Terremoto en Wall Street

'Big short squeeze': la historia detrás de la carnicería bajista sobre Gamestop

Una masa de inversores particulares comprando acciones, espoleada por influencers en redes sociales como Reddit, Discord o Twitter, deja bloqueados a los cortos en una subida del 2.700% en la acción

Una de las tiendas de Gamestop en EEUU.
Una de las tiendas de Gamestop en EEUU.
EFE

¿Una rebelión del pueblo contra las élites? ¿Pequeños inversores poniendo contra las cuerdas a ‘hedge funds’ de Wall Street? ¿Malos contra buenos? La interpretación simple e infantil de lo ocurrido con Gamestop poco tiene que ver con los datos y la versión adulta. La verdadera historia detrás del terremoto bursátil no parece tan idealista, amateur o espontánea conforme se comienzan a conocer más detalles de la operativa sobre sus acciones durante las últimas semanas. Al contrario, todo apunta una sofisticada estrategia diseñada por inversores profesionales, respaldada por millonarios, influencers y una masa de particulares comprando acciones en la fase final de una escalada bursátil de hasta el 2.700% en enero.

La explosión al alza en la cotización de Gamestop estuvo marcada por un estrangulamiento de las posiciones bajistas (short squeeze) sobre la compañía, equivalentes al 100% de su capital social y hasta el 150% de su free float (acciones que cotizan libremente y no están cautivas en manos de accionistas estables). Con ese escenario, la escalada bursátil dejó prácticamente sin liquidez y contrapartida para poder recomprar -y liquidar la posición- a los inversores en corto. Grandes firmas bajistas como Citron Research o Melvin Capital han liderado las pérdidas de miles de millones de dólares con Gamestop. Las dos firmas dijeron que habían logrado cerrar sus cortos en operaciones fuera de mercado con pérdidas próximas al 100%. La firma especializada S3 Partners estimó que, sólo el miércoles, los operadores en corto perdieron más de 14.000 millones de dólares.

Tras marcar un máximo en los 469 dólares por acción (o más de 30.000 millones de dólares de capitalización), el grupo terminó de dibujar una curva vertical desde los 18 dólares con que comenzó 2021 (+2.700%) o los 4 dólares en que se movía en agosto (+11.600%). Fue el momento más tenso de la sesión, previo a que algunas de los principales brókeres de Wall Street instaurasen restricciones a la compra de acciones y opciones en Gamestop, cuya cotización se desplomó un 44% al cierre, hasta 193 dólares. La misma suerte corrió la cadena de cines AMC, que bajó un 56% después de subir un 300% el miércoles. Blackberry cedió un 41% tras llegar a multiplicar su precio por cuatro en 2021.

Burry, Cohen, Musk, Palihapitiya y el detonante Citron

¿Dónde se origina el desmadre a la americana de Gamestop? Hay quien señala a la presencia en el accionariado de Michael Burry, el gestor que inspira el personaje de Christian Bale en la película ‘La gran apuesta’ (The Big Short), como uno de los grandes atractivos de la empresa en los foros de inversores. De hecho, el fundador de Scion Capital compró un paquete de casi 3 millones de acciones el pasado verano a poco más de 4 dólares y mantenía 1,7 millones en enero. El imaginario colectivo de foros como Walltreetbets en Reddit mantenía a Burry como uno de sus oráculos ‘contrarians’ capaz de ver lo que nadie como hizo en su histórica apuesta bajista contra las hipotecas subprime en 2007. Esta vez, su posición era alcista en Gamestop frente a un ejército de inversores bajistas.

El atractivo de la presencia de Burry en Gamestop atrajo a finales de 2020 a una primera ola de seguidores estudiosos de sus movimientos y comenzaron a analizar la compañía de tiendas de videojuegos físicos, con problemas evidentes en la era del streaming y los efectos del Covid-19 sobre el comercio minorista. Gamestop subió de 4 a 18 dólares en tres meses. La segunda gran ola de accionistas llegó el pasado 11 de enero, cuando el empresario Ryan Cohen, fundador de Chewy.com, tomó una participación del 13% (9 millones de acciones) y alcanzó un acuerdo para acelerar la estrategia de comercio electrónico. La cotización se duplicó de 18 a 40 dólares en solo 3 sesiones.

