Un grupo de ministros han sido sometidos en las últimas semanas a test de detección del coronavirus. Las pruebas practicadas van más allá de los casos confirmados de la vicepresidenta primera Carmen Calvo; y las titulares de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias; e Igualdad, Irene Montero. Y es que algún miembro del consejo de ministros también ha mostrado en los últimos días síntomas compatibles con la enfermedad y se les ha tenido que realizar el examen médico. En todos los casos el órgano encargado de todas los test ha sido el equipo médico personal que atiende al presidente del Gobierno durante las 24 horas y los 365 días del año.
La instrucción de Moncloa es la de hacer test a los ministros que han dado positivo en algún momento o que han mostrado síntomas, según explican fuentes gubernamentales a La Información. No se están realizando, de esta forma, exámenes masivos a los miembros del Ejecutivo para conocer su estado de salud. El protocolo que se sigue con ellos no es, por tanto, diferente al que se aplica a otros profesionales que trabajan en el complejo presidencial. La normativa es exigente porque ha habido decenas de casos y porque un trabajador ha llegado a fallecer.
En Moncloa entró el coronavirus y por eso una de las primeras decisiones que se tomó fue la de realizar, hace un mes, una prueba general a todos los integrantes del consejo de ministros. Desde Pedro Sánchez hasta Manuel Castells o José Luis Escrivá. Fue un PCR individualizado. El resultado es conocido: tres positivos; el de Calvo, el de Darias y el de Montero. Inmediatamente se les aisló, también a sus entornos y se estableció el teletrabajo. El caso de la vicepresidenta primera fue el más complicado, ya que tuvo que ser ingresada en la Clínica Rúber durante unos días. Posteriormente ha tenido que volver al hospital a unas pruebas, explican desde su entorno, y ha seguido trabajando desde su domicilio en el centro de Madrid, no muy lejos de la sede del PSOE.
Tras esa prueba se ha seguido repitiendo el test a los positivos y a algún ministro que ha asegurado sentirse mal o tener algo de fiebre (se omiten sus nombres). Hace unos días, por ejemplo, el titular de un departamento ministerial comentó en Presidencia tener algún síntoma compatible con el Covid-19. Inmediatamente Moncloa mandó hacerle un test cuyo resultado final ha sido negativo. Es el protocolo que se está siguiendo y que se mantendrá, comentan. Las muestras, por cierto, se llevan al hospital para analizar y unos días más tarde se les comunica el resultado.
El equipo médico de Sánchez, a pleno rendimiento
El equipo médico que ha realizado todos estos test es el Sistema Operativo Sanitario (SOS) de Moncloa. Está conformado por más de una veintena profesionales y liderados por Gregorio Gil, jefe del gabinete médico de la Presidencia. Lleva en el complejo desde 2002, en la época de José María Aznar y ha trabajado con cuatro jefes del Ejecutivo. El coronavirus le ha 'tocado' a él y a su equipo y están luchando contra la enfermedad en primera línea.
En el equipo de Gil hay otros siete médicos, siete graduados universitarios en enfermería del hospital de La Paz y ocho miembros de la Guardia Civil que prestan la función de conductores. Los médicos de Moncloa, por cierto, pueden tener dedicación parcial y compatibilizar con otras labores, según un convenio suscrito por Presidencia y la Comunidad de Madrid con cargo a Presupuestos. Algunos, de hecho, trabajan en la sanidad pública.
Este es el equipo que ha realizado los citados test de coronavirus a los ministros. En algunas ocasiones los PCR han sido presenciales, en Moncloa. Es el caso de una prueba que se le practicó una tarde-noche en el complejo a Irene Montero. La ministra de Igualdad, según ha sabido La Información, acudió al complejo a realizarle un PCR de repetición que finalmente volvió a resultar positivo, aunque ella en todo momento ha estado asintomática.
Pero en alguna ocasión, confirman las fuentes consultadas, el médico, junto a un ATS y el conductor -todos ellos con equipo de protección, EPI-, ha tenido que desplazarse hasta el domicilio de algún titular del Gobierno. En el citado convenio, por cierto, se especifica que la misión de estos profesionales es la de "prestar asistencia sanitaria continuada y atención integral a la salud del presidente, expresidentes, vicepresidentes, ministros y, cuando se encuentren en territorio nacional, a los altos mandatarios y dignatarios de gobiernos extranjeros". Por eso Moncloa decidió encomendarles a ellos las pruebas del Covid-19.
Estos médicos, por cierto, acompañan al presidente allá donde vaya. Tanto en la caravana electoral como en su día a día. Si Sánchez viaja en avión, si va a Bruselas, a Quintos de Mora, a Doñana o a Lanzarote, varios integrantes del Sistema Operativo Sanitario viajan con él. Lo mismo hacían con los anteriores inquilinos de La Moncloa. El complejo presidencial dispone, además, de unas instalaciones con equipamiento necesario para esa cobertura sanitaria de forma continuada. Hay una UCI, ubicada en el Departamento de Seguridad Nacional y que nunca se ha utilizado, y dos ambulancias. También hay otra unidad para altos mandatarios en La Paz.
Las fuentes consultadas concluyen que la prueba general del inicio, los test de repetición y los PCR a quienes hayan mostrado síntomas solo han sido practicadas a los ministros. Ninguno de los segundos niveles ha sido sometido a las mismas, ni siquiera Iván Redondo que no ha tenido problemas de salud. El protocolo sanitario sí se ha aplicado a miembros del Departamento de Seguridad de Presidencia, a los escoltas, o al propio conductor de Sánchez, que estuvo en cuarentena.
Las fuentes gubernamentales consultadas informan que la familia del presidente también se encuentra incluida en el protocolo de actuación del equipo médico de Moncloa.
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