Cellnex Telecom, el principal operador europeo de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas, ha marcado este miércoles nuevos máximos históricos en el Ibex 35 y se consolida como la cuarta compañía más capitalizada del selectivo español, superando los 40.400 millones de euros de valor bursátil. La firma capitaneada por Tobías Martínez se coloca tan solo por detrás de Inditex, Iberdrola y Santander; y vale más que BBVA, ArcelorMittal, Telefónica y Amadeus.
La compañía sigue en proceso de expansión. A finales del mes pasado presentó unos resultados del primer semestre que recogían pérdidas netas de 67 millones de euros (superiores en un 55% más a las registradas entre enero y junio de 2020) precisamente por el impacto en la cuenta de las mayores amortizaciones y los costes financieros asociados al intenso proceso de adquisiciones que mantiene.
Los responsables de Cellnex actualizaron entonces al alza sus previsiones para el ejercicio 2021 con unos ingresos entre 2.535 y 2.555 millones de euros, frente al anterior rango -habían estimado un horquilla entre los 2.405 y 2.445 millones-. Su EBITDA ajustado se situaría este año entre los 1.910 y 1.930 millones (versus 1.815 y los 1.855 millones estimados inicialmente) y su flujo de caja libre recurrente apalancado alcanzaría entre 955 y 965 millones (vs. 905-925 millones).
Pese a la ampliación de capital de 7.000 millones de euros que realizó la compañía en marzo, el endeudamiento también ha crecido -aunque sigue en niveles muy bajos en relación a su liquidez y la incorporación de nuevos negocios-. Así, el pasivo neto de la empresa a 30 de junio ascendía a un total de 6.566 millones de euros.
Pendiente del visto bueno de Competencia en Reino Unido
La operadora está ahora pendiente de que el regulador británico de la competencia (CMA), que exigió a la española y a Hutchison compensaciones por la compra de las torres de la hongkonesa por parte de Cellnex, dé luz verde a esa operación. La compra de las 6.700 torres europeas de Hutchison se dividió en seis transacciones independientes, que han tenido que alcanzar autorizaciones regulatorias de manera individualizada. La 'torrera' ya ha conseguido el visto bueno a todas, salvo a la británica. En este país, pasó el examen hace más de un año con la compra de Arqiva, la ‘torrera’ independiente por 2.000 millones de libras esterlinas.
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