Moncloa está ultimando la configuración de la Unidad de Seguimiento del Fondo de Recuperación, un equipo de nueva creación adscrito al gabinete de Presidencia, y que será el encargado de elevar a la Comisión Europea los proyectos empresariales candidatos al 'súperfondo' que aprobó el Consejo Europeo en su dramática reunión de julio y del que a España le corresponden 140.000 millones. La dirección de orquesta estará personificada en Pedro Sánchez y su equipo más estrecho de colaboradores, con Iván Redondo a la cabeza, pero el presidente quiere entregar un papel protagonista a la gran empresa privada para exprimir al máximo estas ayudas. El Ibex 35, bien directamente o a través de intermediarios, coparticipará en todo el proceso.
El objetivo es no dejar escapar ni un euro del fondo de recuperación. Pero para eso es necesario presentar a Bruselas proyectos "ganadores" y es ahí donde entra en juego el papel de la gran empresa. Fuentes gubernamentales explican que Moncloa quiere incorporar a grandes compañías del Ibex al llamado "grupo de alto nivel" que conjugará la colaboración público-privada. Es decir, la gestión de las ayudas y la presentación en Bruselas será misión de la administración pero la ejecución de las mismas será labor de las compañías. No se descarta, incluso, la participación de alguno de los grandes del Ibex en este grupo como ha ocurrido en Italia con el comité de Vittorio Colao, exCEO de Vodafone, que está asesorando a Giuseppe Conte en la búsqueda de soluciones económicas para afrontar la crisis.
El objetivo de Moncloa es que la gran empresa colabore en la búsqueda de proyectos candidatos a entrar en el 'bombo' de las ayudas. En el apartado de digitalización, por ejemplo, cuentan con la colaboración activa de Telefónica, o en el de transición ecológica pretender recibir la ayuda de las principales energéticas. El área económica del Gobierno, de hecho, ya ha comenzado a manejar las primeras "fichas" con iniciativas empresariales candidatas centradas en los cuatro ejes sobre los que van a girar las propuestas acordadas por los líderes europeos hace justo un mes: digitalización, transición ecológica, igualdad de género y cohesión social y territorial.
Con este movimiento Moncloa pretende implicar a la gran empresa, que también ha sufrido las consecuencias del Covid, en la recuperación económica. Sánchez ha ido protagonizando desde el plan de desescalada diversos acercamientos a los grandes grupos del Ibex, con invitaciones personales incluso al palacio presidencial para coparticipar en los diferentes planes de ayudas directas que ha ido aprobando el consejo de ministros. Con ello el Gobierno se ha garantizado la "unidad" con la gran empresa en un momento decisivo para la economía y en el que las críticas han sido escasas. La relación con los 'stakeholders', como los llama Moncloa, está engrasada.
La CEOE y la foto de Palma de Mallorca
En este grupo de alto nivel para cogestionar y ejecutar después las ayudas europeas también entra la CEOE. La patronal, de hecho, ya ha puesto en marcha una oficina de captación de proyectos candidatos a optar a estas ayudas comunitarias. Lo ha hecho en colaboración con PwC y Moncloa pretender apoyarse en ella durante los próximos meses. Ello ha provocado también una imagen de complicidad de Sánchez con Antonio Garamendi, unidad que quedará plasmada en la primera gran entente del curso político en materia económica: la fotografía de Palma de Mallorca, donde la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, pretenden avanzar con patronal y sindicatos hacia una nueva prórroga de los ERTE, la tercera desde la finalización del estado de alarma.
La colaboración de Moncloa con la gran empresas también permitirá que las pymes o los pequeños negocios puedan tener acceso al 'súperfondo' de 140.000 millones. El objetivo es que exista un engranaje que permita a las compañías más modestas acceder al reparto y que éste no solo se concentre en los grandes conglomerados industriales. Implicación y colaboración mutua, en definitiva, entre la gran y pequeña empresa.
La dirección de la Unidad de Seguimiento del Fondo de Recuperación estará en Moncloa pero falta por dilucidar cómo queda configurada. Pablo Casado ha pedido que se configure un Alto Comisionado. Otra opción pasa por que el equipo de la Dirección de Asuntos Económicos de Presidencia se haga con las riendas de todo, que es la opción que parece más plausible. Lo que está claro es que el departamento de De la Rocha cobrará más peso en los próximos meses tras participar de una manera activa en la negociación del Consejo Europeo de julio.
La vicepresidenta económica también tendrá un papel protagonista en esta nueva coyuntura. De hecho, el equipo de Nadia Calviño lleva preparando desde hace casi cinco meses el plan de inversiones y reformas que el Gobierno va a enviar a Bruselas a lo largo del mes de octubre. Ese documento, ambicioso, según reconocen en el Ejecutivo, servirá de pauta a seguir para los proyectos que aspiren a los fondos comunitarios. Es un informe que se lleva preparando desde Semana Santa y que también tendrá su plasmación en los Presupuestos de 2021 en los que está trabajando Hacienda de manera intensa.
En el Gobierno destacan que la negociación de las ayudas y su gestión y ejecución ha sido y va a ser "un trabajo coral" de varios ministerios. Además de la labor de Presidencia y Economía remarcan el papel esencial de Hacienda. La ministra María Jesús Montero aporta a este equipo a la directora general de Fondos Europeos, Mercedes Caballero, y a la subdirectora general de Relaciones Presupuestarias con la Unión Europea, Esperanza Teba. Su trabajo se prolongará hasta primavera de 2021, cuando se empezarán a recibir los primeros fondos.
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