Sale la antigua directiva

El eco de las tarjetas 'black' sobrevuela los cambios de la dirección del Sepblac

Juan Manuel Vega deja la entidad después de siete años al frente y tras vivir una etapa clave del sector financiero español con casos como el de Caja Madrid. 

Juan Manuel Vega Serrano, director del Sepblac / World Bank
Vega fue también subdirector general de Inspección del Tesoro. 

La inminente salida de Juan Manuel Vega del Sepblac -servicio de prevención de blanqueo de capitales- ha levantado las sospechas sobre los motivos que han llevado al Ejecutivo a proponer su cese tras siete años en el cargo. Su previsible sustitución por el exinspector jefe del Banco de España Pedro Comín está vinculada, según fuentes conocedoras de la toma de decisión, a los ecos del caso de las tarjetas 'black'.

Fuentes del Ministerio de Economía consultadas por este diario explican que su salida corresponde al fin de una etapa en la autoridad supervisora de blanqueo. Se trata de un nuevo episodio después de siete años de mandato de Vega, el cual llegó a la dirección en 2013 durante el Gobierno de Mariano Rajoy y la deja bajo un Ejecutivo de coalición socialista. Ahora la institución tendrá que firmar nuevos acuerdos y proyectos que serán encargados al futuro director. Pedro Comín tomará las riendas del Sepblac en lo que es un nuevo ciclo no solo para la institución sino también para el exinspector jefe del Banco de España, cuya actuación en el caso Bankia ha quedado aclarada con la sentencia absolutoria de la Audiencia Nacional. 

No obstante, todavía resuenan algunos ecos lejanos en el tiempo que ahora con los cambios en la dirección vuelven a dejarse sentir. De hecho, algunos sectores implicados en el cambio de guardia recuerdan las filtraciones sobre material de las tarjetas 'black'. En concreto, de la famosa hoja Excel en la que se desgranaban todos los gastos personales que hizo un nutrido grupo de consejeros de Caja Madrid y Bankia con su tarjeta de empresa. La aparición de este documento en los medios de comunicación hace más de seis años supuso todo un escándalo público y un escarnio sin precedentes para todos los beneficiarios de estas tarjetas cuyo uso impulsó Miguel Blesa tras su llegada a la caja.  

La hoja Excel, que acabó convirtiéndose en la gran prueba de cargo durante el juicio que acogió la Audiencia Nacional, recogía uno a uno los pagos que los 65 consejeros condenados hicieron con las tarjetas. Compras en supermercados, ropa interior, viajes, decoración... todos los movimientos entre los años 2003 y 2012 quedaron recogidos en este documento que sacó los colores a un nutrido grupo de sindicalistas, empresarios y representantes políticos, integrantes todos ellos del consejo de Caja Madrid.

Según las fuentes consultadas, cuando la lista de Bankia cayó en manos del FROB, el entonces director del servicio jurídico, Alfonso Cárcamo, encargó un informe a Herbert Smith, para estudiar el alcance penal del asunto. Las conclusiones arrojadas llevaron al también exdirector de los servicios jurídicos de la CNMV a dar traslado del asunto a la investigación judicial abierta entonces. El tema de las tarjetas opacas, por el que se acabó condenando a Miguel Blesa, Rodrigo Rato y otros 63 consejeros, lo investigó el magistrado Fernando Andreu como una pieza separada del gran caso Bankia. Pese a que no ha habido responsabilidades en la salida a bolsa de la entidad, la pequeña pieza de las tarjetas que dejaron un roto de 12,5 millones derivó en condena y prisión para muchos de los enjuiciados. 

Cuando estos hechos se produjeron todavía estaba al frente del Sepblac Manuel Caro. Juan Manuel Vega -ahora saliente de ese puesto- se convirtió en su sustituto hace siete años; aunque su llegada no fue del todo bien recibida en el seno de la autoridad supervisora del blanqueo de capitales. Con todo, y a las puertas de dejar la dirección que ha ocupado siete años, se da la circunstancia de que su sucesor en el cargo, Pedro Comín, también tiene una relación estrecha con la antigua Caja Madrid. El exjefe de Supervisión del BdE tuvo un papel importante en el caso Bankia por la inspección que llevó a cabo este organismo antes de que la entidad acabara recibiendo la mayor inyección de capital público que ha recibido un banco hasta la fecha. 

El próximo director del Sepblac llegó a estar imputado en el procedimiento penal junto con sus superiores en el Banco de España Pedro González (entonces jefe de departamento) y Jerónimo Martínez Tello (exdirector general). La Audiencia Nacional consideró que los altos cargos del supervisor y del regulador tenían que rendir cuentas por las presuntas irregularidades en la salida a bolsa de Bankia así como en el supuesto maquillaje de sus cuentas aunque finalmente su imputación quedó archivada. No obstante, el tribunal les llamó para que explicaran como testigos los mecanismos de control en Bankia así como la supervisión que realizaron los equipos designados en la entidad. Máxime cuando José Antonio Casaus desveló que el supervisor temía el desenlace del banco presidido por Rodrigo Rato aunque plasmaran lo contrario en sus informes oficiales. 

El tribunal que les juzgó -que fue el mismo que condenó a los usuarios de las 'black'- no le dio credibilidad testimonio y reafirmó la tesis oficial del Banco de España. La absolución de todos los acusados ha abierto la veda a que Comín afronte esta nueva etapa al frente del Sepblac libre de cualquier sospecha sobre el papel del Banco de España en el caso Bankia. Este hecho, ha dejado vía libre para su vuelta a las instituciones y lo hará por la puerta grande, en uno de los organismos de control más importantes, pese a que su actividad rara vez acapara titulares. 

La Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (CPBCIM), órgano que está formado por representantes del Tesoro, Fiscalía, Anticorrupción, el Consejo General del Poder Judicial, el Banco de España, CNMV, Seguros, Guardia Civil, CNI y Policía Nacional y presidido por Ana de la Cueva, secretaria de Estado de Economía, ha elegido a Comín para ocupar el puesto de Juan Manuel Vega. Sus funciones pasarán por supervisar la posible comisión de delitos relacionados con el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

En el ejercicio de su labor supervisora, el Sepblac también impone sanciones como la que recibió Bankinter al no haber puesto los límites de prevención necesarios en una de sus operaciones. Del mismo modo, este organismo cuenta con una unidad de inteligencia financiera que analiza los indicios de comisión de delitos de este tipo y cuenta con la máxima calificación internacional.

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