Terra-Luna, Celsius... y ahora FTX. La plataforma de Sam Bankman, que había salido al rescate de varios fondos este verano, ha tenido que ser rescatada después de una crisis de liquidez que amenazaba con provocar un corralito de grandes dimensiones en el sector. En cuestión pocas horas, el gurú cripto Changpeng Zhao, fundador y consejero de Binance, ha pasado de anunciar que retiraba sus criptofondos de FTX a tener que salir a su rescate con una compra exprés encaminada a calmar el pánico entre los inversores.
El inesperado desenlace destapa otra vez la extrema interconexión entre las principales plataformas, los intereses cruzados entre ellas y el elevado apalancamiento del sector que está provocando episodios de iliquidez recurrentes. Binance, la mayor plataforma de intercambio de criptoactivos, posee parte de los tokens FTT-FTX que perdían más del 70% de su valor este martes, hasta apenas 7 dólares.
La crisis ha provocado además un efecto dominó sobre otras cripto como Solana, respaldada a su vez por Bankman y FTX. Su cotización se derrumbaba también a media tarde un 25%, hasta 24 dólares, arrastrando a otros activos conectados con el ecosistema de esta cripto. El token de Binance, con una capitalización más de 50.000 millones de dólares, perdía un 12%, hasta 315; y el Ether (Ethereum) otro 20%, hasta 1.300 dólares.
Incluso el Bitcoin, la cripto más relevante del sector, sufría las consecuencias de este nuevo episodio de crisis con una caída del 10% que le empujaba por debajo de los 18.200 dólares en dirección a los mínimos anuales de 2022 que marcó el pasado 18 de junio. La pérdida de capitalización de todo el sector cripto este martes sufría una merma de más de 100.000 millones de dólares, según datos de Coinmarketcap.
Un derrumbe al estilo bancario por una crisis de confianza
Zhao, el influyente gurú detrás de Binance, lanzó el martes por la mañana un tuit incendiario que encendió la mecha del pánico bancario en su rival FTX. "Hay una crisis de liquidez significativa", escribió antes de sentenciar de muerte a su rival poco después con otra frase que convertían la alerta en una profecía autocumplida: "Debido a las recientes revelaciones que han salido a la luz, hemos decidido liquidar cualquier FTT restante en nuestros libros". Bankman reconocía en un mensaje a su plantilla a través de Telegram en que solo 72 horas se habían producido reembolsos netos de la plataforma valorados en 6.000 millones de dólares y que FTX tenía dificultades para dar liquidez a sus clientes.
Una vez confirmada la situación de colapso virtual y corralito inminente en en FTX, el dueño de Binance anunciaba por sorpresa un acuerdo con Bankman para hacerse cargo de su rival para evitar la quiebra. El inesperado rescate, lejos de calmar los ánimos, extendió las dudas acerca de la verdadera dimensión del problema porque forzó una adquisición cuando Zhao buscaba también la salida. ¿Se quedó atrapado dentro?
"Esta tarde, FTX solicitó nuestra ayuda. Hay una importante crisis de liquidez. Para proteger a los usuarios, firmamos una carta de adquisición no vinculante con la intención de adquirir completamente FTX y ayudar a cubrir la crisis de liquidez. Llevaremos a cabo una due dilligence (revisión contable) completa en los próximos días", aseguró el CEO de Binance.
El análisis forense de los activos de FTX es la cuestión clave después de que en los últimos días se haya especulado con ello en foros y redes sociales. El propio Zhao (Binance) criticó duramente las prácticas de Bankman-Fried por el uso de la criptomonedas como colaterales (garantías) para endeudarse: "Dos grandes lecciones: nunca use un token que haya creado como garantía. No pida prestado si tiene un negocio de criptomonedas". Pese a los múltiples lazos financieros con su rival, el empresario chino-canadiense reiteró que Binance nunca ha usado su token BNB como colateral ni tampoco se ha endeudado en sus operaciones.
Tras el estallido de FTX, Bankman dejará de ser uno de los nombres más importantes en el mercado de las criptomonedas y su fortuna estimada de más de 25.000 millones de dólares hasta hace apenas unos días se verá evaporada a una porción o la nada. Al menos si se tiene en cuenta el valor del 53% que poseía en la empresa FTX, que llegó a alcanzar una valoración de más de 32.000 millones de dólares a principios de 2022 tras una ronda de financiación en la que participaron Blackrock, Softbank o el fondo de pensiones de Ontario. Pero el ojo del huracán de la crisis se centra en su otra empresa, Alameda Research, con la que había obtenido miles de millones de dólares en préstamos usando como garantía el token FTT.
El nuevo escándalo en el sector cripto vuelve a poner de relieve la opacidad de los grandes inversores que operan en este mercado, su baja liquidez y la elevada interconexión entre ellos que crea un riesgo sistémico. El consejero del Banco Central Europeo (BCE), Fabio Panetta, calificó en mayo al sector como “el salvaje Oeste de las criptofinanzas” por el alud de robos, quiebras, estadas e inseguridad para los usuarios de este dinero digital.
En su opinión, hay un factor clave que lo ha cambiado todo en 2022 y no es otro que las caídas de precios frente a las subidas anteriores: "Los criptoevangelistas prometen el cielo en la tierra, utilizando una narrativa ilusoria de precios de criptoactivos en constante aumento para mantener las entradas [de dinero] y el impulso que alimenta la criptoburbuja”.
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