Compra el 5%

El 'rey andaluz' del aceite del oliva toma partido por Deoleo tras su resurrección

La familia Guillén, dueña de marcas como La Española y Coosur, emerge en el accionariado de su rival tras la amortización, ampliación de capital y saneamiento de la compañía que produce Koipe y Carbonell.

Guillén (c) junto a Zoido (d) y uno de los Morancos (i).
Guillén (c) junto a Zoido (d) y uno de los Morancos (i).
Fundación JR Guillén

Puente accionarial entre dos de los grandes grupos del aceite de oliva en España. Juan Ramón Guillén Prieto, el actual rey del sector con una de cada cinco botellas que se venden, quiere seguir de cerca el regreso a la vida de Deoleo, cuya estructura societaria viene de ser derruida y reconstruida en el último mes. El presidente de Acesur, el mayor exportador y envasador de 'oro verde' del país, se ha convertido en una de las caras nuevas del accionariado de la antigua SOS tras su proceso de reestructuración.

Guillén ha observado de cerca la operación de su principal competidor al igual que lo han hecho otras sagas del sector como los Gallego (Migasa), Pont (Borges) o De Mello (Sovena), entre otros. Deoleo ha sido saneada drásticamente por su principal accionista -el fondo de capital riesgo CVC- y sus acreedores con la creación de una nueva empresa con la mitad de deuda. Tan de cerca ha seguido el proceso que se ha incorporado al accionariado como segundo mayor accionista por detrás del capital riesgo CVC, que seguirá como primer socio del grupo aceitero que dirige ahora Ignacio Silva.

Según los registros de la CNMV, la familia Guillén ha comprado el 5% del capital de Deoleo, valorado en unos 4,3 millones de euros. Las nuevas acciones de la compañía propietaria de Carapelli, Carbonell y Koipe comenzaron a cotizar el pasado 25 de junio y ahora pasan a desfilar los nuevos accionistas relevantes que acudieron a la ampliación de capital. 

Entre ellos destaca la aparición con el 3,9% del capital firma belga Global Income, a través de su sicav luxemburguesa y representada por Juan José Rodríguez Navarro, un ex banquero de BBVA y Lehman, experto fiscalista, con base en Málaga y consejero de la agencia de rating Dagong.

Tras la compleja reestructuración, el capital social de Deoleo ha quedado fijado en un millón de euros euros, dividido en unos 500 millones de acciones de 0,002 euros de valor nominal cada una, y con prima de emisión en cerca de 49 millones de euros. Los accionistas que acudieron a la ampliación de capital mantendrán el 51% del capital, mientras que el 49% restante pasará a manos de los fondos y bancos acreedores de su deuda, que han aceptado quitas (descuentos) a cambio de acciones.

La deuda sindicada del grupo ha pasado de 575 millones de euros a 242 millones. Con una disminución de 333 millones de euros de la deuda sindicada en el conjunto de la operación, la deuda financiera neta se ha reducido en 375 millones de euros. Además, el grupo ha rebajado el coste de intereses en un 60% con el objetivo final de hacer sostenible el tamaño de su deuda con el rendimiento de su negocio de envasado y comercialización.

Diseñada en 2019, la operación Deoleo ha seguido su curso y se ha ejecutado en pleno estado de alarma por la pandemia del Covid-19. Además, la empresa ha activado por primera vez el nuevo filtro del Gobierno de Pedro Sánchez para la entrada de inversión extranjera en empresas españolas. 

En marzo, el Ejecutivo activó un decreto para someter a autorización previa las operaciones en determinados sectores como el de la alimentación cuando se incorporen al capital inversores de la fuera de la UE y la EFTA (Suiza, Liechtenstein, Islandia y Noruega). 

Si la inversión es directa, el porcentaje del 10% de la propiedad activará el derecho de veto del Gobierno, mientras que si a su vez el citado inversor o fondo tiene más del 25% de su capital en manos de una empresa o persona ajena de la UE y la EFTA también deberá pasar el filtro de Moncloa.

La amortización (destrucción) del anterior accionariado ha supuesto la salida de las entidades financieras que estaban en Deoleo SA como Caixabank, Unicaja, Kutxabank, aunque algunas de ellas puede que vuelvan a la filial Deoleo Global, donde se incorporan los acreedores. Fondos especialistas como fondos como Barings, Avenue Capital, Angelo Gordon, Alchemy o Cheyne Capital han mantenido los bonos y préstamos de la compañía hasta hace pocas semanas, pero ahora deberán retratarse ante la CNMV y mostrar si son accionistas de Deoleo Global, la filial de Deoleo SA.

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