PSOE y PP recurren a los créditos del ICO para el 10-N ante el cerrojazo de la banca

Sánchez inicia con Casado la ronda de contactos con principales partidos de la oposición
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EFE

Las elecciones generales del 10 de noviembre van a generar importantes problemas de tesorería tanto al PSOE como al PP. Los dos grandes partidos reconocen que la repetición de los comicios dejará sus finanzas "en la UVI" porque, según afirman, "es imposible hacer frente económicamente a cinco campañas electorales en apenas siete meses". Los bancos han restringido notablemente los préstamos, más si cabe desde la quiebra del Popular, que era el principal financiador del bipartidismo. La solución será recurrir al préstamo público a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), algo que ya hicieron el 28 de abril y que van a volver a repetir en estos comicios.

El PSOE admitía este verano que se encuentra en una "complejísima situación financiera". Y eso que no se habían convocado estas segundas elecciones. En el PP, por su parte, hablan de una "etapa muy dura", con duros recortes que han tenido que acometer y la sombra de un posible alquiler de la calle Génova sobrevolando en el ambiente. Ambas formaciones han activado su maquinaria electoral en las últimas horas y ya están diseñando una nueva campaña que, aunque será más corta y apenas durará una semana, acarreará para ellos un gasto que comprometerá sus finanzas.

El 'generalato' de Ferraz y Génova quieren una campaña ambiciosa, pero en las áreas económicas de cada partido -quienes se encargan de cuadrar la cuenta de resultados a final de año- ya les han advertido que no pueden tirar la casa por la ventana. Hay un precedente, el de la repetición electoral de 2016, cuando las cuatro grandes formaciones existentes en aquel momento no fueron precisamente cautas a la hora de gastar. Había mucho en juego y decidieron 'tirar la casa por la ventana'.

El PP fue el partido que más 'invirtió'. El equipo dirigido entonces por Mariano Rajoy gastó 12.251.493,92 de euros en la repetición electoral del 26 de junio de 2016, frente a los 18.021.618,83 de euros que gastó en la primera convocatoria del 20 de diciembre de 2015. Los populares recuperaron esa cantidad gracias a los 6.641.592,65 que ingresó por subvenciones por sus resultados y 5.609.901,27 por los envíos electorales. El PSOE, por su parte, gastó en 2016 un total de 11.252.317,19 de euros (perdió 163.012,22), por los 13.516.915,30 de 2015 (se dejó 742.370,52 euros). Entonces, el Banco Popular financió en buena medida los gastos electorales de ambas formaciones con créditos personalizados.

En el caso de Unidos Podemos, el gasto que hizo en la campaña de 2016 fue de 3.523.754,14 (perdió más de 700.000 euros), frente a los 2.811.008,94 de las generales de unos meses antes. Por último, Ciudadanos gastó en la última repetición electoral un total de 6,4 millones, frente a los 7,1 millones que había destinado unos meses antes.

Cuánto gastaron los partidos en la repetición electoral de 2016

Los partidos, por tanto, van a incurrir en potentes gastos en la campaña y necesitan financiación. Pero los bancos ya han aplicado el cerrojazo. Si a las entidades financieras ya les costó repartir crédito el pasado 28 de abril, en estas elecciones la negociación será aún más complicada, según reconocen. Por ello la solución de la que quieren van a echar mano pasa por el ICO. Es decir, que el crédito público ayude a solucionar los problemas que les ponen a PSOE y PP desde las entidades privadas.

Fuentes de Gobierno afirman que el ICO ya está trabajando en autorizar esta línea de financiación especial para partidos políticos. Admiten, sin embargo, que no será sencillo y que los créditos necesitan la autorización tanto del Ministerio de Economía como del Ministerio de Hacienda porque se compromete presupuesto en una etapa donde el Gobierno sigue en funciones. Ya se está trabajando en ellos.

Fuentes oficiales del ICO aseguran, por su parte, que "de momento ningún partido se ha dirigido" al organismo para solicitar esta línea de financiación. Añaden que para las elecciones del 28 de abril se fijaron para las formaciones políticas dos requisitos: que contaran ya con la financiación de una entidad privada y que el ICO prestaría el dinero siguiendo las condiciones de mercado. Aseguran que se trata de un "anticipo de las subvenciones" que contempla la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).

José Carlos García Quevedo, presidente del ICO.
José Carlos García Quevedo, actual presidente del ICO / ICEX

Fuentes de PSOE y PP admiten que una vez que el ICO autorice estos créditos recurrirán a ellos. No les queda más remedio, reconocen. Se espera que en los próximos días la entidad que preside José Carlos García de Quevedo decida facilitar esta línea extraordinaria ante la situación límite de los dos principales partidos políticos. Ya lo hicieron el pasado 28 de abril, tal y como publicó El Mundo.

