Establece todas las fases de acción

España tiene un Plan contra pandemias desde 2005... pero no se aplicó a tiempo

El ministro de Sanidad, Salvador Illa
El ministro de Sanidad, Salvador Illa

Las autoridades sanitarias españolas aprobaron un 'Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una pandemia de gripe' en 2005. Consistía en un documento inicial de 45 páginas que explicaba con detalle todos los pasos que había que dar para evitar un contagio masivo. Este documento se fue ampliando con anexos hasta 2008.

El plan en conjunto era (y es) muy completo pues explica los protocolos que hay que poner en marcha para evitar la pandemia, desde poner en cuarentena a aviones con pasajeros contagiados, hasta equipamiento de los hospitales para disponer de respiradores y mascarillas.

El Plan incluso preveía una amenaza de pandemia derivada de un nuevo tipo de virus: "Un nuevo subtipo de virus de gripe A, diferente de las cepas previamente circulantes en la población, y para el cual la población no tiene inmunidad". Una de las primeras veces en las que se aplicó el plan fue con la epidemia mundial de gripe porcina que estalló en 2009 en México y EEUU. España se adelantó a otros países e implantó el control en los aeropuertos de pasajeros procedentes de esos países, con equipos médicos que examinaban a los posibles contagiados, y miembros de la Guardia Civil y de la Policía que, con guantes y mascarillas, controlaban los vuelos.

Además, se procuró que los aviones tuvieran equipos de protección respiratoria, como recomendaba el Plan Nacional contra la pandemia. La ministra de Sanidad entonces era Trinidad Jiménez (PSOE), y destacó que España se adelantó incluso a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Además, se almacenaron 10 millones de dosis de Tamiflu, un antiviral que reducía los síntomas de la gripe. Es decir, seguir el protocolo del Plan Nacional funcionó a tiempo.

Sin embargo, esta vez, en 2020, la pandemia ha hecho estragos en España y no funcionó a tiempo. Solo hay dos hipótesis que lo explican: 1) No se siguió el protocolo. 2) El plan no preveía este tipo de pandemias.

¿Cómo se elaboró el Plan Nacional? La elaboración de este exhaustivo Plan comenzó en 2003, cuando la OMS emitió recomendaciones a todos los países para hacer frente a una pandemia de gripe. Ese mismo año, el gobierno del PP aprobó crear el 'Comité ejecutivo nacional para la prevención, el control y el seguimiento de la evolución epidemiológica del virus de la gripe', cuando Ana Pastor era ministra de Sanidad. Este comité elaboró un 'Plan nacional frente a una posible pandemia de gripe'.

En marzo de 2004, la Comisión Europea también elaboró un documento de trabajo llamado 'Planificación Comunitaria de la Preparación y la Respuesta Frente a Pandemias de Gripe'. Luego la OMS presentó otro plan a escala mundial en 2005, que sirvió para que el gobierno español, ahora del PSOE, actualizase el anterior.Cuando se elaboró este Plan Nacional de 2005, se reconocía que "las pandemias se comportan de manera impredecible". Los casos se producían "de manera muy rápida y aumentan exponencialmente en muy poco tiempo".

Por eso el Plan escrutaba la historia, para saber cuál podría ser el comportamiento de una pandemia. "Si la pandemia se originase fuera de Europa, puede pasar entre 1 y 4 meses antes de que la misma llegue a nuestro país" (tardó casi dos meses desde que estalló en China a finales de 2019). Lo más destacado del plan era que se establecían las fases del desarrollo de una pandemia, enumeradas de 1 (la más débil) a las 6, (la pandemia como tal). Cada una merecía una respuesta por parte del gobierno. Lo complicado comenzaba con la fase 3 (en la alerta pandémica), pues la transmisión del virus pasaba de persona a persona. En la 4 ya se trataba de grupos. En la 5 se expandía a agrupaciones mayores, y en la 6, estallaba la pandemia.

La clave de la contención pandémica era saber en qué fase se estaba, entre las 6 propuestas, y reaccionar a tiempo. España contaba con un Comité Ejecutivo Nacional para prevenir, controlar y seguir la pandemia, así como un Grupo Operativo para coordinar la respuesta y apoyar el sistema de Salud. Si toda la maquinaria vigilaba y actuaba a tiempo, la pandemia sería controlada. "La información derivada de la vigilancia de la gripe será clave para la rápida identificación del inicio de una pandemia de gripe y para la toma de decisiones sobre las intervenciones a desarrollar en cada momento", dice el Plan.

