"Esto no es una terapia. Esto es un grito desesperado". Con estas palabras resumía el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, el tono con el que él sus homólogos de Orange, Vodafone y Deutsche Telekom se sentaron juntos primera vez en la jornada inaugural del Mobile World Congress (MWC) para exigir cambios regulatorios inmediatos para poder competir en una suerte de 'ultimátum'. Todos los ejecutivos han coincidido en alzar la voz para que se tomen medidas con urgencia y se pase a la acción tras las palabras cercanas del comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, identificado como el gran aliado en Bruselas del sector.
Para los directivos es un “momento histórico” para enfrentar este giro en la regulación. Todos han coincidido en exigir una competición en la que se les libere de obligaciones regulatorias, se facilite la consolidación de las operadoras y se les exijan a las grandes tecnológicas -dueñas de las principales plataformas de la nube- unas reglas similares. “Que nos dejen hacer nuestro trabajo; que nos dejen competir”, insistió Álvarez-Pallete, quien ha defendido a las operadoras como “la última esperanza de Europa en materia de tecnología”. Deben afrontar una inversión de más de 200.000 millones.
En esta ocasión, la voz más beligerante no ha sido la del presidente español, que ejercía de anfitrión en Barcelona. Lo fue el de su homólogo en Deutsche Telekom, Tim Höttges, que ha pintado un panorama especialmente negro en una comparación con Estados Unidos, mercado que conoce bien pues el grupo alemán opera allí. Traslada el foco del problema a los ciudadanos: “En EEUU se invierte 250 dólares en infraestructura digital anualmente por ciudadano; en Europa, 109”, ha argumentado. Ha apuntado al entorno competitivo, que hace que el 60% de todos los operadores europeos no están retornando el capital invertido.
En la carta de exigencias, los cuatro grandes grupos ponen sobre la mesa cinco principales. Uno es permitir generar mayor escala a través de la consolidación entre los mercados, sin ‘remedios’ excesivos ni concesiones extra. Otro es adaptar la regulación a las nuevas realidades de mercado. Además, plantean vincular todos los impuestos y las tasas vinculadas a la compra de espectro a la inversión en la red y no simplemente a la explotación de las mismas durante un periodo de tiempo. Las dos últimas: asegurar la equidad en el ecosistema digital e incluir las redes de telecos en lo que se conoce como Taxonomía europea, un sistema de clasificación de la UE que determina si una actividad económica es sostenible o verde.
¿Y la consolidación?
La gran mayoría de las medidas que se incluyen en ese grupo, que han sido puestas sobre la mesa por la consejera delegada de Vodafone, Margherita della Valle, fueron planteadas por el propio comisario de Mercado Interior. La realidad es que lo hizo a apenas tres meses de que se celebren las elecciones europeas en el mes de mayo, lo que podría acarrear un cambio de gobierno. También ha sido más un mensaje hacia el lado de la competencia de Bruselas, comandado por Marghrete Vestager, especialmente duro con el sector y más protector de la fuerte competencia del mercado -y que recientemente ha impuesto condiciones a la fusión de Orange y Másmóvil con una ‘joint venture’-.
Precisamente todos se han referido a la consolidación del mercado en Europa, tanto con esa transacción como con la de Vodafone con Hutchison. “Estados Unidos tiene las mejores redes 5G y tiene tres jugadores y los precios siguen cayendo”, asegura el consejero delegado de Deutsche Telekom. Della Valle insistió en que la unión de las dos operadoras británicas tiene un plan de inversión de 11.000 millones para expandir el 5G. Por su parte, la jefa de Orange defendió que no quieren eliminar la competencia, sino contar con más escala para invertir en el mercado español.
Aunque el tono y la escenificación implica una subida de la presión, la realidad es que estos asuntos llevan años sobre la mesa sin que se haya logrado implementarlos. La misma mañana de este lunes en el Mobile, el comisario Breton ha tratado de acercar posturas. Pero los ejecutivos defienden que hay que actuar ya y pasar de las palabras a los hechos. “Cada día que pasa estamos perdiendo competitividad”, apunta Christel Heydemann (Orange). Pallete insiste en que hay que hacer “algo radicalmente distinto” para revertir la situación y pensar “en lo que Europa necesita dentro de 10 años”.
Mucha regulación... poco STC
Como viene siendo tradición, la regulación ha marcado de nuevo el primer día de la feria tecnológica. Lo ha hecho en los discursos iniciales de la mañana, con la que Álvarez-Pallete y otros ejecutivos abrían la mañana. Lo ha hecho en la intervención del comisario europeo. Y lo ha hecho en este frente común inédito de las grandes telecos. Los anuncios tecnológicos han pasado algo más desapercibidos, sólo con la excepción del movimiento del Gobierno que anunció la puesta en marcha de una sociedad pública -una suerte de ‘Sepi digital’- para gestionar todos los activos tecnológicos y que podría controlar en el futuro el 10% de Telefónica y otras inversiones futuras.
Precisamente ese es uno de los elefantes en la habitación en esta edición: la sacudida en el accionariado de Telefónica con la llegada de la saudí STC y Sepi. Esta última no ha hecho ningún anuncio estos dos primeros días de reuniones en el Mobile, más allá de ese movimiento empresarial desde el Ministerio para la Transformación Digital. Los árabes han mantenido un perfil especialmente bajo en el evento, sin apenas presencia y sin ningún tipo de alarde ni de reunión o encuentro público con la teleco española.
