Goiri afirma que Rato le ofreció presidir Bankia y que antes habló con Guindos

  • El presidente de la entidad explica que llegó con dos objetivos concretos: auditar las cuentas y presentar un plan de saneamiento al BdE.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri
EFE

Hasta en tres ocasiones ofreció Rodrigo Rato a su sucesor al frente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, entrar a formar parte del banco, de acuerdo con la versión que presta el actual presidente de la entidad en calidad de testigo en el juicio que acoge la Audiencia Nacional por irregularidades en la salida a bolsa. El banquero ha explicado, como ya hiciera hace seis años durante la instrucción, que fue el exdirector gerente del FMI el que le llamó para ofrecerle la presidencia dos días antes de su dimisión y que, previamente, le propuso entrar como  consejero y consejero delegado en sendas ocasiones. 

De esta forma ha apuntado que aceptó la propuesta de Rato el 7 de mayo y que se puso al día de la situación del grupo en unas 48 horas puesto que, hasta ese momento únicamente conocía "los rumores que estaban en el mercado" acerca de que Bankia había presentado unas cuentas en abril de 2012 que no estaban auditadas. Al respecto ha matizado que antes de que se produjera la llamada del exvicepresidente económico del Gobierno no había hablado ni con el Banco de España ni con el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, si bien luego ha precisado que en esos dos días de plazo se puso en contacto con este último.

Sus "objetivos concretos" cuando llegó a la presidencia, según ha explicado el testigo a preguntas de la fiscal Anticorrupción, Carmen Laúna, fueron dos: por un lado auditar las cuentas del año anterior que se habían presentado a la CNMV sin el visto bueno de Deloitte y, por otro, presentar al Banco de España un plan de capitalización y saneamiento de la entidad. En lo que respecta al primer punto ha respaldado la versión prestada por el socio auditor Francisco Celma en sus cuatro días de interrogatorio al afirmar que le comunicó que le faltaba información importante para terminar de analizar los estados de ese ejercicio.  "Faltaba información que consideraba relevante y nuestro objetivo era que llegara al auditor", ha aseverado.

"En seis años no hemos tenido injerencias políticas"

Goirigolzarri ha explicado que los motivos por los que se reformularon las cuentas se entienden en parte por el "extraordinario cambio" de la situación económica y ha aseverado que, en el proceso, el Banco de España jugó un papel de "auténtica ayuda". No obstante, sobre este aspecto concreto ha asegurado que el papel que jugó el supervisor en este punto no fue de estipular criterios al respecto sino de aportar información relacionada con las normas contables del momento. Fue de esta forma como la entidad pasó de presentar unas cuentas positivas a reconocer unas pérdidas en 2011 superiores a los 3.000 millones. 

Con todo, Goirigolzarri ha explicado que la condición que expuso a su llegada a la entidad fue la de no tener "ninguna injerencia política". "He de decir que, a lo largo de más de seis años no hemos tenido injerencias políticas. Los tres ministros de Economía que hemos tenido se han comportado todos de forma absolutamente exquisita", ha asegurado en clara contraposición con la versión prestada por Rato durante el juicio y quien apuntó que tanto la creación de BFA como su salida de la entidad en mayo de 2o12 se debió a órdenes del Banco de España y a motivos políticos, respectivamente. 

Igualmente ha explicado que con su llegada a la entidad se produjo la dimisión de los consejeros de Bankia que provenían de la etapa de la integración de las cajas en el marco de su intención de reflotar la entidad con un nuevo gobierno corporativo. Por ese motivo ha explicado que prescindió de figuras como el exdirector financiero Ildefonso Sánchez Barcoj y el exdirector de auditoría interna Miguel Ángel Soria debido a falta de confianza, de la misma forma que mantuvo a otros exaltos cargos como el exconsejero delegado Francisco Verdú Pons y el interventor Sergio Durá, quien a día de hoy sigue empleado en la entidad. 

Capote a despedidos y preferentistas: "No me esperaba nada de eso"

Preguntado por las medidas que acordó la nueva cúpula del banco en plena crisis interna, Goirigolzarri ha respondido que su mayor preocupación tras acometer los objetivos anteriormente mencionados era tranquilizar a los empleados del banco y a los clientes del mismo porque "lo peor que podía pasar" era perderlos. Así, ha hecho referencia al proceso de refinanciación de deuda de la entidad para apuntar que quería dejar claro ante el tribunal que este proceso que acometió el banco "no es una mala praxis" y que, de no haberlo hecho "la economía y las familias hubieran entrado en colapso".

Igualmente ha confesado que si a él le llegan a describir en mayo de 2012 la complicada situación por la que atravesó Bankia en los siguientes meses y que incluyó una petición de inyección de ayudas públicas al FROB de 19.000 millones de euros, le hubiera, cuanto menos, "sorprendido". "La situación de Bankia no es una situación en la que uno se encuentre de repente; hay que verla no en mayo sino a lo lago de mucho tiempo, por lo menos hasta finales de 2013. Si a mi me llegan a decir  que íbamos a tener grandes incógnitas, que el plan de reestructuración nos obligaba a un ERE de más de 4.500 personas así como cerrar oficinas y si me llegan a decir que los preferentistas se verían obligados a un gran descuento para participar en la capitalización... me hubiera sorprendido. No me esperaba nada de eso, pero nos tuvimos que enfrentar a ello", ha confesado.

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