robustez el marco normativo y la transición energética con garantías y cautelas”.

Son precisamente estas garantías y cautelas las que ayudan a proteger las iniciáticas anunciadas a finales de julio por el equipo de Francisco Reynés en su presentación de resultados. Durante los próximos cinco años, en caso de salir adelante la participación de los australianos en Naturgy, el fondo deberá asumir las inversiones y proyectos que la compañía realice en materia de transición energética. Ésta, junto a las condiciones para que los australianos mantengan el domicilio y la sede en España y el blindaje de la plantilla durante los próximos cinco años, supondrán que la compañía dedique los esfuerzos anunciados a su envite por el hidrógeno verde.

Aunque de momento la dirección de la compañía mantiene silencio, Reynés ya señaló en la última presentación de resultados que, “para abordar de forma realista y efectiva la completa descarbonización de la economía es necesario tanto acelerar la electrificación, invirtiendo en generación renovable y en el desarrollo de las redes de distribución. Además, se centrarían en avanzar decididamente hacia una mayor utilización de gases renovables, hidrógeno y biometano, y para ello adaptar las infraestructuras de transporte y distribución”.

La gran esperanza verde

El hidrógeno se ha convertido en la gran esperanza verde para el sector energético. La gran mayoría de eléctricas, gasistas y petroleras del Ibex han abrazado esta tecnología. El motivo es que sirve de transición entre una economía basada en el carbono y otra renovable que proporcione las mismas prestaciones energéticas y que a la vez reduzca las emisiones a la atmósfera y contribuya a reducir los efectos del cambio climático.

Para completar esta transición, los fondos europeos serán una de las claves. Entre las iniciativas susceptibles de ser incluidas en la financiación se encuentran las energías renovables, la movilidad sostenible, las infraestructuras eléctricas, los planes de ahorro y eficiencia energética y, de especial relevancia, el fomento del hidrógeno verde. Las empresas se han lanzado a reconvertir sus planes de inversión y estratégicos a estos nuevos requerimientos medioambientales. Naturgy, que ya opera con 4.600 MW de potencia de generación renovable, redoblará sus esfuerzos con más de 300 proyectos de más de 13.000 MW en España, Australia, Chile, México y Brasil. Además, ha identificado oportunidades de inversión por valor de casi 14.000 millones de euros en “un centenar de proyectos propios a desarrollar en los próximos años en el marco del programa NextGeneration".

El desarrollo de hidrógeno renovable es considerado prácticamente una obligación para el Gobierno, que reconoce que España puede convertirse en “una de las potencias europeas de generación de energía renovable”. Destaca la apuesta de la energética por las ‘hidrogeneras’. Junto a Enagas, Naturgy planea la construcción de 38 de estos puntos de abastecimiento de hidrógeno (entre 2023 y 2024) en todo el territorio nacional para desarrollar la movilidad sostenible. De las 38 instalaciones, seis estarían ubicadas en Andalucía, cinco en Castilla-la Mancha, cuatro en Castilla y León y en Cataluña, tres en la Comunidad de Madrid, dos en Galicia, Comunidad Valencia, la Región de Murcia, Aragón, Navarra y Extremadura y una en Baleares, Asturias, Cantabria y País Vasco. En una segunda fase se construirían 120, en un movimiento que permitiría reducir más de 30.000 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera al año y que sería perfectamente escalable en función de la demanda real de hidrógeno.

La Robla y Meirama

De los proyectos presentados por Naturgy dos tienen un lugar privilegiado en los centros de La Robla y Meirama, en León y Galicia respectivamente. En el caso de Meirama, donde la compañía cerró la térmica de carbón en 2019, las instalaciones tendrán una capacidad de 7.500 toneladas de producción anuales con una capacidad inicial de 50MW de electrolisis, si bien podría ser ampliable a otros 200 MW, conectados a los 152 MW de los más de 40 proyectos eólicos con los que cuenta en la comunidad gallega. Las posibilidades de interconexión entre energías renovables y su tratamiento y conversión posterior a hidrógeno verde son las aspiraciones tanto de Europa como del Ministerio de Transición Energética, que presentó hace apenas unos meses su hoja de ruta para el hidrógeno.

Por su parte, las instalaciones de La Robla comparten origen con las de Meirama. Se trata de una central térmica, apagada en 2020, que tiene aspiraciones de convertirse en la mayor planta de hidrógeno de España. Enagás y Naturgy trabajan conjuntamente para hacer realidad el proyecto. Con este se busca producir hasta 9.000 toneladas al año de hidrógeno renovable cuya fuente de suministro serán los 400 MW de una planta fotovoltaica y un electrolizador de 60 MW. La aspiración de Europa es también el fomento de la economía circular, por lo que la producción de hidrógeno se volcaría en el consumo local y nacional, inyectándolo en la red gasista y con la posibilidad de exportarlo hacia el norte de Europa. Además de a los fondos NextGeneration, el proyecto es candidato a ser considerado “proyecto de interés común europeo” (IPCEI) al permitir la reducción de emisiones de CO2 y permitir la electrificación tanto en sectores económicos como en lugares de complicado acceso a la electricidad.

El hidrógeno verde se ha convertido en el proyecto estrella de los fondos europeos. Ahora depende del Gobierno asignar la financiación necesaria para pasar del papel a la realidad de convertir España en uno de los países mejor posicionados para el desarrollo de esta tecnología.

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