Se reúne este jueves

La CNMV ultima el 'forensic' sobre Grifols con los fondos bajistas afilando 'cortos'

BlackRock y Capital Group mantienen prestado a inversores bajistas un 5% del capital de la farmacéutica, más de la mitad de sus acciones, con grandes brókeres y 'hedge funds' dando rienda suelta a agresivas apuestas.

El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura.
El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura.
EUROPA PRESS

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está realizando los últimos retoques a su revisión del 'caso Grifols', en el que lleva trabajando desde que el pasado 9 de enero estallasen las acusaciones de fraude a los inversores y 'mala praxis' en la gobernanza con el informe Gotham. Han pasado 72 días desde que comenzó la peor crisis reputacional de la compañía desde que salió a cotizar en bolsa hace 18 años, y para el supervisor que preside Rodrigo Buenaventura será crítico solventar con éxito las dudas que afectan a una de las grandes empresas del Ibex 35.

El informe 'forensic' (análisis a posteriori de cuentas y hechos corporativos de una empresa para detectar posibles delitos) se encargará de determinar si hubo irregularidades en la contabilidad de Grifols, si se vulneró la normativa en la gestión de la empresa y, en definitiva, si la compañía y sus gestores ocultaron información relevante a los accionistas. Buenaventura señaló el miércoles en un foro organizado por Invertia (El Español) que el resultado de su investigación se dará a conocer "muy pronto", dando a entender las conclusiones llegarán al mercado este mismo mes. La CNMV reúne a su consejo este jueves y Grifols sigue siendo uno de los principales asuntos sobre la mesa, según indicaron fuentes financieras  a 'La Información'.

Las cuestiones principales que deberá tratar el citado 'forensic' se centran una vez más en la relación de Grifols con la sociedad Scranton Enterprises, que controla solo el 8,5% de las acciones de la farmacéutica, pero que tiene acceso preferente al negocio de la multinacional. Ambas comparten accionistas principales. Bajo la lupa, la doble contabilización de la actividad de dos antiguas filiales (BPC y Haema) que son propiedad de Scranton desde 2018, aunque una opción de recompra que le permite, según la normativa, incluirlas en su cuenta de resultados.

También se analizará la financiación de dicha venta con dinero de la propia Grifols (95 millones de euros de un préstamo) y el aval adicional sobre otro préstamo de casi 400 millones de Bank of America, que exigió para financiar a Scranton. Por último, la CNMV deberá desvelar también el accionariado de dicha sociedad para determinar el grado de control del clan familiar Grifols Roura en esas transacciones vinculadas. Finalmente, el supervisor debe pronunciarse sobre las cuentas de cash-pooling (liquidez compartida) entre Scranton, Haema, BPC y Grifols; pero también sobre los dividendos irregulares que se transmitieron en 2023.

Si el común de los inversores no entiende bien que ha pasado en Grifols ante tal grado de sofisticación financiera, algunos 'hedge funds' de la City y Wall Street -además de Gotham y sus socios- si han comprendido que algo falla en el relato de Grifols durante todo este tiempo, más allá de la delicada situación financiera (inmersa en una refinanciación de miles de millones de euros), que ha provocado las recientes rebajas de rating de S&P, Fitch y la amenaza de Moody's de que lo hará.

La triada bajista: accionista, prestamista y corto

Lo peor es que han sido accionistas estables de la farmacéutica quienes han facilitado la llegada de los grandes tiburones bajistas. BlackRock y Capital Group, los dos mayores grupos accionariales de la empresa por detrás de la familia Grifols, han multiplicado su volumen de préstamo de valores hasta el 5% del capital para que los operadores en 'corto' puedan apostar contra la empresa. 

En paralelo, brókeres de la talla de JPMorgan, Jefferies y BNP -aunque en este caso lo declara la gestora de fondos- han aflorado participaciones en la empresa por hasta el 11% del capital. Si bien los dos primeros se han identificador correctamente como meros intermediarios 'a tres bandas' entre prestamista, prestatario e inversor bajista, la firma gala ha indicado al supervisor que su posición en la suma agregada de una serie de fondos de inversión de su gestora que tenían acciones de Grifols. Asímismo, Melqart AM, un 'hedge fund' que opera al alza y a la baja, se ha hecho con un 1,1% de las acciones a través de derivados en espera de un movimiento al alza.

Quienes sí son inversores bajistas y mantienen posiciones cortas netas en la farmacéutica son Ako Capital (-0,51% del capital), que llevaba más de un año esperando una caída de Grifols en bolsa hasta que apareció Gotham; Qube (-0,96%), Marshall Wace (-0,61%) y Millenium (-0,52%). A ellos se les ha sumado en las últimas horas otra firma de renombre como Janus Henderson (-0,53%). En total, solo entre estos cinco fondos controlan un 3% de las acciones en corto, valoradas a precios de mercado en más de 150 millones de euros. Si Grifols sigue cayendo en bolsa ganaran dinero; si sube, lo perderán. Justo al revés que el inversor tradicional. 

La actividad de los inversores durante estos últimos 72 días con Grifols bajo sospecha no ha tenido restricción a la hora de comprar o vender acciones... o de apostar a la baja. La CNMV se ha visto ante la tesitura teórica de tener que suspender la cotización de la compañía en Bolsas y Mercado Españoles (Six Group), pero con trabas que lo hacían imposible en la práctica. Grifols cotiza también en Wall Street y en múltiples mercados alternativos en varios países como el germanocheco Quotrix, al que se incorporó en fechas recientes, de modo que bloquear la cotización no era una opción, según fuentes financieras, porque perjudicaría al pequeño inversor.

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