La subida de la luz, el gas y las gasolinas desnuda la política energética de Nadal

  • El sector empresarial se suma a las quejas de los consumidores por el alza de los precios de la energía mientras el crudo sigue su escalada
La siderurgia consume gran cantidad de electricidad.
La siderurgia consume gran cantidad de electricidad.
EFE

Al ministro de Energía Álvaro Nadal le silban los oídos. La subida de los precios del petróleo de las últimas semanas, que tira a su vez del gas, de los carburantes y del mercado eléctrico cuestiona los resultados de la política energética. Sectores empresariales diversos, de la siderurgia al azulejo, pasando por el cartón o los fertilizantes se han sumado a las tradicionales críticas de los consumidores por la subida de la factura de electricidad y gas. El anómalo comportamiento de los precios eléctricos esta primavera, con más producción hidroeléctrica pero mucho más cara, ha llevado a la CNMC a analizar qué esta sucediendo en un área clave para la economía del país.

Un repaso por los mercados de la electricidad (OMIE), el gas (Mibgas), el petróleo y los carburantes revela la preocupante evolución de los precios en un país -España- que importa prácticamente todo el petróleo y el gas que consume, con una elevada factura anual, superior a los 37.000 millones de euros en 2017.

Los precios de los carburantes han subido a niveles desconocidos desde 2015 (gasolinas) y 2014 (gasóleos) y los precios de la luz aumentan pese a la abundancia de lluvias de la primavera tras dos meses  de contención en lo que va de año -enero y marzo-. Por su parte, la factura del gas doméstica, la que pagan los usuarios que consumen menos de 50.000kWh, bajó en abril más de un 3%, pero después de haber subido entre enero y marzo un 6,2%.

Evolución precios luz.
Evolución precios luz.

A futuro, el panorama es aún más preocupante. Con datos del mes de mayo, el precio de la electricidad estimado para el ejercicio supera los 57 euros MWh, lo que puede llevar a la factura doméstica este año a niveles récord. Las reformas aplicadas en el mercado del gas tras las disparatadas subidas de precios eléctricos de 2016 no parecen dar mucho fruto. Tampoco las reiteradas advertencias a las petroleras. Los precios suben y el volumen de las quejas también. 

Ya no se trata sólo de las organizaciones de consumidores. Las empresas con más consumo de electricidad y de gas también se quejan. No se trata de críticas aisladas. En las últimas semanas han levantado la voz asociaciones como la de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) -26 compañías industriales, 11% de la demanda eléctrica peninsular-; la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos ASCER -95% de la producción del sector- o el Foro Industrial del gas, que supone el 60% del consumo de gas en España.

Gráfico precios gas.
Gráfico precios gas.

Todas las asociaciones reclaman nuevas acciones  al Ministerio de Energía, en la medida que el departamento mantiene capacidad de intervención sobre los precios vía peajes. Creen que las medidas adoptadas o no han sido suficientes o, simplemente, no han dado resultado.

Por AEGE, Teresa Rasero destaca en todas sus intervenciones que en las industrias electrointensivas el consumo de electricidad llega a suponer el 50 % del total de sus costes de producción, lo que las hace muy sensibles a un coste eléctrico por encima del de sus competidores europeos. 

Se trata de industrias que operan en mercados globales frente a competidores europeos que gozan de precios eléctricos "considerablemente más bajos", lo que "las coloca en desventaja y merma su competitividad". AEGE elabora semanalmente un barómetro del sector energético. En el último detallaba cómo la evolución de los precios medios de la electricidad en el mercado diario han llevado a una diferencia por encima del 17% entre España y Alemania en 2018.

Gráfico gasolinas.
Gráfico gasolinas

Como en el caso de AEGE, el secretario general de ASCER, Pedro Riaza, se queja de cómo la carestía del gas -fundamental para su actividad- afecta al negocio. Según Riaza, en España un productor paga el doble por el gas que uno francés, seis veces más que uno alemán y ocho veces más que un italiano.

ASCER reclama, entre otras cosas, la eliminación de los peajes por consumo energético y del impuesto de hidrocarburos. Los recados a Nadal no faltan: según Riaza, el mercado del gas Mibgas, que impulsó el Gobierno y que preside un exdiputado popular, Antonio Erias, no ha logrado aportar "transparencia y precios competitivos" a un mercado "muy opaco".

En el punto de mira de las empresas están los peajes. El presidente de Gas Industrial, Javier Esteban y el presidente de la empresa que más gas consume en España (6,5TWh/año), Javier Goñi, los cuestionan. En un encuentro celebrado esta semana en Madrid, Esteban aseguró que "urge" rebajar los peajes para mantener la industria, mientras Goñi explicó que no se ajustan a las directivas comunitarias que dicen que se deben corresponder con el perfil del consumidor. Otro recado a Nadal.

Las críticas caen sobre terreno abonado porque en las últimas semanas es evidente que algo no cuadra en el mercado de la energía. En  abril, la producción hidráulica fue la gran protagonista del mercado eléctrico. Aportó casi una cuarta parte al total del mix de generación (23,57%). Un porcentaje así no se alcanzaba desde abril de 2016. Los precios hubieron tenido que bajar mucho. Pero subieron un 6,2% respecto a marzo y sólo fueron un 2% inferiores a los de abril de 2017, año de sequía en el que los embalses estaban en mínimos. No cuadra.

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