La Fiscalía Anticorrupción ha respaldado la petición de Luis del Rivero de imputar a Isidro Fainé y Antonio Brufau por los espionajes del comisario jubilado José Manuel Villarejo. Según confirman fuentes jurídicas a La Información, el Ministerio Público ha dado luz verde a la solicitud del expresidente de Sacyr en el marco de la pieza número 21 de la macrocausa en la que se indagan los encargos que CaixaBank y Repsol hicieron al comisario jubilado ante el temor de un asalto al capital de la petrolera. La solicitud se produce después de que declararan en la causa los jefes de seguridad de ambos entes en relación al trabajo que llevó a cabo Villarejo desde el Grupo Cenyt entre los años 2011 y 2012.
Los fiscales al frente del caso piden la imputación de los presidentes de Repsol y Caixa por delito de cohecho en tanto cuando se produjeron estas contrataciones Villarejo era un policía en activo. Los investigadores siguen de este modo la estela de otras piezas de la macrocausa en aras a esclarecer de donde salieron las órdenes para contratar con el entramado del agente encubierto. En este caso la pieza se abrió a finales del año 2019, tal y como adelantó este medio, después de que los agentes constataran entre la documental incautada al comisario jubilado que tenía informes relativos a este proyecto, que se presupuestó inicialmente en 925.000 euros y se bautizó como 'Wine'.
Un año después, el pasado mes de noviembre, el magistrado Manuel García Castellón acordó la imputación de los exjefes de seguridad de Repsol y Caixabank. Rafael Araujo y Miguel Ángel Fernández Rancaño acudieron a declarar en el marco de esta pieza número 21 descartando de plano que conocieran que Villarejo era un funcionario en activo cuando encargaron los servicios de inteligencia a Cenyt. El avance de la causa permitió esclarecer que el policía los ofreció de manera simultánea tanto a Repsol y Caixa por un lado, como al propio Del Rivero, según confesó éste último en su declaración en la Audiencia Nacional. No obstante, finalmente fue la petrolera la que contrató los servicios ante el temor de que Sacyr, que había llegado a un pacto de sindicación con la mexicana Pemex, acabara desbancando a Brufau de la presidencia.
Con todo, los planes de Del Rivero no salieron adelante porque el resto de accionistas de Sacyr no respaldaron su plan si bien Repsol sí que acabó recibiendo el apoyo de Caixabank (entidad que entonces era socio mayoritario de la petrolera). En ese contexto recurrieron al comisario jubilado, el cual impulsó sus servicios de espionaje centrándose no solo en la figura de Del Rivero sino también de su familia más cercana así como de socios suyos y de miembros de Pemex. De acuerdo con el auto de imputación de los exjefes de seguridad de Repsol y Caixa, los agentes encontraron en el domicilio de Villarejo más de una treintena de documentos en soporte digital y papel sobre este cometido tras el estallido del caso Tándem en noviembre de 2017.
Entre todos los papeles incautados destaca un documento denominado 'Charla' en el que se deja constancia de las reuniones mantenidas con Araujo y Bernabé (ambos también policías); estudios sobre las estrategias a seguir, informes sobre la cuantía del proyecto y otros archivos sobre los medios utilizados para espiar a Del Rivero y su entorno. Entre otros destacan el uso de ocho dispositivos de interceptación de comunicaciones, cuatro de contramedidas, dos coches y cinco motos de vigilancia, tres vehículos base para comunicaciones y software para acceder a determinados bancos de datos. Además de todos ellos, Villarejo también puso el foco en Luis Mañas, exasesor de Pemex que habría estado muy vinculado a la operación de sindicación de acciones de Sacyr y la mexicana.
Cabe destacar que todos estos trabajos se realizaron desde mediados de octubre de 2011 pese a que, curiosamente, en ese mes solo estaba sobre la mesa un documento elaborado "con carácter previo" a la contratación que se hizo efectiva ya en noviembre. En su declaración ante el juez el pasado mes de diciembre, Del Rivero confirmó que el espía le ofreció sus servicios en aquel entonces y que incluso hubo una oferta en firme pero éste declinó. También dijo que el contacto con Sacyr no lo entablo Villarejo sino su socio Enrique García Castaño, alias 'El Gordo'. Incluso relató que en el documento que le hizo llegar el policía para que contratara sus servicios le advirtió de que Brufau, estaba buscando el respaldo del entonces líder del PP, Mariano Rajoy, para evitar a toda costa que Sacyr entrara en el capital de la multinacional.
Con todo, durante la investigación los agentes detectaron que efectivamente se produjeron pagos desde Repsol y Caixa al entramado del comisario. En concreto, identificaron un total de siete pagos por importe total de 413.600 euros. Esta cuantía, que se distribuyó en dos cuentas bancarias, fue a parar a su vez a una serie de empresas del comisario jubilado así como a otras personas socias de sus entramados, como es el caso del inspector Antonio Giménez Raso. El policía, en segunda actividad y socio de sus negocios, también participó en este proyecto, según las pesquisas de la Policía Judicial. Su nombre no es la primera vez que sale; los agentes también le han implicado en la operación Cataluña.
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