Las restricciones noquean al sector

El sol y playa solo esquiva el desastre en las zonas habituales de turista nacional

Las medidas impuestas por varios países europeos condenan a muerte a muchos hoteles, especialmente en las regiones tradicionalmente consagradas al turismo extranjero. 

sol y playa
El sol y playa solo esquiva el desastre en las zonas habituales de turista nacional.
EFE

Los datos de ocupación hotelera de julio y la primera quincena de agosto no dejan lugar a dudas: el varapalo al turismo en España es mayúsculo, la caída de las reservas tras las restricciones de varios países europeos —la última, la de Alemania— es una realidad y la diferencia entre la presente y las pasadas temporadas estivales es poco menos que abismal. Las previsiones de las 15 provincias más turísticas del país apenas superan, en el mejor de los casos, el 50% de ocupación hotelera, aunque la crisis originada por el virus no está golpeando a todas las regiones por igual. Los números dicen que aquellas más amables con el turismo nacional, como Cádiz o Asturias, resisten mejor las embestidas de la Covid-19 que las consagradas al visitante extranjero; por eso incluso esas últimas tratan de seducir este 2020, con más ímpetu que nunca, a los españoles. Pero lo que es seguro es que ni en la Costa del Sol ni en Baleares se acercarán, por mucho, al 60% de ocupación registrado, hoy por hoy, en tierras gaditanas... ni siquiera al 50% previsto en Huelva.

En el gráfico sobre estas líneas se observa una tendencia muy clara. En él, se ven reflejadas las 15 provincias españolas en las que más pernoctaciones hoteleras se produjeron en agosto de 2019. La línea roja evidencia que, a más volumen de visitantes recibe cada una de las regiones, más cae también el porcentaje de turistas nacionales o españoles. El gráfico, en este caso, hay que analizarlo considerando que el dato de Baleares es lo que en estadística se denomina un 'outlier' o 'valor atípico', es decir, una observación muy distante al resto que, de no tomarla como tal, podría desdibujar las conclusiones que se extraigan del estudio. Así las cosas, Baleares recibe en el mes de agosto una cantidad de turistas meridianamente superior al resto de regiones; en agosto del año pasado fueron 10.821.133 las pernoctaciones que se registraron en la región según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), muy lejos de la segunda, Barcelona, con 4.049.501. 

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  • Baleares es la provincia que más turistas recibe. Durante el mes de agosto de 2019 se produjeron hasta 10.821.133 pernoctaciones y solo un 8,62% fueron de españoles.

Si se obvia el dato de Baleares, entonces, se aprecia cómo las diferencias entre el resto de provincias no son tan acusadas en cuanto a la recepción de turistas. Sin embargo, se ve que el porcentaje de turismo nacional sigue siendo mucho más alto en unas regiones que en otras. Tal evidencia puede deberse a una apuesta del sector o ser meramente circunstancial, pero lo que está claro es que el gráfico da pistas acerca de cuáles van a ser las regiones españolas que podrán soportar mejor el 'verano del coronavirus' y cuáles tendrán que ver echar el cierre a más hoteles. Por mucho músculo turístico que tengan Baleares, Canarias, Cataluña o Málaga, estas vacaciones no les queda otra que reconvertir su oferta para atraer a los españoles. En cambio, otras zonas como Asturias, Cádiz, Huelva, Almería o la Comunidad Valenciana tratarán de salvar la campaña ofreciendo su producto de siempre. En declaraciones a La Información, Antonio de María, presidente de la Federación Hostelera de Cádiz, lo explica así: "La cosa está mal, no hay que engañarse. Ahora bien, es verdad que nuestros datos de ocupación están por encima de la media y, sin duda alguna, es gracias al turismo nacional".

Desplome en Madrid y Barcelona

Los datos son desoladores en las dos principales ciudades españolas. Si en la capital la ocupación hotelera es, a fecha de 15 de agosto, de un 20% (un 44% menos que lo registrado el 15 de agosto de 2019) según fuentes de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid; en la ciudad condal las cosas no marchan mejor. El diario El País publicaba hace menos de una semana que en los 120 hoteles abiertos en Barcelona no se registra una ocupación superior al 12%. De nuevo, Antonio de María (Federación Hostelera de Cádiz) da una de las claves: "Los turistas vienen a Cádiz buscando nuestras playas kilométricas y la seguridad de no tener que meterse en espacios cerrados ni encontrarse con aglomeraciones". Las ciudades como Madrid o Barcelona, en cambio, no pueden ofrecer lo mismo. Además, durante el mes de agosto del año pasado recibieron un 58,46% y un 85,14%  de turismo extranjero respectivamente; unos visitantes que este año no van a llegar. A todo ello se suma que ambas localidades se consideran epicentros del virus y han tenido que soportar una gran exposición mediática en los últimos meses.

