Hacia máximos históricos

El retorno del 'villano' eléctrico: nadie lo quiere, pero el uso del carbón resurge

Los precios del combustible fósil se disparan hacia sus máximos históricos de 2007 con el repunte de la generación eléctrica, que están haciendo uso ante los picos de demanda este verano.

El uso del carbón ha vuelto a crecer en 2021 ante la escalada de precios energéticos.
El uso del carbón ha vuelto a crecer en 2021 ante la escalada de precios energéticos.
DPA vía Europa Press

La espiral alcista de precios de la electricidad tiene consecuencias indeseadas. No solo por su impacto sobre la inflación, sino también en forma de paso atrás en la transición energética y la lucha contra el cambio climático. Fiel reflejo de esta nueva situación es el aumento del uso del carbón para alimentar la generación eléctrica en sustitución del gas natural, que cotiza en niveles récord y registra algunos problemas de suministro que también han disparado su precio de compra en los mercados a niveles récord.

Según los datos del OMIE, el precio medio diario de la electricidad en el mercado mayorista entrará en septiembre con nuevo récord en 132,47 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone batir su plusmarca por novena vez en el último mes. Alrededor del 75% del recibo de la luz son impuestos del Estado, peajes (transporte y distribución) y otros gravámenes como son las primas a las renovables, el canon extrapeninsular y el déficit de tarifa.

Sin embargo, el 25% restante, el coste de generar la electricidad, se está viendo disparado por el precio del gas natural -sostén del sistema eléctrico-, que a su vez está llevando a muchos países a recurrir al carbón. El precio de la clase termal de Australia se ha duplicado en lo que va de 2021, hasta superar los 170 dólares por tonelada métrica. Esto supone que se haya multiplicado por cuatro desde los mínimos de marzo de 2020 y se sitúe en máximos desde septiembre de 2008, previo al colapso de Lehman. 

Por entonces, los precios energéticos también estaban en ebullición y, de hecho, el barril de petróleo llegó a marcar sus máximos de todos los tiempos por encima de 140 dólares. Otros tipos de carbón registran récord tras récord. Los precios del Seaborne metalúrgico CFR China alcanzaron un máximo histórico de 410 dólares por tonelada métrica para el carbón coquizable duro de primera calidad el 25 de agosto. El máximo anterior se registró en 392,50 dólares / tm CFR China el 20 de enero de 2011.

Según Platts, la agencia especializada de S&P, la prohibición de importación no oficial de China sobre el carbón australiano a finales de 2020 se ha sumado a la escasez de suministro porque las importaciones desde EEUU, Canadá y Rusia no pueden reemplazar el volumen y la calidad del mineral de Australia. Además, China cerró su frontera con Mongolia el pasado 23 de agosto durante al menos dos semanas como consecuencia del repunte de casos del Covid. Este país, junto a la antigua colonia británica, ha sido una de las principales fuentes de carbón para China durante los últimos años. Estados Unidos exportó 7,11 millones de toneladas de carbón térmico y metalúrgico en junio, el nivel mensual más alto desde junio de 2019, según datos del Gobierno federal. Los volúmenes del mineral con destino a China se multiplicaron por nueve con respecto a 2020.

El resurgir del carbón se está proyectando también en la compra de derechos de emisión de CO2 en Europa, que también cotizan en niveles récord y están empujando al alza el precio de la electricidad. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) y el Departamento de Energía de EEUU han pronosticado en el último mes que las emisiones de dióxido de carbono del sector energético global aumentarán un 7% interanual en 2021, hasta las 4.900 millones de toneladas, debido a la creciente actividad económica, la recuperación y el mayor uso de combustibles fósiles.

Sin embargo, estas previsiones de mayores emisiones de carbono todavía no tienen en cuenta el cambio en el mix energético y el resurgir del carbón. La falta de capacidad de las renovables para responder ante los picos de demanda eléctrica están detrás del uso masivo de gas natural y carbón. Su consumo apenas cuenta con restricciones por objetivos medioambientales en países como China, Rusia, India o Pakistán, pero incluso está generando tensiones en la Unión Europea. Polonia y Serbia han sido apercibidos desde Bruselas por su consumo de carbón para electricidad que les ha convertido en exportadores eléctricos a otros países de la región.

Según S&P Platts, el aumento proyectado para 2021 en la generación de carbón por los precios más altos del gas natural es en parte culpable del aumento significativo de las emisiones de CO2. "Se espera que las emisiones de CO2 relacionadas con el carbón aumenten un 17% este año, ya que el carbón aporta una mayor proporción a la electricidad”, asegura la agencia. La única buena noticia es que los expertos prevén un descenso del uso de carbón por el impacto que el encarecimiento del precio está comenzando a tener sobre la demanda y que algunos ven tan insostenible como la contaminación de quemar carbón para generar electricidad.

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