Son incapaces de ponerse de acuerdo, de hecho la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso lleva más de un año mareando la perdiz, escuchando a expertos y estudiando propuestas para no llegar a ninguna conclusión que tanto Gobierno como oposición se vean capaces de firmar. Ahora que los jubilados españoles han dicho basta, sin abrazar consignas políticas, ni siquiera sindicales, ahora, las pensiones son una prioridad y un arma política de primer nivel.
El presidente del Gobierno ha garantizado desde Andalucía que mientras él Gobierne las pensiones no correrán peligro, pero anima al resto a aceptar que no se puede gastar más de lo que se tiene y que una subida acorde con el IPC no es asumible. No recuerda cuando prometió justo lo contrario cuando estaba en la oposición y ZP, ahogado por la crisis que no vio, tuvo que recortarlas. Rajoy no dijo entonces como dice ahora que "las pensiones no se pagan con discursos ni con promesas que no se pueden cumplir ni con engaños" sino que prometió, y Cospedal también, subirlas conforme al IPC.
Volviendo a la época de ZP, Pedro Sánchez tampoco apostó por una subida acorde con el IPC como hace ahora sino que apoyó el recorte como uno más. Ahora, en cambio, acusa al Gobierno de haber "abandonado" a los pensionistas subiendo solo un 0,25% las pensiones, se pone del lado de los pensionistas que son quienes "construyeron" España, mientras que el Gobierno es el que está "destruyendo" sus pensiones.
El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique ha criticado a un Gobierno que "toma por idiotas a los ciudadanos", el pueblo español es "decente e inteligente" y sabe que sí hay dinero para subir las pensiones, ya que se han "regalado" 60.000 millones a los bancos y más dinero en el rescate a las autopistas, la indemnización por el proyecto de almacenamiento subterráneo de gas Castor o la "amnistía fiscal".
No ha faltado Ciudadanos, que de la mano de Rivera ha destacado a través de twitter que PPSOE han dejado "un país con paro y precariedad crónica, que unido a los obstáculos para los que quieren tener hijos, ponen en riesgo unas pensiones dignas", para rematar, que "si queremos una España con futuro hay que hacer reformas por un empleo de calidad y apoyar la conciliación y a las familias".
No es de extrañar que en este contexto en Barcelona se haya pedido el fin del Pacto de Toledo. Si los políticos no logran que sea eficiente (y debería serlo) y solo se ponen al lado de la pancarta, no habrá soluciones para los miles de jubilados que pese a la lluvia han salido a las calles.
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