El pan integral es ideal para aquellos que quieren acompañar su comida sin sumar kilos de más a la báscula. Hasta hace un año lo comprábamos sin ser conscientes de que no era 100% integral. Para evitar esta 'trampa' de la industria, en julio de 2019 cambió la norma de calidad del pan, conocida como la ley del pan. Más de un año después podemos comprobar si las marcas cumplen revisando la lista de ingredientes de los diferentes productos.
Aprobado por Real Decreto 308/2019, esta normativa exige unos requisitos más estrictos para que se considere pan integral: es obligatorio que el 100% de la harina empleada sea integral. Anteriormente, con la ley de 1984, se podía vender como pan integral con cualquiera que tuviera solo un pequeño porcentaje. Y las marcas lo aprovechaban, como analizamos entonces.
La industria del pan lo hacía porque la harina integral es más cara y más difícil de trabajar. En realidad eran harinas blancas refinadas a las que se les añadía el salvado, maltas y otros ingredientes que le aportaban un tono oscuro al pan. Pero la harina integral es aquella que se ha molido con el grano completo, incluyendo también el germen del cereal. En esa parte es donde están los nutrientes más interesantes para nosotros.
Repasamos el pan envasado de los supermercados, pan de molde, panecillos y demás variedades para ver cómo han cambiado los envases las diferentes marcas y cuáles hacen juegos de palabras para mantener la denominación de integral bordeando la ley.
Recondo integral
En la caja de estos panecillos tostados de la marca Recondo, una de las que mayor cuota de mercado tiene en este tipo de alimentos, se pueden leer mensajes que invitan a comprarlo como 'receta mejorada, ' alto en fibras' o 'integral'. La realidad es que en el listado de ingredientes vemos que contiene un 51% de harina integral de trigo, otro porcentaje de harina y otro de harina de trigo malteada, aunque no se especifica la cantidad.
Alcampo, pan con harina integral
En Alcampo encontramos esta barra de pan por 0,89 euros que se vende como 'pan con harina integral', algo que nadie puede decir que sea falso, pero no es 100% integral. Como se puede ver en su tienda online, contiene un 70% de harina integral de trigo, mientras que el resto es harina de trigo y un pequeño porcentaje de harina integral de centeno. Su pan 100% integral cuesta 1,79 euros.
DIA, pan integral
Solo con ver su precio, 0,75 euros el paquete de 600 gramos, podemos sospechar que no es 100% integral. Algo que se confirma al revisar el listado de ingredientes. Se indica que solo un 32% del total del producto (no de la harina) es integral. También contiene harina de trigo.
Mercadona, 82% integral
Entre lo más importante que se ha conseguido gracias a la nueva ley, es que en algunos envoltorios podemos ver fácilmente el porcentaje de harina integral que se utiliza. En el caso de este producto de Mercadona, ahora muestra que es 82% integral de centeno. Anteriormente no hacía referencia a esa cantidad.
Lidl, panecillo con 30% harina integral
Igual que Mercadona, Lidl ha modificado el nombre del producto. En su caso, lo ha llamado panecillo con 30% harina integral para informar exactamente del porcentaje que contiene. Porque está elaborado con un 69% de harina de trigo y un 1% de harina negra de malta de trigo, como informan en su web. También la rústica integral ha pasado a llamarse rústica integral 70%.
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