Telefónica tensa la cuerda con los sindicatos en este arranque de la negociación. La operadora ha lanzado dos cambios sustanciales para el nuevo convenio que representan en la práctica 'líneas rojas' para la plantilla. Una es la movilidad forzosa -que ya se propuso sin éxito hace cuatro años- y otra es modificación del modelo profesional suprimiendo la antigüedad como criterio de ascenso. UGT, sindicato mayoritario del comité, ha rechazado frontalmente estas propuestas. Lo hace en el arranque de las conversaciones para pactar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), con el que ha puesto sobre la mesa un "excedente" de hasta 5.100 puestos de trabajo en España.
Uno de esos límites fijados por los sindicatos se encuentra en el régimen de garantías y derechos en el convenio actual. En el texto que hoy está vigente para más de 16.000 trabajadores en España se establece que están vetadas las movilidades geográficas forzosas. Según explica UGT, en la reunión de este lunes se ha planteado la eliminación de la cláusula que impedía esos movimientos obligados en las tres principales filiales de la operadora en España. Además, propone la eliminación del cobro de dietas en caso de que los traslados no conlleven cambio de domicilio.
"El mantenimiento de las garantías y derechos es una línea roja", avisa la organización, que ha endurecido de manera relevante su mensaje respecto a la compañía y las medidas en esta negociación doble del convenio y del ERE. Ellos han sido defensores muy claros de construir un convenio nuevo con una vigencia de al menos tres años que diera cierta estabilidad laboral y económica a la plantilla.
Este intento por incluir la movilidad forzosa en el convenio no es nuevo para los sindicatos. Ya se trató de incluir en la negociación del pactado en 2019 y, finalmente, la operadora tuvo que retirarlo para lograr el acuerdo con los sindicatos. Ya entonces, estos últimos admitían que llevaba sobre la mesa desde hacía mucho. Pero en aquella ocasión lo puso como pilar relevante para reorganizar equipos y corregir desequilibrios en zonas con menor actividad y localidades más pequeñas.
Ascensos no automáticos
La otra medida que ha puesto en guardia a los sindicatos en esta nueva reunión de la mesa negociadora tiene que ver con la modificación del actual modelo de clasificación profesional en el grupo presidido por José María Álvarez-Pallete. Se ha eliminado la progresión basada en la antigüedad, planteando otro centrado en la "gestión diferencial y la productividad de las personas". Para UGT esto es un "lastre en la progresión profesional" y rechaza cualquier modificación de derechos laborales.
La empresa ha insistido en la reunión de este lunes que los ascensos de los trabajadores entre niveles de adscripción y salariales en sentido ascendente sea para aquellas personas con "desempeño excepcional", según UGT. Algo parecido también se propuso hace cuatro años, aunque finalmente se metió en un cajón. A esta medida se incorporan la reducción de los bienios al 2% y la limitación de los bienios hasta los 24 años.
Antes de arrancar la negociación, tanto UGT como CCOO marcaron algunas líneas rojas que tenían que ver con la estructura salarial, la cláusula de revisión salarial que les permite compensar la subida del IPC a final de cada ejercicio o el régimen de garantías. En este último grupo incluye el compromiso de que la reordenación del trabajo por causas económicas, técnicas o de producción no es causa de baja en la empresa, con carácter forzoso. Además incluye la no movilidad forzosa y la contratación de dos personas por cada una cuyo contrato se extinga por una jubilación obligada.
El ERE en juego
Hay que recordar que esta negociación y la del ERE son 'vasos comunicantes'. UGT y CCOO proponen que no haya ERE sin un convenio suficiente. Es la manera que han encontrado de hacer presión para que lograr mejores condiciones en el documento regulador de las condiciones de trabajo. En este sentido, UGT se "opone frontalmente a los recortes" que la empresa plantea. "Un rechazo tajante en la medida en que en las mesas de negociación de los ERE la empresa no ha alegado causas económicas que pudieran dar cobertura a sus pretensiones", avisa.
En concreto, la teleco apunta a un "excedente" de puestos de trabajo de algo más de 5.100 empleos. Esta es una propuesta 'de máximos' por la dirección de Recursos Humanos que tendrá que ser negociada y, con toda probabilidad, la cifra de empleados afectados acabará siendo inferior. Lo que resulta claro es que va a tener una estructura temporal similar a la del ERE de 2011, con ventanas para adherirse plurianuales durante los tres próximos años de vigencia del convenio.
Esa interconexión en las negociaciones también se plasmará en el calendario de reuniones. El nuevo encuentro para avanzar en el ERE será el próximo lunes 11 de diciembre, cuando los sindicatos hayan podido analizar a fondo las más de 200 páginas de memoria económica entregada por la empresa. Ese mismo día se retomará el pacto para el convenio con los sindicatos en guardia por una nueva propuesta para ejecutar movilidades geográficas forzosas.
