Previos al estado de alarma

La mano visible del BCE baja el coste de la deuda pública española a mínimos

Todos los vencimientos inferiores a siete años registrando rentabilidades negativas de forma que abaratan el endeudamiento del estado ante su mayor ola de emisiones desde la anterior crisis financiera.

Lagarde es la presidenta del BCE.
Lagarde es la presidenta del BCE.
L. I. / Archivo

La acción implacable del Banco Central Europeo (BCE) para sostener a las economías del área del euro está rebajando de forma notable los costes de financiación para los periféricos. Las compras netas de activos por parte del organismo a través de su programa antipandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) han superado el umbral del medio billón de euros apenas cinco meses después de echar a andar.

El alivio que éste y otras medidas excepcionales adoptadas por la entidad está siendo evidente para países como España.  El coste de la deuda pública de nuestro país cae a la zona de mínimos históricos previos al estado de alarma, con todos los vencimientos inferiores a siete años registrando rentabilidades negativas.

Bajo la batuta de Christine Lagarde, el emisor ha destinado más de 64.400 millones de euros a la adquisición de deuda soberana española a través de sus distintos programas de compra de activos que están en marcha desde marzo. Esta cantidad incluye al menos 46.111 millones en compras de emergencia contra la pandemia (PEPP) y otros 18.306 millones a través del programa de compras de deuda soberana PSPP, según datos de la entidad. El efecto de este bazuca en el mercado secundario de la deuda ha sido evidente.

La rentabilidad del bono a diez años español, la referencia nacional, ha llegado a tocar en las últimas horas el 0,243%, lo que supone su nivel más bajo desde antes de que se decretase el estado de alarma. Los inversores están dispuestos a pagar un interés por colocar su dinero en deuda de países como el nuestro que tienen detrás el apoyo del emisor.

La prima de riesgo española, el sobrecoste que se exige a nuestro país por emitir deuda en relación a lo que paga Alemania, ha llegado a caer hasta 75 puntos básicos, en lo que supone su nivel más bajo desde el pasado 26 de febrero, cuando la pandemia de coronavirus empezaba a azotar con más dureza a nuestro país. 

El riesgo país español se ha rebajado, así, más del 53% desde el pico que tocó el pasado 18 marzo, cuando llegó a situarse por encima de los 160 puntos básicos. Ese nivel, que se alcanzó en los peores momentos de la crisis sanitaria en nuestro país y cuando la economía permanecía prácticamente paralizada por el confinamiento decretado por Moncloa, supuso la mayor diferencia entre el interés exigido a España en relación a Alemania desde principios de 2017.

El coste de la deuda pública española es el que más se ha reducido en los últimos meses gracias a la acción del BCE tan solo por detrás del griego. La prima de riesgo helena ha caído un 61% desde los máximos que tocó a mediados de marzo por encima de los 400 puntos básicos. Esta semana ha llegado a moverse en un mínimo de 155 puntos, aunque a finales de agosto llegó a cotizar incluso por debajo de ese nivel, en 148 puntos.

El riesgo país portugués desciende un 53% desde el techo que marcó en marzo (166 puntos) y se mueve en el entorno de los 77 puntos básicos, muy próximo al español. Mientras que en el caso de Italia, su prima de riesgo se ha reducido un 49% desde los 276 puntos que marcó en los peores momentos de la crisis en el país, con el número de contagios disparados en marzo. Ahora se sitúa en 144 puntos. 

En este escenario, el Tesoro Público ha colocado en las últimas horas 4.233 millones de euros en bonos y obligaciones del Estado en la que ha sido su segunda subasta de la semana, y lo ha hecho en todos los casos a tipos de interés más bajos que en las emisiones anteriores.

En concreto, ha adjudicado 675 millones en bonos a tres años, 935 millones en obligaciones a siete años, 1.090 millones en obligaciones con una vida residual de 20 años y diez meses, y 1.533 millones en obligaciones a 30 años. 

Para las últimas, las de plazo más largo, ha rebajado el interés marginal al 1,102% desde el 1,217% al que colocó deuda con este mismo vencimiento a mediados de agosto. Tanto en los bonos a siete como a tres años la rentabilidad ha sido negativa: del -0,033% en el tres años y del -0,437% en el caso de los segundos.

Con esta subasta, el Tesoro cierra las operaciones previstas para este mes después de que el día 3 captase 4.521 millones de euros en Bonos y Obligaciones, cinco días después obtuviera otros 6.346 millones y el pasado martes colocase 1.750 millones en Letras.

Mostrar comentarios