El elixir dorado

Ghee, el superalimento que sustituye a la mantequilla y cuida nuestro corazón

Este producto es uno de los más preciados de la cocina india por los beneficios para la salud. Es más ligero que la mantequilla y no contiene proteínas ni agua.

Ghee, la mantequilla saludable
Ghee, la mantequilla saludable
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Lo más normal es que nunca hayas oído hablar de este producto, pero el ghee es uno de los alimentos más codiciados de la cocina india. Se trata de mantequilla clarificada, es decir, no contiene proteínas ni agua. Está considerado un superalimento por los beneficios que aporta a nuestra salud y podemos utilizarlo como sustituto de la mantequilla tradicional en nuestras recetas. Además, podemos elaborarlo nosotros mismos en casa.

Durante su elaboración se eliminan los sólidos de la leche (caseína y lactosa), por lo que se puede dejar a temperatura ambiente durante semanas sin que se estropee. Este es otro de los motivos por los que se utiliza desde hace miles de años. Así, tiene un gran protagonismo en países con climas cálidos como la India, Irán o Pakistán.

Propiedades y beneficios para la salud

El ghee, también conocido como elixir dorado, es un alimento más ligero que la mantequilla tradicional. Sus grasas de origen animal son saludables, como el ácido butírico, unos ácidos grasos antiinflamatorios que mantienen sano el revestimiento del intestino. Además, reduce los triglicéridos y aumenta los niveles de colesterol bueno HDL, según un estudio de Publimed. Al no contener las proteínas de la leche, es apto para los intolerantes a la lactosa.

El ghee también contiene ácido linoleico, que ayuda a reducir el colesterol, a perder grasa corporal y a disminuir la presión arterial. La vitamina K2 favorece la coagulación sanguínea, es decir, es un producto con beneficios cardiovasculares que mejoran de forma directa a la salud de nuestro corazón. Además, las grasas saturadas saludables que contiene son más fáciles de digerir para nuestro organismo. Así, permite que se absorban mejor las vitaminas y minerales que contienen otros alimentos. 

Por sí mismo, es una fuente de omega-3vitaminas A, D, E y K2, que ayuda a mantener fuertes nuestros huesos. También contiene minerales como calcio, fósforo, cromo, zinc, cobre y selenio. A nivel nutricional, también hay que destacar que contiene unas 700kcal cada 100g, pero al ser bastante saciante, no hace falta utilizar una gran cantidad y puede ayudar a perder peso.

Entre otros de sus beneficios, podemos destacar que ayuda a mejorar la vista, controlar la diabetes o evitar su aparición y aliviar la tos. Además, si lo aplicamos sobre nuestra piel, reduce la inflamación de las articulaciones, hidrata y frena el envejecimiento de la dermis, hace las veces de protector labial y da brillo al cabello si se deja actuar unos minutos junto a un champú o aceite de oliva. Por este motivo se ha utilizado como base de la medicina ayurvédica.

Lo podemos usar en nuestras recetas

Este superalimento tiene un punto de humo alto, es decir, podemos someterlo a altas temperaturas sin que se queme y se vuelve tóxico. Así, produce menos acrilamida que los aceites vegetales. Por este motivo se utiliza como sustituto del aceite para freir. Además, lo podemos utilizar como sustituto de la mantequilla tradicional en cualquier plato, incluso para elaborar recetas de repostería, ya que tiene un sabor dulce.

Y podemos elaborarlo en casa

El precio del ghee ronda los 40 euros el kilo, una cantidad que multiplica los de la mantequilla tradicional. Pero esto no es un impedimento para introducirlo en nuestra cocina, ya que podemos elaborarlo nosotros en casa. Solo necesitamos una tarrina de mantequilla sin sal y cocerla a fuego medio en una cacerola. Después de unos minutos veremos cómo los sólidos van subiendo hacia la superficie.

Cuando la mantequilla empiece a hervir, estos sólidos desaparecen. Bajamos la temperatura del fuego, removemos y dejamos cocer unos minutos más mientras se va formando una capa de espuma. Entonces obtendremos un líquido anaranjado y tendremos nuestro ghee listo para dejarlo enfríar. Podemos guardarlo en un envase filtrándolo con un colador para evitar que se cuelen sedimentos y ya se puede utiliazar como ingrediente en nuestros platos.

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