Cuarto mes al alza

BBVA fía su recuperación a su lado turco con la lira a la cabeza de las emergentes

La moneda de Turquía vuelve a niveles de junio de 2020 frente al dólar tras recuperar un 20% de su valor en apenas cuatro meses por las expectativas que ha abierto la vacuna contra el Covid.

Onur Genç, consejero delegado de BBVA.
Onur Genç, consejero delegado de BBVA.
L. I. / BBVA / Archivo

La lira se ha convertido en la estrella que más brilla en los mercados emergentes. Su valor a toda máquina desde noviembre. Para las empresas y particulares en España tendrá no pocas consecuencias. La compra de series turcas serán menos accesibles para Antena 3 (Mujer), Telecinco (Love is in the air) o Netflix (Hakan) tras el reciente boom de producciones de este país. También sus famosos implantes capilares serán más caros. Pero quien más lo va a notar será una de las grandes marcas del Ibex 35.

BBVA, liderado por Carlos Torres y el turco Onur Genç, se frota las manos porque Turquía es uno de sus mercados principales y durante 2020 había vuelto a colocarse en el punto de mira de los inversores por la crisis de divisa que atravesaba el país. La lira llegó a desplomarse un 30% de enero a octubre. Su filial allí suponía el 8% de sus activos (60.000 millones de euros) al cierre de 2020, el 9,1% si se excluye a BBVA USA, vendido a PNC ese mes. 

Pero en noviembre se produjo el punto de inflexión que se ha acelerado en las últimas semanas. Primero por el anuncio de la vacuna de Pfizer-Biontech contra el Covid-19, que se tradujo en un incremento del apetito por el riesgo de los mercados emergentes. Después, la venta del negocio en EEUU eliminó la tensión que vivía la entidad española por la incertidumbre de Turquía y México. Finalmente, la política de subidas agresivas de tipos han terminado de propulsar a una de las divisas más castigadas entre 2019 y 2020.

En menos de cuatro meses, la lira turca se ha disparado más del 20%, pasando de cotizar en 0,119 dólares a 0,143, su nivel más alto desde junio de 2020. Los problemas de inflación y recesión que vivió la economía turca tras el Covid-19 dejaron paso a una de las fotografías más dinámicas de la recuperación. En Turquía, donde opera a través de su filial Garanti, la inversión crediticia en moneda local se disparó un 33,6% interanual en el cuarto trimestre gracias al segmento de empresas y consumo, mientras que los préstamos en moneda extranjera ‘solo’ descendieron un 5,4% por el desplome de la lira. Este efecto sopla a favor del balance del banco desde entonces por la apreciación de la moneda euroasiática.

El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, mantiene desde finales de 2019 una fe ciega en la marcha de su país natal. "Turquía está siendo la gran sorpresa positiva de este año", dijo en repetidas ocasiones hasta bien entrado 2020. La crisis del Covid-19 hizo un paréntesis en esa historia y ha postergado la cosecha de resultados hasta ahora. 

En 2020, los depósitos de clientes en liras crecieron un 25,5%, y un 7,9% los de moneda extranjera. El margen de intereses aumentó un 25,2% en el ejercicio y un 35% el margen neto, que relaciona los beneficios con los ingresos, el control de costes y el resultado financiero. De este modo, BBVA disparó sus ganancias en el país un 41% interanual, hasta 563 millones de euros, con un tasa de mora del 6,58% y de cobertura en el 79,9%.

Desde el 9 de noviembre, la lira se ha apreciado un 20%, cuatro veces más que el peso mexicano (+5%), la divisa más importante para los resultados del grupo tras el euro. La cotización del banco se dispara un 80%, de 2,5 a 4,5 euros, desde esa fecha clave en la que confluyen la llegada de la esperanza de la vacuna contra el Covid-19, la venta de la filial en EEUU y la recuperación del mercado turco. Ninguna otra empresa española tiene tanta exposición al gigante que une Europa con Oriente Medio.

El oasis con tipos al 17%

Ningún otro país ha terminado 2020 con un vigor similar al turco ni tiene perspectivas similares. Según el cuadro macro recopilado por el propio BBVA para un ‘escenario favorable’, España habría cerrado el año pandémico con una caída de su PIB del 11,2% y un desempleo del 16,4%. En 2021 crecerá un 6,6% pero el paro seguirá en el 16%. México, donde opera la franquicia bancaria líder (Bancomer), vio desplomarse un 8,8% su PIB y crecerá al 4,5% en 2021. Como contrapeso, Turquía será una de las pocas economías del mundo que termine el pasado año en positivo, de acuerdo con este pronóstico, con un incremento del 2% de su PIB y crecerá al 9% este año.

El crecimiento de la actividad de crédito contrasta con el duro escenario monetario que vive Turquía. A diferencia de otros países donde se han bajado los tipos de interés y se mantienen políticas ultra-expansivas (EEUU, Europa, Reino Unido…), Turquía se embarcó tras el verano de 2020 en una carrera por subir tipos y estabilizar a la lira, su principal prioridad. El gobernador del banco central, Naci Agbal, es consciente de ello y por eso declaró hace menos de una semana que “no parece posible poner recortes de tasas de interés en la agenda este año”, y agregó que se podrían volver a subir si fuera necesario.

Estos comentarios siguen impulsando a lira hasta situarse por debajo del nivel de 7 unidades por dólar por primera vez en casi ocho meses. “La narrativa de recuperación de los activos turcos se ha visto reforzada por las declaraciones del gobernador”, señaló a 'Reuters' el estratega de Société Générale, Phoenix Kalen. Con Agbal, los tipos subieron del 10% al 17%, con lo que sitúa a Turquía como el más estricto en materia monetaria y en un oasis en el mundo de los tipos cero que minan la rentabilidad de la banca. BBVA, a través del Garanti, puede beneficiarse de ese escenario favorable para el viejo negocio bancario, que consiste en intermediar entre el cobro de préstamos y el pago de los depósitos. 

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