España está triplicando las compras de gas natural a Rusia en 2023, un año después de invasión de Ucrania que desató una oleada de sanciones de los países occidentales para reducir la dependencia energética de Moscú. El giro en las fuentes de aprovisionamiento energético ha provocado un descenso mayor que en Europa en los costes energéticos desde los máximos registrados durante 2022.
El precio en Mibgas sigue cotizando de forma recurrente con descuento respecto al hub holandés TTF desde mediados de 2022. La referencia española se situaba en los 29,8 euros / MWh al cierre de este viernes frente a los 32 euros que marcó el contrato europeo de Róterdam. Lejos quedan (un 90% a la baja o un 1.000% al alza) los niveles de hasta 340 euros / Mwh que se registraron en marzo y agosto de 2022.
Hasta abril, el ahorro en la importación de energía se eleva a casi el 30% y será mayor conforme avance 2023 debido a los precios de importación más altos de produjeron a partir de mayo y junio del año pasado, según los datos de la balanza energética de la Secretaría de Comercio Exterior del Gobierno. En 2022, el déficit comercial en carbón, petróleo y gas se duplicó hasta 52.000 millones de euros, según señalan tanto el Banco de España (BdE) como el Banco Central Europeo (BCE)
Shock deflacionario del gas en el IPC
El descenso de los precios del gas ha acelerado el descenso de la inflación general en España hasta el 3,2% en IPC general y se prevé que en junio se sitúe ampliamente por debajo del 2%. El consenso apunta a una lectura del 1,5% ese mes que comparará con el 10,2% de crecimiento de junio del año pasado. El dato avanzado lo dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE) el próximo jueves.
A menos de un mes para la celebración de elecciones generales, la autoridad estadística acaba de revisar al alza el crecimiento de la economía española en el arranque de año, del 0,5% al 0,6% intertrimestral, para elevar del 3,8% al 4,2% el ritmo interanual (cuatro trimestres) de la economía española. Como contexto, el INE hizo lo contrario en 2022 de ahí que mejore más la comparativa interanual.
La mayor aceleración del incremento año sobre año se debe a que el INE revisó a la baja el crecimiento en el primer trimestre de 2022 (del 0,2% al -0,2%) como consecuencia de la crisis energética y la invasión de Ucrania. En cambio, ahora el descenso en los costes energéticos ha mejorado la radiografía macroeconómica pese al entorno de subidas de tipos de interés y desaceleración en el consumo interno.
Mientras la gran mayoría de países europeos emprendió una carrera para rebajar la importación desde Rusia, España ha recorrido un camino en sentido contrario después de que Argelia cerrase el gasoducto Magreb en octubre de 2021 por el giro diplomático español sobre el Sáhara al alinearse con las tesis de Marruecos. El gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos se convirtió en la principal fuente de suministro pero ahora ha sido sustituido por Rusia.
El Gobierno supervisa la importación de gas, petróleo y combustibles a través de la agencia Cores en la que participan tanto el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico de Teresa Ribera como los principales actores de la energía en España como Cepsa, Repsol, Iberdrola, BP, Endesa o Naturgy, entre otros. En el gas, por ejemplo, la normas básicas fomentan la diversificación del sistema e impiden que el gas dependa en más de un 50% de un solo origen, a diferencia de lo que ocurría en Alemania, Italia y Europa del Este con Rusia.
España consume 10 veces más gas ruso desde 2018
En mayo, el gas procedente del país gobernado por Vladimir Putin supuso el 27% de todo el combustible gasista que entró en la red española, casi a la par con Argelia y cinco veces más que el originario de EEUU. En el acumulado de 2023, Rusia supone cerca del 20% del gas importado, a la par con los americanos. El consumo procedente de los yacimientos rusos comenzó a subir de forma exponencial tras el verano pasado tras la puesta en marcha e instauración de la excepción ibérica.
España se ha convertido así en una de las excepciones europeas a la regla y recomendación de reducir el consumo e importación de energía desde Rusia tras la invasión de Ucrania. Según Eurostat, la entrada de gas de ese país a la zona euro se ha reducido de un promedio del 40% en 2023 a poco más del 10% ahora. Este hidrocarburo quedó excluido del veto europeo porque no es más difícil de sustituir a diferencia del petróleo. Es clave para la generación eléctrica en los planes de transición a las renovables que han adoptado la mayoría de países europeos, que el pasado invierno (sobre todo, Polonia y Alemania) recurrieron al carbón.
Vientos de cambio en los precios del gas
Sin embargo, la evolución del consumo del gas natural y las previsiones de suministro han comenzado a cambiar conforme se acerca el verano y la temporada de rellenado de reservas en Europa. "Los precios a ambos lados del Atlántico han dado señales de vida tras sus dramáticos desplomes de este año. Se trata de un recordatorio oportuno de que el gas natural es una de las materias primas más volátiles, y no deben darse por sentadas nuevas caídas de precios. Este año ha sido uno de los principales motores del alivio de los consumidores y las empresas, especialmente en Europa", afirma Ben Laidler, estratega de mercados de eToro.
"La inflación energética alemana es ahora de solo el 3%, y sus subidas de precios a la producción se desplomaron del 46% al 1%. Pero los precios del gas natural siguen duplicando los niveles anteriores a la guerra de Ucrania. Los precios estadounidenses han rebotado desde el nivel clave de 2 dólares por MBTu al entrar en la "temporada de enfriamiento" veraniega [aire acondicionado]. La oferta mundial solo aumentará un 4% este año y las exportaciones rusas podrían reducirse aún más, mientras que Asia lidera el crecimiento de la demanda y la llegada de El Niño añade incertidumbre", señala Laidler en un comentario de este viernes.
Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía, añade algunas claves a la situación de cambio en el mercado de gas en los próximos meses: "Existen varias razones que explican la importante subida del precio del gas en las últimas semanas. En primer lugar, algo habitual en esta época, nos encontramos en plena campaña de llenado de inventarios en Europa y, sobre todo, en Asia. En este último caso, observamos una cierta vuelta al gas desde otras fuentes alternativas de energía, debido a su menor coste comparado, en los últimos meses".
En su opinión, hay otros episodios adicionales que añadirán tensión al gas en las próximas semanas. "Pero, además, a ello se ha unido los problemas en Noruega para la puesta en marcha de varias plantas de procesamiento de gas licuado, cuya apertura se ha demorado de junio a julio. Adicionalmente, Países Bajos ha anunciado que cerrará definitivamente el yacimiento de gas de Groningen, el mayor de Europa, debido a que su actividad se le supone la fuente de los continuos terremotos que se están dando en la región", concluye Del Pozo.
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