El Plan preveía la detección a tiempo del virus en la población. "Es esencial en la fase interpandémica disponer de un sistema de alerta rápida para poder detectar las agrupaciones inusuales o los casos de gripe que pueden ser debidos a una nueva cepa de virus gripal". Una vez detectada la expansión del virus, había que aplicar medidas de salud pública, y hacerlo rápidamente. "Esta vigilancia es fundamental en los primeros momentos ya que la detección precoz permitirá la aplicación de medidas de salud pública en los primeros momentos, cuando estas medidas pueden retrasar el inicio y disminuir el impacto de la pandemia".

Además, entre las medidas de prevención del Plan Nacional estaban disponer de "vacunas y antivirales". Pero si no las había, se asumía que podían surgir cepas nuevas, por lo cual los laboratorios necesitarían de 4 a 6 meses para producir una vacuna. Entonces. "hay que asumir que en las primeras semanas de pandemia la vacuna no estará disponible". Lo que pasó en verdad fue que el Covid-19 no era una gripe normal sino un "síndrome respiratorio agudo grave" (SARS, en inglés), como el que había estallado en China en 2003 y para el cual no había vacuna. Ni entonces ni ahora.

El Plan asumía que al tratarse de una pandemia habría "un gran aumento de la demanda asistencial en un periodo de tiempo muy breve". Para ello, cada comunidad autónoma debería tener a punto un Plan Autonómico de Preparación y Respuesta, con sus respectivos Comité Ejecutivo/Asesor compuestos por la Consejería de Sanidad y los Servicios de Emergencias, y representantes de instituciones públicas y privadas.

El desarrollo del plan autonómico abarcaba desde aumentar el número de camas hasta desviar a pacientes a salas de espera de hospitales o sitios especiales, o suministrar mascarillas y hacer seguimiento domiciliario. Pero no estaba calculado para reaccionar ante una demanda de cientos de camas a la vez, y millones de mascarillas no solo en España sino a escala mundial. Tampoco estaba calculado para reaccionar en caso de quedarse sin profesionales sanitarios en medio de la pandemia, pues daba por hecho que "durante el pico de la pandemia será necesario que los centros de desvío dispongan de suficientes profesionales sanitarios dada la gran cantidad de personas que demandarán asistencia".

El 11 de abril de 2020 había 25.000 sanitarios contagiados, el 15% de todos los contagiados. Muchos de ellos no contaban con equipos de protección. Según el Plan, habría en cada CCAA un subcomité encargado en cada comunidad de coordinar todos los servicios, para incrementar los recursos y el personal, y abastecer todos los materiales. Pero ese subcomité fue superado por la demanda.

Entre las medidas básicas para prevenir la extensión de la enfermedad, se recomendaba guías de higiene, consejos a viajeros, confinamiento domiciliario "voluntario", restricciones a la movilidad, cierre de colegios y centros de enseñanza y "restricción de grandes reuniones, actos públicos, reuniones internacionales en territorio nacional" (Punto 5.6 letras f y g).

Pero esas medidas no se empezaron a tomar hasta el 11 de marzo, con el cierre de colegios y universidades en algunas comunidades, y luego a escala nacional el 15 de marzo de 2020, con el cese de actividades. Fue una semana después del domingo 8 de marzo, cuando miles de personas se reunieron en partidos de fútbol, conciertos, manifestaciones del día de la mujer trabajadora… El Plan fue superado por la realidad en las Fases 3 y 4. En las Fases 3 y 4 se preveía "garantizar que el suministro de los materiales y equipamiento sanitario está disponible en todos los niveles". No lo estuvo cuando empezaron a llegar oleadas de contagiados graves a los hospitales, a partir del 13 de marzo.

En la Fase 5 había que poner en marcha los procedimientos de "manejo de cadáveres", pero esos procedimientos se colapsaron cuando el contagio se multiplicó exponencialmente, sobre todo a partir del 22 de marzo. La mortandad superó los 500 muertos al día a partir de esa fecha. España había entrado en la Fase 6. Ya no se podía garantizar los suministros a los hospitales ni el manejo de cadáveres a las morgues.

Tampoco se pudo garantizar, como decía el Plan, "que todo el material necesario para la respuesta a la pandemia estará disponible y distribuido mientras dure la pandemia".Los anexos al Plan que se fueron publicando desde 2006 hasta 2008, examinaban los últimos brotes de gripe aviar en Asia, recordaban los protocolos, las medidas de aislamiento y de desinfección, explicaban el aislamiento de pacientes en los hospitales, describían al detalle los equipos de protección de los sanitarios (mascarillas, protectores, guantes, EPIs, protectores oculares, gorros y delantales), hablaban de la eliminación del material contraminado y de la selección de pacientes (triaje), así como el tratamiento de acompañantes, y medidas mortuorias.