Pero solo una semana después llegó el gran detonante de la locura de Gamestop en Wall Street. Fue el "momento del encendido del barril de pólvora" según Bob Sloan, director general de S3 Partners, referencia a la hora de seguir la evolución de los cortos en una acción. El martes 19, el fundador de Citron Capital, Andrew Left, lanzó una recomendación de venta en corto sobre la compañía de 40 a 20 dólares, pero pecó de soberbia, ofensa y bravuconería: “Las cinco razones por las que los compradores de GameStop a estos niveles son los tontos de este juego de póquer”. La proclama activó una reacción en masa entre los millones de usuarios de Wallstreetbets de Reddit que desembocó en una campaña de grave acoso en redes y teléfonico sobre Left, que tuvo que abandonar el grupo.

La batalla de las opciones

Pero hubo más. Los foreros comenzaron a coordinarse a través de canales en Telegram y Discord para disparar la cotización en bolsa de Gamestop y poner en aprietos a los hedge funds en corto que, como Citron, estaban posicionados a la baja sobre la empresa de videojuegos a la espera de que cayese la cotización. La estrategia estaba diseñada para atraer al máximo número de aliados y potenciales inversores a la causa, aunque tenía un ingrediente secreto: las opciones call (alcistas) sobre acciones. Como detalla este artículo en Rankia, la mayor comunidad financiera en español, el volumen de actividad en estos derivados financieros se dispararon durante la semana pasada, en especial, en opciones call fuera de dinero (OTM), es decir, cuyo precio de ejercicio está muy lejos del subyacente. Estos contratos llegaron a registrar compras de 1.000 millones de dólares en un solo día.

Bien, ¿pero qué es una opción de compra (call)? Se trata de un derivado financiero que da el derecho, pero no la obligación, de comprar acciones a futuro a un precio predeterminado (strike) a cambio de pagar una prima. Sin embargo, un grupo de inversores comenzó una compra masiva de estas opciones y activaron una nueva fuerza compradora en la acción de Gamestop: los propios creadores de mercado. Estos grandes brókeres son los encargados de dar liquidez y contrapartida a los inversores, pero deben cubrirse el riesgo y, para ello, tienen que adquirir las acciones por si tienen que ejecutar el contrato y entregarlas.

El movimiento parecía imitar la apuesta con derivados que realizó Softbank sobre el Nasdaq entre septiembre y diciembre de 2020 con miles de millones de dólares. Al igual que entonces, las opciones comenzaron a cobrar valor. En el caso de Gamestop se dispararon las opciones call con strikes en 60, 78, 105, 115 o 150, obligando a su vez a estos grandes brókeres a seguir comprando, al igual que a algunos inversores en corto que tenían que cerrar posiciones de forma acelerada. Ese enorme efecto bola de nieve que seguía creciendo, retroalimentándose y disparando la cotización

La guinda al fenómeno en el que aparentemente estaban involucrados pequeños inversores apareció con la recomendación de compra de calls a través de redes del supermillonario Chamath Palihapitiya, dueño de los Golden State Warriors y del grupo aeroespacial Virgin Galactic. Su intervención fue seguida de un alegato en defensa del inversor particular y contra las prácticas de los hedge funds bajistas de Wall Street, a quienes ha sufrido en su propia empresa.

El momento cumbre llegó cuando se involucró Elon Musk con sus 43 millones de seguidores en Twitter y su llamamiento al "Gamestonk". La segunda fortuna del mundo (180.000 millones) es el enemigo ‘número uno’ de los inversores en corto después de que durante años tuviesen contra las cuerdas a su empresa. El fundador de Tesla aprovechó la situación para cobrarse su particular venganza de bajistas como Citron y Melvin, ayudando a convertir en viral el mensaje de compra en Gamestop. Lo que no está claro todavía es que fuese otro de los pequeños 'redditers' que participó en la carnicería de los hedge funds en corto.

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