Draghi defiende que el BCE ha hecho lo 'suficiente' y reclama medidas fiscales

Mario Draghi
Mario Draghi
EFE

“¿Hemos hecho lo suficiente? Sí, hemos hecho lo suficiente y podemos hacer más". La pregunta y la respuesta son de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), que en una entrevista al Financial Times ha defendido las decisiones de política monetaria adoptadas por el organismo que dejará de presidir en noviembre y ha vuelto a reclamar un esfuerzo fiscal a los gobiernos del euro que, en su opinión en la coyuntura actual es más urgente que antes. "La política monetaria continuará haciendo su trabajo, pero los efectos secundarios negativos a medida que avanza son cada vez más visibles ", ha sentenciado.

Desde su punto de vista, la eurozona también necesita un compromiso a largo plazo con la unión fiscal si quiere competir con otras potencias globales. “Dada la debilidad inherente de los estados nacionales en un mundo globalizado, lo que importa es fortalecer la unión. En algunas áreas, una mayor integración logra este objetivo ", sostiene. En su opinión, para poder contar con una unión económica y monetaria más fuerte, hace falta un presupuesto común de la eurozona.

Un objetivo para el que queda aún un largo camino pero sobre el que se muestra optimista. A Mario Draghi le queda un mes de mandato tras ocho años al frente del BCE y a partir del próximo mes de noviembre será sustituido por la francesa Christine Lagarde, ex directora Gerente del Fondo Monetario Internacional y partidaria, como Draghi, de mantener los estímulos a la economía. En este camino, al italiano le ha tocado lidiar con la oposición de los halcones de la entidad, es decir, con países que como Alemania, Holanda o Austria defienden una línea más ortodoxa o dura. 

De hecho, nueve de los 25 miembros de su consejo de gobierno expresaron reservas sobre el nuevo paquete de estímulos, que incluye una reactivación de las compras de activos bajo el programa de flexibilización cuantitativa de 2,6 billones de euros, una rebaja de la tasa a los depósitos hasta el -0,5% y nuevas subastas ilimitadas de liquidez a la banca, condicionadas a que ésta dé créditos. La oposición de la línea dura a este tipo de actuaciones ha tenido su evidencia más clara hace unos días con la dimisión de la consejera alemana de la entidad, Sabine Lautenschläger, que no era partidaria de las compras de deuda.

En su entrevista, Draghi ha advertido de que el estímulo -monetario- extraordinario puede tener que prolongarse durante mucho tiempo si no se produce ese respaldo de la política fiscal. Además, ha querido quitar hierro a esas diferencias de criterio en el seno del organismo: "Los desacuerdos sobre las políticas ocurren en todas partes, no solo en Europa", sentencia.

Al mismo tiempo ha incidido en que hay "mucha más gente" que entiende ya la importancia de estas reformas de la que lo hacía hace unos años, por lo que cree que "en algún momento habrá un compromiso" al respecto. En opinión de Draghi, las consecuencias positivas del paquete de estímulo superan todavía las negativas, como son la penalización a los ahorradores o los precios inflados de los activos, por ejemplo de la deuda pública.

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