4 trucos para ganar 1.000 euros al mes en trabajos secundarios como esta joven

Justo en los meses anteriores de la pandemia, la capacidad de ahorro de las familias se volvía a situar en niveles precrisis, la curva de la tasa de empleo estaba en formato ascendente y hasta seis de cada diez empresas se planteaban una subida de salario a sus empleados, según un informe publicado a principios de 2020 por Adecco e Infoempleo. Planes que desbarató por completo la llegada del coronavirus que ha generado una de las mayores recesiones que se recuerdan, al menos de la época reciente. Ahora, el número de parados y afectados por un ERTE ya se acerca a la cifra de los cuatro millones y las condiciones laborales, no sólo no han mejorado, sino que en muchos casos han empeorado.

En una crisis de tal magnitud, son muchos los que han optado, o se han visto obligados a reinventarse: desde vender objetos olvidados que tenían en casa, monedas o hasta buscando pequeños empleos o actividades secundarias que compaginar con el trabajo. Pero, ¿realmente es posible sacar beneficio de esos negocios extra para que nos permitan llegar con comodidad a final de mes?

Marjolein, que prefiere usar su nombre de pila, es la fundadora de Radical Fire, una plataforma en la que habla sobre cómo ahorrar, ganar más dinero, invertir… en definitiva, claves para alcanzar la tan ansiada independencia financiera. Precisamente, esta joven lleva desde su adolescencia realizando trabajos secundarios que le han acabado reportando hasta 1.000 euros mensuales. Así lo explica en la CNBC, donde ofrece varios trucos para hacer que esas actividades extra acaben reportando beneficios.

1. Establecer metas y acabar con los malos hábitos

Cuando Marjolein se graduó en la universidad, encontró su primer trabajo en 2018. "No estaba acostumbrada a tener beneficios en mi cuenta bancaria y me resultaba difícil administrarlos", explica. Entonces, cometía el error de gastar la mayor parte de lo que generaba en un mes. Cuando analizó sus últimos movimientos de dinero, se percató del cambio que debía acometer para empezar a lograr la libertad financiera.

"Si quería alcanzar ese objetivo, me di cuenta de que la forma en que manejaba mis finanzas tenía que cambiar. Decidí leer todo sobre el tema: blogs, revistas, libros…", detalla Marjolein. Empezó a poner en práctica toda la teoría aprendida y abrió su blog Radical Fire a principios de 2019. Desde ese momento, "he publicado un informe mensual de mis gastos, mis ingresos pasivos y los ingresos de mis actividades secundarias", dice. "Quiero mostrarle a la gente lo que estoy haciendo para alcanzar mis objetivos y motivarlos a perseguir sus propios sueños", añade.

2. Una gran inversión no es necesaria

En muchas ocasiones, parece que el emprendimiento va ligado a una gran inversión, pero nada más lejos de la realidad. Lo importante de las actividades secundarias (además de que debemos elegir una que sea de nuestro agrado), es que hay muchas que se pueden iniciar con un presupuesto bajo. Por ejemplo, en el caso de Marjolein el único desembolso económico que tuvo hacer fue pagar el dominio de la página web, que eran, alrededor de unos 60 euros anuales. Por ir más al detalle: unos cinco euros al mes.

Y en este caso, ¿qué ocurría con la programación, el diseño, la acción en redes sociales? Lo positivo de Internet y de casi esa sobreinformación que existe hoy en día es que se pueden encontrar pequeños cursos o tutoriales totalmente gratuitas. "Lo único que hace falta es algo de curiosidad", apunta Marjolein.

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3. Tener paciencia

Es fundamental. Cuando comienzas una actividad secundaria, es casi imposible que lleguen grandes beneficios de golpe, o incluso durante los primeros meses. "Se necesita tiempo", dice. Marjolein obtenía, al principio, menos de 100 euros mensuales por el blog.

Así lo explica esta joven: "Hay que tener en cuenta de que esto es un juego a largo plazo. No hay necesidad de apresurarse y agotarse. Especialmente, si se está haciendo malabarismos para compaginar esta actividad con otras responsabilidades, mi consejo es ir paso a paso, asignar el tiempo que le corresponda a cada cosa y encontrar un ritmo que se adapte a su horario".

Por ir a la práctica: si ponemos los dos últimos puntos de ejemplo, una práctica eficiente sería invertir algo de dinero en herramientas que nos ayuden a optimizar nuestro trabajo y así ahorrar tiempo. En el caso de un blog, podrían ser aquellas destinadas a programar publicaciones, redes sociales, vídeos, etc.

4. Una rutina que funcione

Otro de los trucos fundamentales para que una actividad prospere es el orden, y aquí es donde entra una rutina. Lo ideal es establecer unos horarios que acaben convirtiéndose en nuestro modo de vida. La idea antes de iniciar algo es buscar de dónde podría ‘sacar’ una hora todos los días para dedicarla al objetivo fijado.