Antonio de María (Cádiz): "Los turistas quieren evitar aglomeraciones y lugares cerrados"

En una situación distinta se encuentran los territorios de costa, aunque también en ese caso existen grandes diferencias. Mientras que Cádiz prevé que sus hoteles superen las previsiones del 52% para agosto y lleguen al 60% —con algunos complejos turísticos rondando el 90% de ocupación—; el pronóstico en la Costa del Sol no llega al 40%. Además, en Málaga se da un fenómeno esperado en estas circunstancias: en agosto de 2019 solo el 39,87% de las pernoctaciones hoteleras fueron turistas nacionales, mientras que este año, según fuentes de la Asociación de Hoteles de la Costa del Sol (AEHCOS), el porcentaje asciende hasta el 79%, un dato que da cuenta de que el turismo nacional no solo está salvando este verano a sus provincias habituales, sino que también a otras que no lo son tanto. No obstante, Luis Callejón, presidente de AEHCOS, aseguró a este diario que la situación es dramática: "Las previsiones son de que tengan que cerrar un 25% de los hoteles, pero creo que nos hemos quedado cortos". 

Nada que ver con Cádiz, donde, según De María, solo ha tenido noticias del cierre de tres hoteles "y de forma provisional" ("unos que se dedican sobre  todo al turista alemán, el segundo más relevante en Cádiz tras el nacional"), ni con Huelva, desde donde Rafael Barba, el secretario general de la APHH (Asociación Provincial de Hoteles de Huelva), confirma a La Información que tampoco en su región se prevén cierres, aunque sí que se espera "que acabe temporada en septiembre en lugar de en octubre, como el año pasado". La ocupación de la región oscilará, según la propia APHH, en torno al 50%.

¿Estocada final a Baleares?

A las 14:55 de ayer jueves, fuentes de la Federación de Empresas Hoteleras de Mallorca (FEHM) aseguraban a este medio que las previsiones para agosto se situaban en el 45% de ocupación, aunque advertían que todo iba a depender de "los posibles cambios que se puedan ir ocasionando". Poco más de tres horas hicieron falta para poner en tela de juicio el pronóstico. Así de rápido lo cambia todo el virus. Alemania, como ya hiciera el Reino Unido, incluyó a España entre los países que representan un "riesgo" para sus turistas. En otras palabras, con excepción de las Islas Canarias, los alemanes que viajen a cualquier otra región española tendrán que presentar, a su vuelta, un test de PCR negativo realizado en las 48 anteriores, o bien hacérselo a su llegada a Alemania. Con todo, el turista tendrá que permanecer en cuarentena hasta que pueda aportar una prueba negativa. Tras poner todo el empeño en recuperarse tras el veto británico, las Baleares (y también la Costa del Sol y Cataluña) se topan ahora con el alemán; algo que no es baladí habida cuenta de que el 91,38% de sus pernoctaciones del agosto pasado fueron foráneas

En Canarias, el sector trata de recuperar el pulso con alrededor del 50% de los hoteles abiertos y con mucha ayuda no ya del turismo nacional, sino del local. Sin embargo, también en su caso existe una gran dependencia del visitante exterior que complica sobremanera la situación. En definitiva, la campaña vacacional será un desastre en general, pero no golpeará a todos con la misma fuerza. Las terracitas en las calles de Tarifa (Cádiz) están llenas y Gijón (Asturias) rebasó el 75% de ocupación en Julio; mientras que destinos estrella como Baleares, Canarias, Barcelona o la Costa del Sol achican agua sin descanso al tiempo que los países a cuyos turistas tratan de atraer no dejan de poner trabas. El nacional es el turismo llamado a salvar los muebles en el 'verano del virus', pero no hay 'domingueros' para todos... y los destinos habituales de los españoles, en eso, tienen todas las de ganar. 

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