Ofensiva de Putin

Las bolsas entran en estado de guerra y nervios con el avance del 'gran oso' ruso

La decisión de Rusia de invadir Ucrania provocó una drástica huida de los inversores, pero el escenario bélico también altera las perspectivas económicas y añade volatilidad al mercado.

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DPA vía Europa Press

En la madrugada del 24 de febrero el ejército ruso inició la invasión de Ucrania por las supuestas "provocaciones" del Gobierno de Zelensky y la situación de la población del Donbás, aunque dos días después su incursión en el país ya llegaba a la capital, Kiev. La decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, se produjo cuando la vía diplomática para resolver el conflicto era todavía una opción, de hecho la orden rusa llegó al mismo tiempo que se celebraba el Consejo de Seguridad de la ONU, y los mercados globales se aferraban a ella. Sin embargo, el desenlace fue distinto y, según la apertura registrada, las bolsas mundiales no habían descontado la magnitud militar que finalmente adquirió el conflicto.  

La dimensión de los ataques del ejército ruso provocó una sacudida bursátil, pero el escenario bélico también repercute sobre las expectativas de política monetaria, que dieron alas a las principales plazas para recuperarse el viernes. Aún así, el resumen semanal es negativo con la incertidumbre de cuál es el objetivo final de Rusia. Un factor más que añade volatilidad a un mercado ya preocupado por las tensiones inflacionistas. Así, las caídas registradas en los últimos días encaminan a los grandes índices bursátiles a una tendencia bajista e, incluso de corrección. El S&P 500 retrocede un 8,5% desde su máximo histórico y el Nasdaq, casi un 15%. En la última semana, las bolsas europeas sufrieron el mayor castigo. El Dax alemán fue el índice más bajista de la semana con una caída superior al 3%, mientras que París se dejó un 2,5% y el Ibex, un 1,2%. Londres se desmarcó con subidas.

Pese al sentimiento bajista que arrastra Wall Street, su distancia geográfica respecto al conflicto le resta impacto en su economía y presión a su mercado. Los índices estadounidenses, que impulsaron a las plazas europeas, lograron un repunte en medio de la crisis en Ucrania también después de que se alejara la opción de la respuesta militar de la OTAN. A ello se suma la posibilidad de que los bancos centrales pausen el endurecimiento monetario. Además, Juan J. Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, destaca el "componente técnico" en el repunte ya que muchos valores estaban "extremadamente sobrevendidos tras los fuertes descensos" registrados durante los prolegómenos de la guerra.

No obstante, la incertidumbre persiste tanto en Europa como en EEUU. Los inversores temen el escenario de guerra que desencadenaría una respuesta militar de la OTAN. La no intervención, por ahora, de los aliados -se han limitado a las sanciones económicas- da cierta calma al mercado, aunque los riesgos permanecen. Loomis Sayles, analista de Natixis IM, destaca que las tensiones entre las tropas rusas y las de la OTAN se pueden intensificar:  "Aunque pensamos que este riesgo es muy bajo, es una posibilidad que posiblemente aún no esté descontada en los mercados". 

Además, los analistas coinciden en que la desescalada militar en Ucrania parece complicada y añade volatilidad -a expensas de las noticias- al escenario. En ese sentido, Dorian Carrell, gestor de fondos multiactivos de Schroders, afirma que todavía no se ha llegado al "pico de incertidumbre" dado que los objetivos militares finales de Rusia aún no están claros.

La inflación sigue en el punto de mira

La mayor preocupación ante los últimos acontecimientos es la crisis humana que supone una guerra. Pero, con distancia, también preocupan las consecuencias económicas, especialmente con el escenario inflacionista actual que amenaza a la recuperación económica. "Si el crecimiento empieza a ser más escaso, podríamos ver un nuevo cambio en el apetito por el riesgo, sobre todo teniendo en cuenta la enorme incertidumbre en torno al próximo movimiento de Rusia y la respuesta de Occidente", afirma Lewis Grant, de Federated Hermes. Además, con los factores macroeconómicos y geopolíticos dominando el mercado, "deberíamos esperar un alto grado de volatilidad diaria". 

La tensión social derivada de la transición energética y la inflación está dando más ventaja a Rusia, especialmente ante la dependencia energética de Europa, sobre todo Alemania. Con este contexto, la inflación es una de las principales claves del conflicto ucraniano. El impacto del ataque militar ya se dejó notar en los precios de las materias primas -el petróleo superando los 100 dólares el barril y el gas natural disparándose un 50%-, pero el efecto todavía puede ser más amplio, a la espera de saber si finalmente la Unión Europea incluye sanciones al sector energético ruso.

Fernández-Figares cree que el repunte de los precios es una barrera para que los bancos centrales levanten el pie del acelerador en la retirada de estímulos monetarios. No descarta esa posibilidad, pero opina que "provocaría cambios importantes en el escenario macro a corto y medio plazo y forzaría a los inversores a realizar un sensible ajuste sectorial en sus carteras". Sayles, por su parte, no ve un descarrilamiento del endurecimiento de la política monetaria a nivel mundial, aunque "la magnitud de las subidas de tipos puede ser moderada" y los bancos centrales deberán adaptar sus estrategias a los riesgos de estanflación. 

Sentimiento diferente según sectores

Por ahora, la respuesta de Occidente a la ofensiva de Rusia son sanciones económicas que se dirigen, en especial, al sector bancario y a los activos de personalidades rusas vinculadas al Kremlin, que podrían afectar al propio Vladimir Putin. Como resultado las pérdidas semanales en la bolsa fueron mayores para la banca. El Euro Stoxx Banks se dejó un 8,5% de lunes a viernes, y las caídas fueron mayores para los valores de mayor exposición, como el banco austríaco RBI o el italiano UniCredit. Además del impacto por los activos expuestos a Rusia, el conflicto reduce las expectativas de subidas de tipos de interés que impulsaban al sector. 

El escenario bélico también lastra al sector turístico. Por ejemplo, IAG se dejó un 5,9% en la semana. No obstante, el vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá Hotels, Gabriel Escarrer, afirmó que el mercado emisor ruso y ucraniano apenas representa el 1,13% del negocio en España.El sentimiento es diferente para los valores defensivos, como los del sector energético y las compañías vinculadas al gas y al petróleo que logran un mejor comportamiento. A ellas se añade el sector renovable que ha compensado las caídas del Ibex esta semana. Desde Federated Hermes explican que a largo plazo pueden verse beneficiadas por el aumento del gasto en soluciones a medida que Europa intenta desprenderse del gas ruso. Solaria y Siemens Gamesa han logrado un repunte superior al 11% en los últimos cinco días.  

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