El protocolo de entrada de pasajeros (anexo VII) incluía desde que el comandante del avión diera aviso de posibles contagios, hasta la inmovilización del aparato. "Se realizará el control sanitario del pasaje y de la tripulación. En fase 4 ó siguientes y con uno o más casos posibles a bordo, ninguna persona podrá abandonar la aeronave hasta que no se termine el control sanitario, y la visita al avión de personal de sanidad".

Uno de los anexos se ocupaba de administrar antivirales a los grupos de riesgo (VIII), aunque no especificaba nada de que fueran residencias de mayores. Se habla de procurar a los pacientes muy afectados un "soporte ventilatorio" para lo cual eran necesaria "ventilación mecánica". Otro anexo (IX) explicaba el protocolo de contactos, recomendando la cuarentena voluntaria, o la obligatoria. En este último caso, "si se diera la circunstancia de que el individuo no aceptará voluntariamente esta cuarentena, sería preciso activar la Ley 3/86 sobre Medidas Especiales de Salud Pública, y ello supondría la necesidad de restringir temporalmente los derechos fundamentales recogidos en los artículos 17, 18 y 19 de la Constitución".

El anexo X era especialmente importante porque establecía la "vigilancia de la gripe en las fases 4 y 5" que eran las que indicaban el principio del estallido de la pandemia. Por ejemplo, un modelo usado en Reino Unido daba muchas pistas sobre cómo actuar. "Si el primer caso de gripe con una cepa pandémica apareciese en Hong Kong, el tiempo hasta su llegada a un país europeo como Inglaterra estaría en el orden de un mes o menos. Sostiene además que, incluso una reducción del 99,9% de los viajes al interior del país, sólo retrasaría la importación del virus en unos dos meses, y que, una vez en su territorio, la actividad podría considerarse como epidémica en 2-3 semanas".

El anexo más relevante es el XIII, donde se insistía en las medidas del documento principal de 2005: "Medidas no farmacológicas (MNFs) para responder a la pandemia de la gripe". La clave está, como dice el documento, en un apartado sobre el "aislamiento de los casos y cuarentena de los contactos”, y las "medidas de distanciamiento social". (Incluía una reproducción de la famosa curva).

Lo importante, destaca el anexo, es el momento en que se toma la decisión de aislar a la población. "El momento elegido para iniciar las MNFs debe ser oportuno, es decir, debe ser lo suficientemente precoz para contener el número inicial de casos y lo suficientemente duradero para reducir la transmisión desde primeros casos y retrasar en todo lo posible el brusco aumento de los mismos, pero evitando que la población pierda interés en el seguimiento de las medidas que se propongan".

Probablemente, ese es el párrafo clave. "La restricción del movimiento y actividades con la finalidad de prevenir la transmisión a otras personas", debía de haber sido "lo suficientemente precoz para contener el número inicial de casos".

El gobierno tomó la decisión de aprobar el estado de alarma el domingo 15 de marzo, cuando los muertos habían alcanzado más de 500. Pero todo parece indicar que el aislamiento se debió de aprobar antes. De hecho: "El aislamiento se realiza sobre las personas que cumplan la definición de ‘caso posible, probable o confirmado’ según se haya definido en cada fase por el Subcomité de Vigilancia del Plan Nacional de Preparación y Respuesta frente a la gripe pandémica, e implica ‘la separación y restricción del movimiento y actividades con la finalidad de prevenir la transmisión de la infección a otras personas".

Los días que van desde el 29 de febrero (sábado) al 7 de marzo (sábado) fueron los más difíciles para tomar una decisión, pues el 29 de febrero no había muertos, y solo 45 contagiados. El 7 de marzo, una semana después, los datos indicaban que ya había 500 contagiados y 10 muertos. Los contagiados se habían multiplicado por diez. Las cifras de contagiados crecían de día en día desde un 25% hasta un 50%.

El 8 de marzo se realizaron en España todo tipo de "movimientos y actividades" que pueden haber transmitido la infección: desde partidos de fútbol hasta conciertos de música, y desde mítines políticos hasta manifestaciones de decenas de miles de personas por el Día de la Mujer. Si se hubiera aplicado las "restricciones" del punto 5.6 g del Plan Nacional, (grandes reuniones en territorio nacional) esas reuniones masivas no habrían tenido lugar.

Una semana después fue cuando se decretó el estado de alarma. Para esas fechas ya habían en España 7.000 casos activos y casi 300 muertos. Las cifras se habían multiplicado por 155 y 30 respectivamente en dos semanas. Era una pandemia.

La cifras finales de la pandemia no se conocerán sino hasta dentro de muchos meses, porque la enfermedad continuará sus estragos. Lo que se sabe hasta el domingo de Pascua de 2020, es que en España había 166.019 contagiados, con 16.972 muertos. España es el país del mundo con más muertos por millón de habitantes.

Mostrar comentarios