Perfil del nuevo dueño

Zegona, el fondo con ‘mano de hierro’ que apretará las tuercas de Vodafone España

Formada por financieros y respaldada por varias firmas británicas quieren repetir el 'caso Euskaltel', culminando el giro hacia el ‘low cost’, la venta de la red y los ajustes ‘extra’ de costes que no completaron los británicos.

Eamonn O'Hare, CEO de Zegona
Eamonn O'Hare, CEO de Zegona

Eran dos completos desconocidos para el ecosistema de telecomunicaciones español. Eamonn O’Hare y Robert Samuelson entraban en escena de manera tibia a mediados de la década pasada adquiriendo la ‘cablera’ regional Telecable al fondo Carlyle y a Liberbank. Unos meses después se postularon para adquirir Yoigo, aunque en la carrera perdieron frente a Másmóvil. Eran los primeros pasos de Zegona, un vehículo exclusivamente dirigido a comprar -para posteriormente vender- operadoras en Europa. La firma ya ejecutó su estrategia con ‘mano de hierro’ en Telecable y Euskaltel y busca ahora repetir la historia de Euskaltel con Vodafone España. Pretende apretar las tuercas de la división que ahora compra por 5.000 millones completando el giro hacia el ‘low cost’, la venta de la red fija y los ajustes ‘extra’ de costes que no terminó de ejecutar la multinacional con sede en Londres.

O´Hare ejerció entre 2009 y 2013 como el 'jefe' financiero de Virgin Media, la operadora de fijo y televisión, que ayudaron a hacer crecer y vender la operadora al gigante estadounidense Liberty Global (años más tarde se fusionaron con Telefónica). Tras esa venta, salió de la empresa. Unos meses más tarde le acompañaba el que fuera director de estrategia, Robert Samuelson. Ambos crearon una suerte de SPAC para ejercer como fondo de capital riesgo, pero con una especialización más marcada como operadores. El CEO del vehículo es ingeniero aeroespacial, aunque tiene un perfil más financiero y ha ocupado previamente el cargo de CFO en otras compañías como Tesco o Energis.

Hoy Zegona es un cascarón vacío después de la venta de Euskaltel (tras la que los ejecutivos se repartieron 30 millones). Cuenta con unos activos de apenas 9 millones de libras esterlinas, que se reparten entre 4,3 millones de caja y 5,1 millones de devoluciones fiscales pendientes. No tiene ingresos, precisamente porque no consolida ningún activo dentro. Su 'manual de actuación' es muy similar a los fondos de 'private equity': compras apalancadas en deuda. Debido a su historial han conseguido 4.200 millones de euros de deuda con Deutsche Bank, ING y Unicredit y una potencial ampliación de capital de hasta 900 millones de euros. En esto ha tenido también que ver la relación con Vodafone, con la que no cortarán sus vínculos y mantendrán acuerdos ventajosos para su operación (compras, explotación de su marca...) en un mercado especialmente competido como el español.

Hoy por hoy los accionistas mayoritarios son los dos directivos fundadores de Zegona que mantienen casi el 27,5% de las acciones del vehículo. Marwyn Investment Management, un fondo de ‘private equity’ de Londres, que ostenta el 12,5%. Otro de los socios 'históricos' es Artemis Investment Management, otra gestora británica con 25 años de trayectoria, que mantiene el 9,5%. Ya más abajo se sitúan: Fidelity (6,5%), FIL Investment (6,3%), Aberforth Partners (3,9%) o Credit Suisse (3,8%). Los dos primeros han acudido a varisa ampliaciones de capital en el pasado y lograron plusvalías significativas en la inversión en Euskaltel.

Su gestión está caracterizada por una mayor agresividad para tratar de lograr una recuperación del pulso comercial y operativo de las compañías en periodos relativamente cortos de tiempo. Y su pieza clave es José Miguel García, el 'tiburón' de las operadoras de telecomunicaciones en España. Ya lo fue en Euskaltel: 'tiraron' de él cuando hicieron el 'sorpasso' accionarial en la teleco vasca y le dieron el cometido de acelerar la expansión nacional con la segunda marca, Virgin Telco, y apretar comercialmente, tratando de reducir estructura y costes. El que fuera también CEO se llevó el 28% de los cerca de 30 millones de euros de bonus que se repartió entre la cúpula de la operadora por la venta a Másmóvil en 2021, ya bajo el paraguas de Zegona.

El trabajo en Euskaltel puede servir como 'modelo' para conocer las fórmulas. Aunque la idiosincrasia de esta operadora es muy diferente a la de Vodafone, pues su mayor penetración política (especialmente con el PNV) hizo que no fuera fácil meter más la tijera (hubo incluso una iniciativa en el Parlamento Vasco para estudiar la compra de acciones con dinero público para recuperar ese 'ADN vasco'). Sí que ejecutó cambios relevantes en la cúpula y llevó a cabo una externalización a la china ZTE para reducir la plantilla en unos 40 empleados (sumaban un 10% de salidas). También llevó a cabo salidas puntuales, pero sin ejecutar ningún ERE. Su estrategia la denominan 'Comprar, arreglar y vender'. Ahora pondrán sobre la mesa el 'libreto' que Vodafone llevó a cabo a medias en España.

El 'libreto' sin ejecutar de Vodafone

El primero de los pasos que va a seguir en Vodafone es un giro hacia el low cost mucho más agresivo para frenar el avance de Digi. En este sentido, señalan en el documento entregado al regulador británico que buscan introducir 5G y televisión a su segunda marca, Lowi, metiendo mucha más presión comercial en el mercado "Vamos a utilizar Lowi en el segmento de valor (low cost) para expandir la base de clientes de TV", aseguran. También ponen sobre la mesa una transacción que ya había apuntado el equipo anterior de la operadora británica, pero que no se llevó a cabo: la venta de la red fija.

Desde el vehículo apuntan en esa documentación oficial que existe una oportunidad para monetizar la red en el futuro con la venta a un inversor externo o la fusión con otra red existente. El equipo ejecutivo cree que, dados los antecedentes de transacciones similares, en el mejor de los casos esta transacción podría generar ingresos de hasta 3.500 millones de euros. Pese a que lo ponen negro sobre blanco en sus planes presentados a los inversores, tratan de presentarse como "operadores" que no sólo están centrados en la venta de cara al regulador español y a una potencial autorización del Gobierno. Hay que tener en cuenta que se trata de redes muy relevantes para la infraestructura digital del país.

En esa 'mano de hierro' se encuentra la búsqueda de "eficiencias reduciendo la complejidad e incrementando la productividad". Y ponen de ejemplo precisamente a Euskaltel. En ese sentido hablan que comparando márgenes entre Vodafone y el operador vasco, se podrían lograr ahorros de costes anuales de aproximadamente 320 millones de euros que se podrían logar "en el medio y largo plazo". Entre las medidas incluyen la reducción de los costes de adquisición de cliente; "mayores controles" en la distribución; la simplificación de los sistemas tecnológicos y la optimización de la morosidad, además de conversaciones para reducir los costes de acceso a redes de terceros, especialmente en fibra. Tijera, tijera, tijera....

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