Sacyr se ha sentado con la banca que le facilitó la deuda 'antiCovid' para refinanciar su pasivo financiero por alrededor de 350 millones de euros. La compañía que dirige Manuel Manrique se ha lanzado a reordenar un paquete de créditos sin aval público que el grupo constructor suscribió con los mismos bancos con los que firmó las líneas de crédito con el escudo del Instituto de Crédito Oficial (ICO), según distintas fuentes financieras consultadas por La Información.
El grupo está trabajando en dos operaciones paralelas. Por un lado, Sacyr se ha sentado con los acreedores de sus ICO para renegociar las condiciones de aquellos préstamos sin blindaje estatal facilitados por estas entidades. El objetivo de la compañía es llegar a un acuerdo para extender el plazo de vencimiento de esta deuda, así como simplificar la estructura de su pasivo financiero. Banco Santander y Société Générale, entidades que pilotan el proceso, están trabajando para constituir un sindicato de bancos que permita a la empresa igualar las condiciones de todos estos créditos.
La operación se enmarca en el empeño de Sacyr de recortar en la medida de lo posible el pasivo corporativo del grupo -el que no está asociado al negocio de concesiones- mediante la rebaja del coste de la deuda y la firma de nuevos plazos. La estrechez de los márgenes por la subida de precios de las materias primas y el futuro incremento de tipos que prepara el Banco Central Europeo (BCE), son un acicate para este tipo de procesos. Sacyr ha preferido no hacer comentarios ante las preguntas de este medio.
En el caso del proceso que ha arrancado recientemente el grupo constructor, además de reordenar el paquete de créditos firmados de forma bilateral con distintos bancos, la compañía está valorando una nueva inyección de liquidez para lo que ha iniciado conversaciones con un grupo de entidades financieras, en su mayoría internacionales, entre los que se encontraría el propio ICO, según apuntan las mismas fuentes.
Sacyr fue una de las compañías que primero obtuvo el visto bueno del ICO para emitir deuda a corto plazo con blindaje estatal por hasta 270,9 millones de euros. La empresa que capitanea Manrique fue la que abrió la veda de esta línea de avales al lanzarse a emitir pagarés en el MARF, a través de un programa que ha extendido hasta diciembre del ejercicio en curso. En 2021 el grupo constructor también renovó hasta el próximo mes de septiembre un programa de pagarés de empresa suscrito en 2017 por un importe máximo hasta 350 millones.
La deuda de Sacyr con entidades de crédito supera los 481 millones. Un 55% del pasivo bancario vence en 2022.
Al cierre de 2021, el importe dispuesto conjuntamente por ambos programas -que el grupo unificó hace unos meses- era de 397,9 millones de euros, de los cuales 155,3 millones cuentan con el blindaje del ICO. Según los últimos estados financieros de la compañía, la deuda de Sacyr con entidades de crédito se eleva a 481 millones de euros. Un 55% del pasivo bancario de la compañía vence este año.
La división de Construcción (Grupo Ingeniería e Infraestructuras y Somague) -que concentra la mayor parte de los créditos que el grupo ha empezado a renegociar con sus acreedores-, registró una deuda financiera de 259 millones de euros al cierre del pasado ejercicio.
La compañía se ha citado con la banca en un momento clave, antes de que se materialicen los cambios de la política fiscal del BCE. Con todo, el grupo constructor atraviesa un buen momento. Entre enero y marzo disparó su resultado bruto de explotación (ebitda) un 25%, hasta los 243 millones de euros, al tiempo que elevó su rentabilidad a niveles récord. El pasado 20 de junio, Sacyr se incorporó al Ibex 35.
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