Tras los indultos y las primarias en Andalucía

Sánchez estudia cambios en el Gobierno con el relevo de ministros económicos

Calviño, Escrivá, Laya y Garzón son los titulares que podrían ser sustituidos en una crisis de Gobierno. El presidente prepara un giro a la izquierda de sus políticas para recuperar la iniciativa. Moncloa mira a 2023.

Pedro Sánchez
Sánchez estudia cambios en el Gobierno con el relevo de ministros económicos
Europa Press

Semanas trascendentales para el Gobierno. Pedro Sánchez deshoja la margarita de una catarsis en la coalición. Por un lado, con un giro a la izquierda tanto en el terreno político como en el económico y, por otro, con cambios en el Consejo de Ministros. Septiembre es un mes clave para la puesta en escena de esta estrategia, el momento que se está valorando para activar un contragolpe en diversos frentes. El momento de pasar de la defensa ("ahora hay que resistir", apunta un alto cargo del Gobierno) al ataque de cara a la segunda mitad de la legislatura. El horizonte sigue siendo convocar las próximas elecciones generales en diciembre de 2023, tras las municipales y autonómica de mayo de ese año.

Son momentos de repensar estrategias y de plantear pros y contras. Sánchez ya lo está abordando con Yolanda Díaz. También con su equipo en Moncloa. Muchos frentes sobre la mesa. El primer gran reto son los indultos. La decisión política ya está tomada con el objetivo de "restablecer la normalidad en Catalunya y en favor de la convivencia de todos los españoles y del interés general", indican fuentes del Gobierno. Justicia ya está trabajando, ayudado por Moncloa, en la redacción de los doce expedientes que llegarán al Consejo de Ministros. "Tienen que construirse y fundamentarse bien", añaden. El presidente va a asumir personalmente el coste político de una decisión que marcará su mandato. "Asumimos el Gobierno para afrontar los problemas, no para eludirlos. Pero no hacer nada conlleva mayor riesgo aún", razonan desde el Ejecutivo. Los indultos, confirman desde Justicia, irán acompañados de la reforma de los delitos de sedición y rebelión dentro de una reforma del Código Penal en la que lleva trabajando Juan Carlos Campo desde hace meses, y de la mesa de negociación bilateral con la nueva Generalitat presidida por Pere Aragonès.

Junto a los indultos, el Gobierno está pergeñando un rearme ideológico, con una batería de proyectos legislativos de calado. Uno de ellos será la reforma laboral. Sánchez ya lo tiene hablado con Díaz. Los cambios que sustituirán a la normativa que aprobaron Mariano Rajoy y Fátima Báñez se aplicarán este mismo año, lo cual no es baladí. "No es lo mismo encarar la recuperación económica con la reforma laboral en vigor que sin ella", apuntan desde la coalición. En este sentido el presidente se ha posicionado junto a su vicepresidenta tercera frente a la opinión de Nadia Calviño.

Se preparan cambios también en el Consejo de Ministros, según indican varias fuentes gubernamentales. Relevos "de calado", que afectarán, incluso a varios de los Ministerios de Estado. Una de las áreas en las que se ha fijado el presidente es la económica. Soplan vientos de cambio, apoyados en la actitud que está teniendo la administración Biden y las instituciones europeas. En este sentido las fuentes consultadas apuntan a decisiones que afectarán a la Vicepresidencia segunda, con Nadia Calviño al frente. La ministra de Economía, que ya se posicionó para presidir el Eurogrupo (el proyecto para el FMI no tuvo consistencia), es una de las candidatas para ser sustituida. 

Es importante remarcar, y así lo hacen todas las fuentes consultadas, que la decisión final está en manos de una persona, que es Pedro Sánchez, y que hasta que él no se posicione no se conocerá la decisión final. De momento en su entorno más directo optan por el silencio y por no posicionarse.

Otro ministro que podría abandonar el Gobierno es José Luis Escrivá. El titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones es uno de los señalados en esta ronda de cambios. Moncloa tuvo que intervenir en la última negociación de los ERTE lo que, sumado a la complicada negociación de la reforma de las pensiones, le sitúa entre los candidatos a ser relevado. 

Arancha González Laya es otra de las ministras que citan diversas fuentes gubernamentales como candidata a abandonar el Ejecutivo. Su gestión de la crisis con Marruecos no ha gustado en diferentes ámbitos gubernamentales. Una crisis, por cierto, cerrada en falso y que podría provocar nuevos momentos de tensión en las próximas semanas. No se descarta. Para sustituirla las mismas fuentes citan el nombre de José Manuel Albares, el que fuera 'sherpa' de Sánchez en Moncloa y que hoy es embajador en París.

Los cambios podrían afectar al área de Unidas Podemos en el Gobierno. Una fuente afirma que Sánchez, incluso, ya lo tiene hablado con Yolanda Díaz. Desde el área morada prefieren no hacer declaraciones. En este sentido estas fuentes mencionan a dos miembros del Consejo de Ministros: Alberto Garzón, titular de Consumo, y Manuel Castells, de Universidades. El líder de Izquierda Unida, por cierto, suena como candidato de UP en Andalucía. Y un dato que ofrece otra fuente: Castells es "amigo" del presidente del Gobierno.

Todos estos cambios, eso sí, no se esperan para el corto plazo. Sánchez piensa en el medio. Las fuentes consultadas citan dos hitos: los indultos, donde Sánchez espera posicionarse de manera firme para encarar el conflicto de Cataluña, y las primarias en Andalucía. El sanchismo no descarta cosechar una derrota frente a Susana Díaz. Sería, apuntan, un momento oportuno para acometer esta crisis de Gobierno y dar un impulso al equipo del presidente de cara a lo que queda de legislatura, que son dos años y medio, según sus previsiones.

El Gobierno, en definitiva, atraviesa un momento decisivo. No ha sido casual tampoco su posicionamiento del Ejecutivo contra el Ibex eléctrico. El momento político y jurídico elegido por el PSOE y Unidas Podemos para lanzar el 'rejón' a las grandes energéticas, caminando hacia el fin de una parte de los 'beneficio caídos del cielo', ha sido dedicido al más alto nivel, explican fuentes gubernamentales. En este sentido las miradas se dirigen a Iberdrola, donde sobrevuela una espada de Damocles por la posible imputación de su presidente. En Moncloa son perfectamente conscientes de ello y optan por pronunciarse con un "total respeto a las decisiones judiciales". 

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