El gobierno de coalición alemán presidido por Angela Merkel ha dado luz verde a última hora de la noche a un megapaquete de estímulo de 130.000 millones de euros para tratar de paliar los efectos del coronavirus sobre la primera economía europea. El plan, que incluye rebajas de impuestos y un cheque por hijo de 300 euros, es el segundo 'bazuca' que lanza la locomotora europea, tras los 156.000 millones de euros aprobados el pasado mes de marzo. El estímulo sale adelante justo antes de la reunión de junio del Banco Central Europeo (BCE), organismo que ha venido pidiendo a los gobiernos del área su apoyo fiscal para poder atajar esta crisis.
El acuerdo prevé el apoyo federal a las familias y a los gobiernos locales más afectados por la pandemia e incluye, al margen del cheque o bonificación por hijo, una rebaja del IVA - del 19 al 16% en el tipo normal y del 7 al 5% en el tipo reducido- que se mantendrá vigente desde el próximo 1 de julio y hasta el 31 de diciembre. Incorpora además ayudas para la adquisición de coches eléctricos.
El programa incorpora una reducción en los precios de la electricidad para los consumidores a través de un recorte en el impuesto que subsidia las energías solar y eólica. También, un paquete de "ayuda puente" de 25.000 millones del que las empresas de hostelería (hoteles, restaurantes, bares y clubes), que han sido particularmente afectadas por el coronavirus, podrán disponer de aquí a agosto. Los socios de la coalición han comprometido un "paquete futuro" de 50.000 millones con medidas para promover la inversión en investigación en áreas como la inteligencia artificial.
La peor crisis desde la II Guerra Mundial
El objetivo de esta medida es estimular la demanda de los consumidores a medida que Alemania lleva a cabo la desescalada de su economía y la vida pública vuelve gradualmente a la normalidad. El país, que afronta a causa de la pandemia la peor recesión desde la II Guerra Mundial, prevé que su PIB se contraiga un 6,3 por ciento este año. La perspectiva oficial es algo más optimista que la lanzada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus previsiones de primavera, puesto que el organismo calcula un retroceso del 7% en la actividad germana.
Del montante total del paquete, la gran mayoría (120.000 millones de euros) los aportará el gobierno federal, mientras que el resto correrán a cargo de las regiones y municipios. Olaf Scholz, ministro de finanzas, aseguró anoche que las nuevas medidas de estímulo requerirían un presupuesto de emergencia adicional para este año, pero que ese montante adicional es "manejable".
Finalmente, su alcance económico ha sido algo mayor de lo previsto inicialmente (se llegó a hablar de una cifra de 100.000 millones de euros). Las cúpulas de los tres partidos que conforman el ejecutivo germano -la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD)- acordaron los términos del plan tras dos días de reuniones.
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