La nueva 'dama de hierro' del PP o, como la ha calificado el Financial Times, la "campeona de la derecha" ha conseguido cosechar un éxito electoral que en su equipo de pretorianos, con Miguel Ángel Rodríguez a la cabeza, definen como "un vendaval". Isabel Díaz Ayuso ha logrado triunfar en caladeros de voto inexpugnables hasta ahora para su partido y aglutinar en torno a su candidatura un proyecto ganador. ¿Qué teclas ha tocado? Lo explica un miembro de su equipo en plena resaca de una noche histórica para ellos: "Ha sabido crear, con un discurso sencillo, una identidad propia madrileña económica, cultural y social". Eso explica haber robado hasta 90.000 votos al PSOE, según datos internos que manejan los populares.
90.000 votos, un 10% de los nuevos apoyos que sumó, de exsocialistas en distritos como Puente de Vallecas, la histórica 'aldea gala' de la izquierda, o Carabanchel, que han ido a parar a Ayuso. Papeletas "prestadas" en el ya excinturón rojo de Madrid -ahora azul- conformado por Móstoles, Alcorcón, Fuenlabrada, Leganés o Parla, territorios donde Ayuso se volcó en la campaña. El llamado voto obrero que ha preferido en esta ocasión premiar la gestión de la pandemia de su Gobierno y su apuesta por mantener la economía abierta. Ha sido un hito.
Pero no el único. En el PP consideran que Ayuso ha conseguido lograr algo que pocos candidatos en Madrid había conseguido hasta la fecha. Desde los tiempos de Esperanza Aguirre, probablemente. La futura presidenta ha conseguido activar a todo el voto durmiente del PP. Madrileños votantes históricos de la siglas de la gaviota que estuvieron desmotivados en otros comicios, como en los de 2019, e, incluso, desmoralizados desde la moción de censura de Pedro Sánchez que desalojó al Ejecutivo de Mariano Rajoy. Ayuso ha conseguido volver a generar ilusión en esos votantes.
Ayuso también pescó en el caladero de Vox, un tipo de votante que apostó por Santiago Abascal en las últimas generales y que ha preferido depositar en la urna la del PP en estas autonómicas. Las cifras de este voto muy movilizado son claras: Vox consiguió en noviembre más de 650.000 votos y este martes ha alcanzado los 330.000. Ha perdido prácticamente la mitad de sus apoyos que se han ido en masa a la candidata del PP, siempre según los análisis que manejan los populares. Y todo ello, destacan, sin comprar buena parte del discurso radical con los "menas", por ejemplo. El "antisanchismo" promulgado por Ayuso consiguió unificar a este votante de Vox.
En el PP también concluyen que gran parte del voto huérfano de Cs ha ido a Ayuso. Asumen que son también papeletas "prestadas" que esta vez han elegido el voto azul por todo lo que ha representado la candidatura popular. El partido naranja se ha dejado en estos dos años 500.000 votos de los cuales, en su mayor parte, han ido a parar a Ayuso. Serían en torno a 450.000 madrileños, el mayor trasvase en estas elecciones. El PSOE intentó en el inicio de la campaña acaparar este voto que ha fagocitado el PP pero a la vista de que su estrategia no daba resultado, Ángel Gabilondo giró en el debate a seis de Telemadrid abriendo la puerta a un pacto con Pablo Iglesias.
Ayuso, por último también ha logrado acaparar buena parte del voto joven, un tipo de papeleta que siempre se le había resistido al PP en los últimos años pero que Ayuso ha sabido atraer sin ningún problema.
Ayuso pescó en el caladero de Vox, un votante que apostó por Abascal en las generales y que ha preferido la papeleta del PP
¿Cuáles han sido las claves del éxito del discurso de Ayuso? El "carácter extraordinariamente elástico" de su candidatura, capaz de atraer a votantes de cualquier espectro ideológico. "Ha conectado con todos porque han visto en ella a una persona normal y corriente, ya no como una 'cayetana' con perlas", añaden. Su mensaje, claro y directo. Su look, importante: con tatuaje (en el antebrazo izquierdo luce el símbolo de Depeche Mode) y con un discurso alejado del conservadurismo. "Liberal cien por cien", destacan.
El propio Miguel Ángel Rodríguez, asesor principal de Ayuso en esta campaña y jefe de gabinete de la presidenta en Sol, ha explicado que en la campaña hubo dos momento clave: el primero, disolver inmediatamente después de que se anunciara la moción de censura en Murcia. La velocidad fue clave. Además, para el PP fue decisivo "no entrar en la trampa [del PSOE] del 'democracia o fascismo; Ayuso dio orden tajante de que nadie lo citara". Fue un punto de inflexión. MÁR añade: "Cuando vi el Ayusobús y la gente aplaudía pedí que me pincharan para saber que estaba vivo".
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