Ante la reunión con Sánchez

La lista de ocho quejas y propuestas con la que Casado quiere recuperar el impulso

Pablo Casado y Teodoro García Egea, en una rueda de prensa desde Génova
Pablo Casado y Teodoro García Egea, en una rueda de prensa desde Génova
PP

Tras no pocos encontronazos a cuenta de la agenda y el momento de proponerlo, el líder del PP, Pablo Casado, se reunirá este lunes por videoconferencia con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Génova, en un intento de mantener el equilibro entre la exigencia al Gobierno y la tan manida lealtad institucional, lleva una  lleva desde la semana pasada elevando un mensaje de absoluta desconfianza hacia la gestión del dirigente socialista. Se apela al sentido de estado para asistir a la cita, pero se lamenta todo: desde el fondo hasta las formas.

Porque, sobre todas las cosas, el principal partido de la oposición no se fía de un Ejecutivo de coalición que, en su opinión, solo busca "mutualizar" y diluir sus errores y responsabilidad entre las demás fuerzas políticas. Con todo, se insiste desde los populares en otra aclaración: esperarán a escuchar su oferta antes de valorar si el PP apoya la nueva prórroga del estado de alarma y si se sienta o no en su mesa de diálogo para afrontar la crisis del coronavirus, como se encargó de subrayar el número dos del partido, Teodoro García Egea, el mismo sábado tras la comparecencia en Moncloa.

Sea como sea, el PP, y Pablo Casado como cabeza visible, se presenta ante una cita tan trascendental con una lista de ocho quejas y reclamaciones que también reflejarán, en lo bueno y en lo malo, la alternativa popular a la gestión socialista de la crisis.

Sin avisar. Lo primero que Génova achaca a Moncloa es un habitual en esta crisis: que no informe previamente. La última muestra, la relacionada con el anuncio de pedir una nueva prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo y que incluirá un alivio en el confinamiento de los niños en medio de la crisis del Covid-19.

¿Reconstrucción con independentistas? El segundo gran recelo tiene denominación de origen: Cataluña y País Vasco. Para el PP, "no es lógico plantear una mesa de reconstrucción con los partidos que quieren destruir España", ha afirmado Casado, que está dispuesto a apoyar al Gobierno para "salvar vidas, no para arruinar la economía" ni hacerles "responsables de sus errores".

Luz y taquígrafos. El Gobierno maneja sus tiempos y modos y el PP no quiere moverse en líneas de sombra. Según declaró Casado en una entrevista este domingo en ‘La Razón’, no es momento de "ganar tiempo" o "distraer a la opinión pública sobre su responsabilidad inmediata, que es salvar vidas y empleos". Así, "cualquier pacto debe hacerse con luz y taquígrafos en los órganos parlamentarios que ya existen para ello".

Responsabilidad institucional. El PP cree que se le acusa de aprovechar políticamente la crisis cuando siempre ha tendido la mano. Más bien al contrario: intervenciones como las de Adriana Lastra la semana pasada apuntan a que el juego es el contrario. Como ejemplo, Casado ha propuesto que Sánchez demuestre su voluntad de acuerdo con las CCAA con una comparecencia en el Senado. La política sanitaria, social y territorial "se pacta en el Parlamento no en videoconferencias para comentar lo que anuncia a la prensa un día antes".

Recelo interno… Y Podemos. Si en la cúpula la desconfianza hacia Sánchez es alta, en gran parte del partido esa sensación es todavía mayor. Parlamentarios y cargos del PP consultados por Europa Press ven complicado a día de hoy que Casado pueda prestarse a dar luz verde a ese gran pacto de reconstrucción económica y social que busca Sánchez si Podemos está sentado en esa mesa y quiere imponer su seña de identidad e impronta a las medidas a tomar.Hay decisiones más urgentes. El PP considera que lo más inmediato son los pactos para aliviar y frenar la pandemia como con aquellos que garanticen el suministro de mascarillas o tests o asegurarse que se abonan las prestaciones por ERTE. En el caso de los test, Casado hará hincapié este lunes en la necesidad de que haya tests masivos para toda la población porque solo así se podrá garantizar una desescalada con garantías y recuperar la normalidad, sin riesgo de rebrotes o repuntes en poco tiempo.

Paga extra a los esenciales. El PP también propone. Como una paga extra a los sanitarios por el esfuerzo que están realizando en primera línea de batalla, o salario bruto para los trabajadores de sectores esenciales. También ha defendido que los herederos de los fallecidos por coronavirus no tengan que pagar el impuesto de sucesiones y donaciones y quiere que se decrete luto nacional.

La importancia del luto. Los dirigentes populares fueron los primeros en abanderar las medidas de homenaje a los fallecidos por la pandemia. La Comunidad de Madrid lleva semanas en luto oficial y con homenajes diarios. Aunque el PP quiere que sea generalizado: "Proponemos decretar luto en los ayuntamientos por las 20.453 víctimas del coronavirus, ya que el Gobierno no lo hace. Hoy 410 familias más han perdido a un ser querido sin poder despedirle", ha indicado Casado, que añade que las familias "merecen visibilidad" y un "homenaje" por parte del partido.

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