Aislada de ruidos

2021 va camino de ser el año con más récords en Wall Street: sus peligros

El S&P500 de momento ha trazado máximos en 56 ocasiones y no parece que, al menos en el corto plazo, vaya a tirar por tierra esa dinámica tan explosiva.

La volatilidad vuelve a dispararse en Wall Street.
La volatilidad vuelve a dispararse en Wall Street.
DPA vía Europa Press

Más de 18 meses desde que empezó la pandemia del covid-19, todavía no podemos analizar las perspectivas económicas sin considerar primero si el riesgo sanitario se deteriorará o mejorará en los próximos meses. Las previsiones se ajustan a la fiesta en función de la circulación del virus, mientras Wall Street celebra progresivamente nuevos máximos históricos. No hay quién pare la música del S&P 500.

La bolsa estadounidense vive aislada de los ruidos que muchos economistas advierten. Está ante su propia película y telegrafía proyecciones cada vez más alcistas. Ni actuaciones posibles de bancos centrales ni el impulso de la variante Delta. Nada está alterando la hoja de ruta al alza. 2021 va camino de convertirse para el S&P 500 en el ejercicio con la consecución de mayores máximos históricos alcanzados en un mismo año. De momento ha trazado récords en 56 ocasiones y no parece que, al menos en el corto plazo, vaya a tirar por tierra esa dinámica tan explosiva.

En el primer semestre de 2021, tras la puesta en marcha de las campañas de vacunación y el levantamiento de las restricciones, el movimiento giró en sentido contrario. Las perspectivas económicas mundiales trimestrales del FMI son un buen ejemplo de este enfoque de ensayo y error.

Con la nueva ola de la variante Delta, parece que el pico de optimismo ha pasado, al menos en los países que están más adelantados en la etapa de recuperación, como China y Estados Unidos, pero no es una dinámica que esté teniendo correlación en la bolsa. Más bien, como se observa en los datos, es todo lo contrario.

El foco de preocupación es qué ha sucedido cuando, en otras ocasiones, los inversores han impulsado al selectivo de referencia en Estados Unidos a cosechar máximos tras máximos. En este sentido, la realidad dibuja algo de preocupación sobre lo que puede observarse de cara a los próximos meses.

Un informe de Bank of America muestra los periodos en los que se han batido más récords en un mismo año en el S&P 500. 1995 (77 máximos históricos en un mismo ejercicio), 2017 (62), 1964 (62) o 1928 (59) son los periodos reinantes, teniendo en cuenta estas variables. Pero en quinto lugar, efectivamente, aparece ya el 2021, a falta de 4 meses para que concluya el año.

¿Qué llama la atención de esos años en concreto? Especialmente, las correcciones o las grandes crisis que llegaron a continuación. 1995 empezó a ser el año en el que se gestó la burbuja de las puntcom; 2017 fue el llamado “icarus trade” tras el paso en falso de la Fed con los tipos de interés; 1964 se conquistó el mayor pico en Wall Street antes de una fugaz caída; mientras que en 1928 dio lugar un tremendo rally alcista que terminó con la Gran Recesión de 1929.

Los movimientos de los institucionales

Son solo datos. Pero no deja de ser un aviso a navegantes y una referencia sobre lo que ha sucedido en otras etapas similares en el mercado norteamericano a la actual. Los expertos ya lo tienen en cuenta. Los inversores están preparando sus carteras para la posible volatilidad del mercado bursátil, incluso cuando la renta variable se acerca a nuevos máximos tras registrar siete meses consecutivos de ganancias.

Los servicios públicos son el sector más rentable del S&P 500 en lo que va de trimestre, con una ganancia del 10,2%. Les han seguido otros destinos populares para los inversores nerviosos, como el sector inmobiliario y el sanitario.

En los mercados de derivados, la diferencia de precio entre el contrato de futuros del índice de volatilidad Cboe del mes anterior y el propio índice VIX es mayor de lo que ha sido en un 85% del tiempo en los últimos cinco años. Esto sugiere que algunos inversores esperan que la calma en las acciones dé paso a oscilaciones de precios más pronunciadas en las próximas semanas y meses.

“Ha sido un año de rendimientos positivos del mercado, pero es un mercado alcista que tiene un trasfondo bastante defensivo”, dice Saira Malik, directora de renta variable mundial de la gestora de fondos Nuveen Investments. La demanda de protección frente a las caídas ilustra un dilema que ha atormentado a los inversores en varios momentos de la subida del mercado tras la pandemia.

El índice S&P 500 Utilities tiene un rendimiento de alrededor del 3%, mientras que el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años se situó el viernes en torno al 1,33%. “El muro de la preocupación se vislumbra en el horizonte… pero la principal razón por la que los valores defensivos se mantienen relativamente bien es el flujo de ingresos que conllevan”, concreta Terry Sandven, estratega jefe de renta variable de U.S. Bank Wealth Management.

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