Crisis de Gobierno

Sánchez avanza a Yolanda Díaz cambios profundos de ministros solo del PSOE

El presidente tiene previsto ejecutar en las próximas horas una amplia remodelación del área socialista del Ejecutivo, según confirman fuentes gubernamentales. Los cincos ministros de Podemos continuarán.

El presidente del Gobierno, junto a tres de sus vicepresidentes antes del comienzo de la reunión del Consejo de Ministros
Sánchez avanza a Yolanda Díaz cambios profundos de ministros sólo del PSOE
Borja Puig de la Bellacasa / POOL Moncloa

Habemus crisis de Gobierno. Pedro Sánchez ha avanzado en las últimas horas a Yolanda Díaz cambios profundos de ministros solo del PSOE. Los relevos no afectarán al área morada del Ejecutivo de coalición, según confirman fuentes gubernamentales. Los únicos fijos, a esta hora de la mañana, en el gabinete son, por tanto, la propia Díaz, Ione Belarra, Irene Montero, Alberto Garzón y Manuel Castells. La operación política, avanzada por la Cadena SER, ha cogido por sorpresa a gran parte de los ministerios.

El próximo martes, cuando está previsto que se apruebe el proyecto de ley de Memoria Democrática, será el primer Consejo de Ministros del nuevo equipo de Gobierno. Sánchez pretende acometer una remodelación amplia, que afectará a carteras de Estado y a estructuras profundas del gabinete para encarar la segunda mitad de legislatura.

También habrá un mayor peso de las mujeres, se incorporarán a perfiles más jóvenes y personas venidas del municipalismo para dar un mayor peso al poder territorial. En el área gubernamental Unidas Podemos, por su parte, no está previsto acometer ningún cambio. El presidente y la vicepresidenta tercera llevan dos días negociando estos cambios.

La gran crisis de Gobierno de Sánchez, que esta misma semana había afirmado que para él no era una prioridad, y con la que conformará un gabinete con el que espera acometer la recuperación, llega en un momento complicado para la coalición y tras la llamada 'crisis de la carne' donde el fuego cruzado entre ministros se ha avivado.

Esta semana, sin ir más lejos, además de esta arremetida en tromba del PSOE contra Garzón, se le pueden sumar dos momentos más de tensión. Sucedieron el pasado martes, aunque para la opinión pública pasaran algo desapercibidos. Ese día, mientras Sánchez tomaba un avión con destino a los países bálticos, Moncloa decidió dar el protagonismo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros a la vicepresidente segunda, Nadia Calviño, para que expusiera el anteproyecto de ley de 'startups'. El problema surgió cuando fijó posición respecto al Salario Mínimo y pospuso la decisión hasta después del verano.

En Unidas Podemos esas declaraciones no gustaron. Y es que la subida, o no, del SMI este año no está aún decidida. La coalición adoptara su decisión una vez sometida la cuestión a debate en el diálogo social. Es decir, ni Calviño ni Yolanda Díaz impondrán su posición, siendo evidente que la vicepresidenta segunda apuesta por posponer el alza a 2022 y la tercera apuesta por aprobarla ya.

Este mismo martes, además, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley del 'Sólo sí es sí' y la ministra de Igualdad quería comparecer en la rueda de prensa posterior. Pero Moncloa no lo aceptó; Montero ya había sido protagonista en la misma rueda de prensa de la semana anterior con motivo de la aprobación del anteproyecto de ley 'Trans'. Un detalle más: el departamento encargado de elevar ambas iniciativas a Consejo de Ministros, el proyecto de ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual y el anteproyecto de ley 'Trans', no ha sido Igualdad, sino la Vicepresidencia primera que dirige Carmen Calvo. ¿El argumento oficial de Moncloa? Hay dos ministerios proponentes, Igualdad y Justicia, y lo eleva el de la Presidencia porque, además, Calvo es la secretaria del Consejo de Ministros. Podemos echa en falta algunas cuestiones en las normas que intentará introducir en los sucesivos trámites de ambas normativas.

Hay más episodios que demuestran que la relación no atraviesa por su mejor momento. Y es que una parte de la información al más alto nivel ya no fluye como antes. Es una nueva etapa, un cambio de dinámicas, pero ello ha provocado que unos y otros se enteren prácticamente por la prensa de determinadas medidas y decisiones, algunas de estado. Le pasó, como decimos, a Planas con el vídeo de Garzón sobre el consumo de carne. Y les pasó a los morados, con los indultos, ya que no conocían la fecha concreta en la que Sánchez iba a llevarlos al Consejo de Ministros (en estas páginas se publicó que el día marcado en rojo en el calendario de Moncloa era el 22 de junio). Algo similar ocurrió con la configuración de la nueva factura de la luz o, anteriormente, con la fusión de CaixaBank y Bankia bendecida por Economía, por poner dos ejemplos de asuntos importantes para el Gobierno.

La Ley de Vivienda y, esencialmente, la regulación de los alquileres es otro asunto que está generando alta tensión entre PSOE y Unidas Podemos. La semana pasada fue complicada y esta no ha habido ningún avance, confirman fuentes de uno y otro equipo. El Ministerio de Transportes trasladó a sus socios una propuesta en la que planteaban dos novedades: un mecanismo, sin concretar, para poder bajar los precios de los arrendamientos y, a su vez, la posibilidad de subir un 10% determinados contratos. Este segundo punto provocó una crisis con UP, que ha reclamado eliminarlo de la negociación. Todo está parado.

En los Presupuestos Generales de 2022 que han comenzado a prepararse en los ministerios también se espera una intensa batalla en la coalición. De hecho ya la hay. El principal motivo de discrepancia es la reforma fiscal que, según Unidas Podemos, deberían incluir las cuentas públicas expansionistas que se están preparando. Los morados quieren plantear una subida de impuestos a las rentas más altas y a las grandes empresas, una bandera que ya fue objeto de debate en los PGE de 2020 pero que quedó aplazada por la crisis. El PSOE, por su parte, prefiere esperar a las conclusiones del comité de expertos que ya está trabajando y, por tanto, llevar esa reforma a posteriores cuentas públicas. Es importante recordar que los nuevos impuestos sólo se pueden crear vía proyectos de ley mientras que los ya en vigor se pueden modificar vía presupuestaria. Se avecina división en este terreno.

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