Se eleva un  50% en un mes

El 'índice del miedo' marcha hacia el pico de la crisis de bancos SVB y Credit Suisse

El inicio de la temporada de 'sorpresas' en el ámbito corporativo con los resultados del tercer trimestre añade adrenalina a los índices con la mar de fondo por la tensión en Oriente Próximo y los mercados de deuda.

Varias personas observan los paneles de bolsa.
Varias personas observan los paneles de bolsa.
Europa Press

El barómetro que mide las turbulencias en los mercados está despertando en octubre.  El Índice de Volatilidad de la Chicago Board of Trade (CBOE), conocido como VIX, llega a mitad de mes dando bandazos al alza que le sitúa en niveles cercanos a los que alcanzó entre marzo y mayo tras la crisis de bancos regionales en EEUU (Silicon Valley Bank) y el rescate del gigante suizo Credit Suisse

Pese a que la cotización del VIX se enfrió ligeramente hasta los 17,5 puntos este lunes, el índice viene de marcar al cierre de la semana pasada un nivel de 20 que los expertos consideran como terreno fértil para grandes fluctuaciones en Wall Street. Solo en el último mes ha subido alrededor del 50% desde los 12 puntos en que se movía a mediados de septiembre, según los datos consultados por 'La Información'.

El VIX se utiliza precisamente para estimar la amplitud de futuros movimientos futuros al alza o la baja a 30 días tomando como referencia el S&P 500. También da pistas sobre la masa de inversores que se protege con opciones contra las caídas de las acciones. Por ese motivo, su alias es 'el índice del miedo', una acepción admitida como "correcta" por la empresa que lo calcula (S&P Dow Jones), "puesto que el VIX alcanza sus niveles más altos cuando el mercado bursátil está más inestable".

Resultados, tipos y guerra

Los inversores toman posiciones de cara a la nueva temporada de resultados corporativos del tercer trimestre que comienza ahora en medio de un clima adverso marcado por las tensiones geopolíticas por el estado de guerra en Israel con Hamas. Sus efectos sobre los precios energéticos se han contenido pero el riesgo de una escalada en Oriente Medio -donde se concentran las principales cuencas petrolíferas del planeta- mantiene en vilo las cotizaciones.

"La reacción del mercado petrolero a la tragedia de Israel ha sido limitada hasta el momento, y el Brent se mantiene por debajo de su reciente máximo de 98 dólares por barril. El principal factor es probablemente el hecho de que, aunque resulte tentador establecer paralelismos con 1973, el mundo árabe está ahora mucho menos unido, lo que debería limitar las ramificaciones a nivel de la OPEP", apunta Gilles Möec, economista jefe de Axa Investment Managers.

"Si la probable intervención militar terrestre de Israel en la franja de Gaza se convierte en una operación prolongada, no podemos descartar el riesgo de que la presión de la opinión pública en Arabia Saudí y los EAU (Emiratos Árabes) se haga insoportable, obligando a tomar alguna medida sobre el petróleo. Además, Irán aún tiene la posibilidad de bloquear el estrecho de Ormuz, lo que desencadenaría un golpe masivo en el mercado del petróleo", advierte este experto.

En paralelo, las recientes turbulencias en el mercado de bonos por los altos tipos de interés en los que se han embarcado las principales economías han disparado las rentabilidades de la deuda -y el coste de emisión- a niveles que pesan como una losa en el horizonte de gastos financieros de empresas y estados. El estallido de la nueva guerra -que se una al conflicto de Ucrania-Rusia y al de Armenia-Azerbaiyán en Nagorno Karabaj- ha frenado temporalmente el aumento de las tasas de la deuda debido a las compras de inversores en busca de refugio para su dinero

Steve Major, estratega de renta fija de HSBC, admite que se equivocó al asumir que el crecimiento de las colocaciones de bonos del gobierno de EEUU desde agosto no importaba. Sin embargo, ahora él y la mayoría de casas de análisis de Wall Street se muestran prudentes ante un nuevo mantra que recorre los mercados: la clave vuelve a estar en los déficits presupuestarios de los gobiernos que siguen sin contenerse y, por tanto, acaban engrosando las necesidad de financiación y los volúmenes de bonos que los estados se verán obligados emitir. Los altos tipos de interés están disparando a su vez los costes del servicio de la deuda, es decir, el pago de intereses. 

El cóctel que se está agitando en el mundo financiero estos días se completa a su vez con las expectativas optimistas sobre la evolución de las cuentas empresariales. Una proyección que puede dar lugar a decepciones y, por tanto, a las temidas caídas de las bolsas. Según la previsión de los analistas de Bank of America (BofA), el beneficio por acción (BPA) de las empresas del S&P 500 en el tercer trimestre está mejorando y se mantendrá sin cambios en los últimos tres meses (+0,1%), en comparación con una reducción promedio del 4% en las ganancias en ese periodo que ve el consenso.  

"Es la primera vez sin recortes desde el cuarto trimestre de 2021", apuntan desde BofA. "A pesar de los titulares negativos como el impacto de las tasas de interés, impacto del petróleo y ahora cuestiones geopolíticas, los datos macroeconómicos han continuado superando las expectativas y el aumento de las tasas de interés y del petróleo sugiere un crecimiento que mejora en lugar de deteriorarse", añaden.

El banco estadounidense elabora un índice sintético propio denominado 'Indicador de Miseria Corporativa', una medida macroeconómica de las ganancias, que está dibujando por primera vez desde el tercer trimestre de 2022. "China representa un riesgo clave, pero muestra algunas tendencias positivas, como un crecimiento positivo de las ganancias industriales y el análisis detallado de los datos macro", explican. Bank of America prevé un incremento de los beneficios para los próximos 12 meses que será el primer trimestre de recuperación.

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