El plan de renovación de flota de Renfe coge velocidad de crucero con la última gran adjudicación sellada esta semana a cambio de 193 millones de euros, mediante la cual CAF construirá 29 trenes eléctricos para servicios de Cercanías. Con este contrato, la operadora pública alcanza los 5.000 millones invertidos en nuevas unidades que permitirán renovar cerca del 50% de la flota dedicada a servicios subvencionados por el Estado bajo la fórmula de las Obligaciones de Servicio Público (OSP), cuya vida útil está próxima a los 40 años, considerada como edad límite de funcionamiento.
La inversión anunciada es ya la mayor de la historia de la operadora desde que en 2019 pusiera en marcha este 'plan renove', y podría superar los 6.000 millones si finalmente se ejercen las opciones de compra establecidas en los distintos acuerdos, tal y como ha contabilizado el blog especializado Geotren. El último dato aportado por Renfe eleva a 539 las compras o remodelaciones de trenes, de los cuales están garantizados 449 sobre una flota hoy compuesta por 1.016 locomotoras y autopropulsados.
Con estas adquisiciones, Renfe aspira a rejuvenecer su flota y sustituir progresivamente su material diésel por otras opciones menos contaminantes. Esto también redundará en una mejora de la fiabilidad y reducción de las incidencias, ya que casi el 80% de los trenes de Cercanías, regionales y media distancia superan los 30 años de antigüedad. También buscará mejorar la eficiencia energética y reducir su huella de carbono dada la evidente mejora de prestaciones.
Este plan inversor generará hasta 52.000 nuevos empleos que se quedarán casi de forma íntegra en España, ya que todos los concursos han acabado en manos de constructoras ferroviarias con fábricas en el territorio nacional. Las premiadas han sido CAF, con fábricas en Zaragoza y Guipúzcoa; Talgo, con sedes en Madrid y Álava; Stadler Rail, con una fábrica en Valencia y la francesa Alstom Transport, cuyos pedidos se ejecutarán en Barcelona.
Compras ya efectuadas
De los contratos ya firmados, el de mayor cuantía permitirá la fabricación de 211 trenes de gran capacidad para Cercanías, adjudicados a cambio de 2.445 millones. Posteriormente fue ampliado en otros 69 para Cataluña, elevando el pedido global hasta las 280 unidades y su coste total hasta los 3.115 millones. Estos trenes ya están en proceso de fabricación en las fábricas de Alstom, que suministrará 201 trenes de 100 metros; y Stadler, encargado de otros 79.
La primera adquisición, que comprendía 31 trenes de ancho métrico y 6 trenes alpinos, se saldó con una enorme polémica dos años después de su firma al demorarse dos años por la divergencia en el cálculo de gálibos que han retrasado su diseño. Las quejas al respecto de los presidentes de Asturias y Cantabria se saldaron con la dimisión del presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la expresidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera. La empresa vasca CAF se hizo con el concurso a cambio de 258 millones de euros, cuantía que se verá incrementada tras la promesa del Gobierno de ejercer la opción de compra de siete unidades adicionales como compensación.
Para los servicios de Media Distancia, el consejo de administración de Renfe autorizó en octubre de 2022 la compra de 28 trenes eléctricos por 290 millones, también confiados a CAF, que dos meses después se ampliarían en otros 28 a cambio de otros 183 millones. Para el área de mercancías también ha cerrado la obtención de 24 locomotoras a cambio de 208 millones de euros, varias de las cuales ya han sido entregadas por Stadler.
Los nuevos AVE llegan con retraso
Renfe cerró en 2016 y 2017, antes de que se activara el mencionado plan de renovación, la compra de 30 trenes de alta velocidad del modelo Avril a cambio de 1.281,5 millones de euros para hacer frente a las nuevas necesidades de la red ferroviaria, que ha crecido sustancialmente en los últimos años. Pese a que tenían que haber sido entregados en enero de 2021, no finalizarán sus pruebas en vía hasta finales de 2023. Esos 30 trenes se dividen en 15 de ancho variable y otros tantos de ancho fijo que se destinarán al corredor Madrid-Barcelona y a los nuevos servicios en Francia.
En cuanto a las renovaciones, la compañía pública ha encargado la recuperación de seis trenes de la serie 490 (conocidos como "Alaris") para ser utilizados en servicios de media distancia. Llevaban inoperativos desde 2014, cuando se le detectaron fisuras en sus bogies. También se hizo con 26 cabezas motrices para reconvertir los remolques de los últimos trenhoteles que apenas habían rodado cuando dejaron de prestar servicio. Se transformarán en 13 trenes de alta velocidad cuya composición, reforma y mantenimiento correrán a cargo de Talgo a cambio de 196 millones.
A estas inversiones hay que sumar las adquisiciones de Adif, también a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. Para actualizar su flota de mantenimiento de infraestructura, ha encargado 43 locomotoras a cambio de 300 millones para las vías de alta velocidad y convencionales, tanto diésel como eléctricos. Estos se complementan con la llegada de cuatro nuevos auscultadores y dos trenes prototipo de CAF y Talgo que ejercerán de laboratorios.
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