Los estatutos del ICO no incluyen la financiación de campañas

Los estatutos del ICO son claros y no contemplan que su finalidad sea financiar campañas electorales de los partidos políticos. En el artículo 2 se puede leer que el fin del organismo oficial, dependiente del Ministerio de Economía, es "el sostenimiento y la promoción de las actividades económicas que contribuyan al crecimiento y a la mejora de la distribución de la riqueza nacional y, en especial, de aquellas que, por su trascendencia social, cultural, innovadora o ecológica, merezcan fomento, con absoluto respeto a los principios de equilibrio financiero y de adecuación de medios a fines que el Instituto debe observar en todo caso".

Santander ha cerrado el grifo a los partidos

La quiebra del Popular ha restringido al máximo la financiación electoral de los partidos políticos. Desde la Transición la entidad ha prestado dinero al bipartidismo en todas y cada una de las campañas, convirtiéndose en el principal sustento económico de socialistas y 'populares' cuando debían encarar una cita con las urnas. Se hacía personalmente en la oficina especializada en financiación de partidos políticos, una sede autónoma abierta por iniciativa de Luis Valls-Taberner, el histórico presidente de la entidad. Pero Santander ha reducido su funcionamiento. O, mejor dicho, ha cerrado significativamente el grifo del crédito tanto a PSOE como a PP. Lo mismo han hecho otras entidades como CaixaBank, BBVA o Bankia.

campañas millonarias

Cuánto gastaron los partidos en las elecciones del 28-A

El Tribunal de Cuentas está analizando en este momento los informes de fiscalización que les han remitido todos los partidos sobre las elecciones del pasado 28 de abril. La fecha límite para presentar los documentos finalizaba el pasado 31 de agosto, de forma que el organismo ya se encuentra trabajando en concretar si hubo alguna irregularidad en su financiación.

En el PP y en Ciudadanos aún no han querido hacer público cómo se financiaron este 2019, pero el PSOE sí que lo detalla a La Información. Fuentes del equipo económico socialista explican que para las generales del 28 de abril lograron una financiación de 9,7 millones de euros (2.658.220 euros en microcréditos y 7,2 de préstamos bancarios). Unidas Podemos, por su parte, ingresó 5,5 millones, pero lo hizo a través de una campaña de microcréditos y a través de sus recursos de tesorería, no a través de los bancos.

Por qué los bancos han dejado de prestar dinero a los partidos

Las fuentes consultadas apuntan a tres motivos principales por el que los principales bancos han cerrado el grifo de la financiación a PSOE y PP. En primer lugar, señalan que las entidades transmiten sus "temores" a ser identificados como "los banqueros de" 'populares' y socialistas. No quieren parecerse al Popular, que abría el grifo de los préstamos a la práctica totalidad de las formaciones políticas. También aluden a "problemas reputaciones" para las firmas crediticias. Y, por último, recuerdan el enfrentamiento con la cúpula de los grandes del Ibex de noviembre de 2017.

Ese mes marcó un antes y un después en la relación bancos-política. El punto de la discordia fue la Comisión de Investigación sobre la financiación de los partidos políticos que creó el PP en el Senado gracias a su mayoría absoluta y como respuesta a la Comisión paralela que había abierto el PP en el Congreso. En la Cámara Alta fueron citados los jefes de las tres principales entidades financieras del país: Isidro Fainé (CaixaBank), Carlos Torres (BBVA) y José Antonio Álvarez (Santander). Nunca llegaron a comparecer ante los grupos parlamentarios pero, según algunas fuentes, la mera citación marcó el principio del fin de cualquier entendimiento. Las mismas fuentes apuntan que esta relación va a ser "difícil de recuperar".

El dato

La deuda con los bancos de PSOE y PP

A 31 de diciembre de 2018 el PSOE seguía debiendo a los bancos 40,2 millones de euros de créditos concedidos. Y a 31 de diciembre de 2017 el PP acumulaba una deuda financiera de 21,6 millones de euros. Ciudadanos, por su parte, no debe ni un euro, mientras que Unidas Podemos y Vox no recurren a este tipo de financiación.

Hay que recordar que el PSOE ha pedido cambios en la financiación de los partidos políticos para evitar estas tensiones financieras. En la memoria anual del año pasado el gerente del partido, Mariano Moreno, apuntaba por escrito: "Creemos que la legislación en materia de financiación de partidos políticos deberá ser objeto de una gran transformación para recoger los cambios habidos en la realidad económico-financiera y para hacer frente a las transformaciones, derivadas de la posición de los operadores financieros, que han debido asumir las formaciones políticas".

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