El aguacate, la chía, la quinoa o los frutos secos son algunos de los productos cuyo consumo más ha crecido en los últimos tiempos. Son algunos de los considerados como superalimentos por los beneficios que tienen para nuestra salud y los grandes aportes nutricionales para nuestro cuerpo. Este término 'marketiniano' es cada vez más común, aunque expertos, dietistas y científicos de nutrición huyen de él ya que no siempre existe evidencia científica. Pero recientes estudios elevan a la moringa como un nuevo superalimento.
La moringa (Moringa oleifera), también llamada árbol de la vida, es una planta de origen tropical que cada vez se consume más en EEUU como complemento dietético y que se está haciendo un hueco en diferentes productos de la industria alimentaria. La parte más utilizada es la hoja, donde se concentran la mayor parte de los antioxidantes, aunque también se consumen otras partes como las raíces, la semillas o los frutos.
De las hojas se obtiene un polvo seco rico en proteínas, vitamina A, calcio, potasio, triptófano, arginina, vitamina C y minerales como hierro, carotenoides, quercetina. De hecho, tradicionalmente se ha empleado como planta medicinal, ya que a la moringa se le atribuyen propiedades médicas y farmacológicas.
¿Qué beneficios nos aporta? ¿Y los efectos secundarios?
Un estudio del Departamento de Química de la Universidad de Agricultura de Faisalabad, en Pakistán, y recogido por Eroski Consumer, revela sus "sus acciones cardiotónicas y cardiocirculatorias, antihipertensivas y diuréticas, antiinflamatorias y antiespasmódicas, de mejora del control de la diabetes y de reducción del colesterol".
El consumo de esta planta también aumenta la capacidad respiratoria y ayuda a combatir el asma, facilita la pérdida de peso, combate la anemia, aumenta las defensas del organismo, posee efecto antiinflamatorio, hidrata nuestra piel y mejora la visión, entre otros beneficios.
Pero también es importante conocer los posibles efectos secundarios de su consumo. No está recomendado los hipoglucémicos ni para los propensos al insomnio y en ayunas puede producir acidez gástrica.
Uso en la cocina: en qué recetas se puede incluir
Para comprar moringa en España, lo más recomendable es hacerlo en un herbolario o tienda de nutrición especial. Allí venden las hojas frescas o ya cocidas para consumirlas. Tradicionalmente, los polvos de esta planta se han utilizado para hacer tés o infusiones, pero cada vez se ha extendido más su uso y se ha hecho un hueco en todo tipo de platos.
La moringa se puede agregar a ensaladas o como condimento en los guisos, a los que aportará un sabor ligeramente picante. En varios países, se agrega como aderezo a recetas de arroz o sopa. Si le añadimos agua a los polvos de moringa, también podemos consumirla en forma de zumo.
También hay que destacar que el aceite que se extrae de la semilla de la moringa es mejor que muchos otros de los aceites covencionales por sus composición, en la que hay una importante presencia de ácido oleico, como en el aceite de oliva. Ademas, de las vainas y las hojas, se puede extraer un judo diurético que también ayuda a reducir la presión arterial.
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