Dia se quita de encima a los 'hedge funds' cortos por primera vez en la era Fridman

Mijaíl Fridman, primer accionista de Dia.
Mijaíl Fridman, primer accionista de Dia.
L. I.

Muerto el perro, se acabó la rabia. Distribuidora Internacional de Alimentación (Dia) parece haberse curado de la enfermedad bursátil que minaba su cotización en los últimos años, aunque para ello se haya quedado en los huesos. Por primera vez desde que Letterone Holdings aterrizó en el capital de la empresa de supermercados, Dia no tiene posiciones cortas relevantes -por encima del 0,5% que dicta la norma- en su accionariado, según los registros de la CNMV.

La liquidación de las posiciones bajistas en el valor es solo una cuestión de precio: las acciones se han derrumbado a 0,1 euros, mínimo histórico, tras la reciente ampliación de capital (6.055 millones de títulos) a ese mismo precio. Todavía puede seguir cayendo hasta 0, el límite posible ya que en bolsa -a diferencia de los tipos de interés o las rentabilidades de los bonos- no admiten cotización de acciones en negativo.

El vacío en el casillero se produce después de más de 1.200 movimientos en las posiciones cortas de la compañía desde 2015 cuando entró el primer grupo de fondos. Medio centenar de ‘hedge funds’ y bancos de inversión distintos han operado a la baja sobre su acción en estos cuatro años. Sin embargo, la actividad se volvió frenética y anómala a partir de 2017 con la entrada en el accionariado de Mijaíl Fridman y su holding de inversores rusos, actual propietario del 75% de la empresa.

La participación de Letterone en Dia.

Los últimos ‘hedge funds’ que apostaban en corto contra Dia, es decir, esperando a que cayese en bolsa para beneficiarse eran Sand Grove, Whitebox Advisors y Gevoura, un fondo de Gibraltar que entró justo en el valor antes de la admisión a cotización de las nuevas acciones el 28 de noviembre. Con esa misma fecha, y aprovechando el desplome en bolsa, los tres ‘hedge funds’ liquidaron sus posiciones en la empresa, según las notificaciones enviadas al supervisor español.

En abril de 2015 llegó a superar los 7 euros por acción. Ahora cotiza en 0,1 euros y su caída en bolsa es total: supera el 98,5% de pérdidas. Dicho de otro modo, el inversor que invirtió hace cuatro años 1.000 euros ahora solo tendrá 15. Para recuperar lo invertido, la empresa de supermercados debería subir 6.900% o multiplicar por 70 veces su precio actual, aunque esto supondría elevar su capitalización bursátil a más de 47.000 millones de euros al tener en cuenta la reciente emisión masiva de acciones de la ampliación de capital realizada.

En el triángulo que dibujaron a partir de 2017 el holding Letterone, el banco de inversión Goldman Sachs y los ‘hedge funds’ bajistas se encuentra buena parte de la explicación de la caída sin parangón registrada por Dia en los dos últimos años. Mientras los inversores rusos contrataron con Goldman la compra de hasta el 29% del capital en operaciones a plazo, el banco de negocios acumuló estos títulos y se convirtió en el principal prestamista de acciones a los inversores bajistas para que pudiesen construir sus cortos. Hasta el 10% del capital de Dia en manos de Goldman llegó a estar en modo ‘préstamo de valores’.

Dia Letterone

Según la documentación que envió Letterone a la CNMV y al registro mercantil de Luxemburgo, la operativa permitió al mayor accionista de Dia ir acumulando su participación mientras caía la cotización, pero protegido con derivados financieros de la depreciación del activo. Al mismo tiempo, Goldman mantuvo el uso y disfrute de los títulos, lo que le permitió rentabilizar la posición mediante el préstamo de valores con distintos clientes y mediante la cartera de trading propia de hasta el 5% del capital, como permiten las normas españolas.

El aplastamiento en bolsa sufrido por Dia se ha completado este mes con la entrega de más de 4.500 millones de títulos a 0,1 euros cada uno a Letterone en concepto de compensación de créditos. El consorcio de Fridman prestó ese dinero en julio a la compañía mediante préstamos participativos con el fin de evitar su quiebra y el impago de una serie de bonos valorada en unos 300 millones de euros. Gracias a este operación, Letterone ha rebajado el coste promedio de sus acciones por debajo de 0,278 euros por acción y llegó a estar plusvalías latentes el pasado 21 noviembre si las acciones hubieran estado en bolsa. Dia llegó a rozar los 0,3 euros en bolsa, aunque desde entonces se ha desplomado hasta los 0,1 euros, precio al que se realizó la emisión de los nuevos títulos.

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