De reojo al baile de fusiones

Vodafone blinda la paz social y firma un preacuerdo con sus 4.200 empleados

A falta de la firma definitiva, sindicatos y dirección pactan mejoras y mantener la subida de hasta el 2,5% de salarios en base a objetivos, pero sin cerrar la puerta a recortes futuros.

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El nuevo CEO en España de Vodafone, Colman Deegan.
EFE

Con un año de retraso, en plena segunda ola de la pandemia del coronavirus y con el sector de las telecomunicaciones atravesando un momento especialmente delicado. Ese ha sido el contexto en el que los sindicatos y la dirección de Vodafone España han pactado un preacuerdo para el nuevo convenio colectivo que regirá para la plantilla de más de 4.200 empleados del país durante los próximos años. Pese a la situación, se ha blindado la subida salarial fijada en el anterior convenio de hasta el 2,5% para un colectivo mayor -pero en base al cumplimiento de objetivos de negocio conjuntos- y se han logrado algunas mejoras. Todo ello se firmará en el próximo mes de diciembre, mirando de reojo al baile de fusiones que se prepara en el sector y que puede suponer una amenaza para el empleo.

Todo estaba listo el pasado mes de marzo para arrancar una negociación con la que asegurar el convenio en apenas unas semanas. Pero llegó el terremoto causado por el coronavirus y todo se paró. Al primer 'shock' se unió la dificultad para mantener las conversaciones dado el veto de los sindicatos a los encuentros telemáticos por las restricciones. Se prorrogó el anterior mientras se dilucidaba qué hacer. Finalmente, tras el verano se retomaron los contactos que han desembocado en un primer pacto que tendrá una duración de dos años (con la posible prórroga de uno más) y que ha sido respaldado por más del 90% de los afiliados de CCOO, uno de los sindicatos mayoritarios. Este paso se ratificará con la firma, tras algunos ajustes finales, en las próximas semanas, según confirman fuentes de la negociación.

El momento en el que llega este convenio es de "máxima incertidumbre económica", como confirman desde CCOO y UGT. No sólo a nivel 'macro', sino también para el sector de las telecomunicaciones que, pese a haberse reivindicado como un servicio esencial por la transformación digital de los negocios y el aumento del teletrabajo, se está viendo impactado por la crisis económica. Y es por eso que han 'perdonado' que no se haya firmado ninguna modificación al alza en cuanto a las revisiones salariales: hasta un 2,5% en caso de superar los objetivos de ingresos por servicio -procedentes de la conectividad, principalmente- y el resultado bruto de explotación (Ebitda) del ejercicio anterior. Lo que sí que se ha mejorado algo es el tope para la revisión: antes se aseguraba esa mejora para los que cobraban menos de 45.000 euros y ahora lo elevan a 48.000 euros.

En este preacuerdo hay alivios también en el plano retributivo: más aportación al plan de pensiones por parte de la empresa y la posibilidad de monetizar hasta 500 de los 1.500 euros del ticket restaurante. Donde más cambios ha habido es en la flexibilidad laboral: el teletrabajo, que se ha reivindicado como clave durante la crisis de la pandemia por las restricciones a la movilidad y los confinamientos, pasa de 3 días al mes a 3 a la semana, obligando a la empresa a proporcionar todo el material necesario. Además se incrementa a dos semanas el permiso no retribuido (lo que se conoce internamente como 'compra de vacaciones'), durante el que la compañía mantiene las cotizaciones sociales y que ya se incorporó en el antiguo pacto.

Pese a todo hay algo que no se ha arrancado a la dirección: un compromiso expreso de mantenimiento del empleo pese al baile de las fusiones y adquisiciones al que va a enfrentarse el sector de las telecomunicaciones y en el que Vodafone va a tener protagonismo. La anterior consolidación vivida entre 2014 y 2016 se saldó con miles de salidas. El propio consejero delegado del grupo Vodafone, Nick Read, aseguró en la última presentación de resultados: "Por supuesto, siempre evaluaremos esas oportunidades si tiene una lógica detrás de creación de valor". Hoy está vigente el acuerdo de garantía laboral, sin despidos, hasta el 31 de marzo de 2021 procedente del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se firmó en 2019 y que supuso el despido de en torno a un millar de empleados de todo el grupo. Aún así, fuentes de la negociación aseguran que este tipo de compromisos suelen ser más formales que reales, pues cuando ha habido necesidad de ajustes se han esquivado esas garantías de empleo.

El empleo en las telecos

¿Esa garantía en el empleo está presente en el resto de competidores? Telefónica se comprometió a que cualquier reordenación del trabajo no será causa de baja forzosa en la empresa mediante un ERE hasta finales de 2021. Por su parte, Orange, también dejó la puerta abierta como lo va a hacer Vodafone: "Intentar mantener el volumen de empleo en Orange, en tanto no concurran factores que hagan necesaria la adopción de medidas necesarias y proporcionadas, tendentes a permitir la consecución de sus objetivos". 

Debido a la concentración vivida hace más de un lustro y a la evolución tecnológica, el sector de las telecomunicaciones ha perdido varios miles de puestos de trabajo en los últimos tiempos. En concreto, desde el año 2016, cuando se completaron las decisivas compras de ONO y Jazztel por Vodafone y Orange, se han perdido casi 6.000 empleos, con Telefónica y sus dos planes de bajas incentivadas consecutivos como el gran protagonista y con Vodafone, como el otro que ha perdido masa laboral debido al ERE de 2019, según los datos anuales de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Ahora, Vodafone se asegura la 'paz social' con los sindicatos en un momento especialmente delicado y cuando trata de enfrentar la recta final de su 'travesía en el desierto'. Todos miran de reojo una posible operación de unión con Másmóvil o con otro competidor que podría acarrear recortes laborales. Sea como sea, ya cuentan con un primer pacto.

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