Caída del 50% desde máximos

La 'megatendencia' bajista de China atrae fondos a corto plazo y los ahuyenta a largo

Un informe de Morgan Stanley incide en el daño estructural en el ánimo inversor sobre China pese al reciente repunte en las entradas netas de capitales después de los recientes desplomes en los índices de bolsa.

La bandera china ondea a la baja en los mercados.
La bandera china ondea a la baja en los mercados.
Peerapon Boonyakiat / Contacto vía Europa Press

China está sufriendo uno de los mayores varapalos en los mercados de su historia. Desde la crisis del 2008 no se veía esta tendencia tan asfixiante para la bolsa. El índice tecnológico Hang Seng cae más de un 51% desde sus máximos históricos, mientras que el SEE Composite Index, cede más de un 47% desde los máximos del 2015. Una sangría absoluta. La cuestión ahora es ver cuál es el ánimo de los inversores y si esta tendencia puede seguir o cambiar en algún momento.

Gran parte de los movimientos a la baja del mercado chino tiene que ver con la apuesta por parte de los inversores institucionales por activos de la región. En este sentido, los datos no son especialmente esperanzadores pensando en el medio plazo. Los gestores de fondos de Estados Unidos y la Unión Europea recortaron su exposición a la renta variable china en 2023. Según los datos del EPFR, las salidas netas en el pasado año fueron de unos 15.000 millones de dólares. Por eso, se han de analizar los factores a tener en cuenta para los posibles flujos de fondos de China en 2024 desde las perspectivas del reequilibrio y el reembolso.

China reabrió su economía en el cuarto trimestre del 2022 y el mercado tocó fondo a finales de octubre de ese mismo año. No fue hasta enero de 2023 cuando se empezaron a ver entradas significativas de dinero en el gigante asiático procedentes de gestores de fondos 'long-only' en Estados Unidos y la UE. En el primer trimestre de 2023 se registraron entradas por valor de unos 7.000 millones de dólares.

Según un informe reciente de Morgan Stanley, los flujos de fondos se estancaron hasta finales de abril, y desde entonces se empezaron a producir salidas netas. “Esta tendencia a la salida de fondos cobró impulso a partir de agosto y continuó hasta diciembre de 2023”, desvelan desde el banco de inversión estadounidense.

En total, se observó una salida neta de 15.000 millones de dólares en 2023 por parte de inversores extranjeros, con una salida continua de 22.000 millones de dólares entre abril y diciembre para compensar las entradas de 7.000 millones a principios del año, cuando los inversores estaban entusiasmados con las oportunidades de reapertura posteriores al Covid. “Cuando desglosamos los flujos de fondos por región, los de la UE han sido más activos rotando dentro y fuera de China en comparación con los fondos estadounidenses”, analiza Morgan Stanley.

Pero hay un matiz si se tienen en cuenta las últimas semanas. Los inversores inyectaron casi 12.000 millones de dólares en fondos de renta variable china la semana pasada, en la mayor entrada de capitales desde 2015 y la segunda mayor de la historia, según BofA Global Research. ¿Es un punto de inflexión o un alto en el camino con una tendencia deteriorada en los últimos dos años?

¿Pero hasta dónde puede durar esta tendencia de largo plazo de salida de capitales? ¿Cuál puede ser su suelo? Tal y como expone la entidad financiera norteamericana, la situación actual tiene un límite: “Sostenemos que el máximo potencial de salidas de fondos desde una perspectiva de reequilibrio es de unos 13.000 millones de dólares”. Los expertos de la firma bancaria aseguran que el posicionamiento en China ya es bajo, dada la débil confianza en el mercado de los gestores de fondos de inversión a largo plazo, especialmente tras las nuevas ventas a la baja.

Más salidas de China

Para evaluar cuánto más podrían vender los fondos de inversión globales de inversión a largo plazo, a partir de unas posiciones ya muy infraponderadas en comparación con sus respectivos índices de referencia, Morgan Stanley se centra en tres escenarios hipotéticos para estimar los reembolsos desde una perspectiva de reequilibrio de las carteras.

El primer esquema sería igualar la infraponderación de China entre los gestores estadounidenses y no estadounidenses (que han sido más bajistas con su posicionamiento en el mercado chino). En segundo lugar, infraponderar el 5% a los fondos AxJ y de Mercados Emergentes. Y, en tercer lugar, la posibilidad de que el inversor global salga completamente de China. “Sobre el primer esquema, cerca de 3.000 millones de dólares saldría de China por la infraponderación entre los gestores no estadounidenses y estadounidenses”, afirma Morgan Stanley.

Según los últimos datos a diciembre de 2023, la diferencia de infraponderación en China entre gestores de Estados Unidos y de otros países se ha cerrado. “En la siguiente estimación, tomamos la mayor infraponderación entre los dos grupos y calculamos los flujos de fondos adicionales necesarios para equiparar los niveles de salidas de dinero”, agrega la entidad..

Sobre la segunda posibilidad, se estima que 4.000 millones de dólares salgan de China por la aplicación de una infraponderación del 5% a los fondos AxJ y de Mercados Emergentes. “Para gestionar la contribución al riesgo de la asignación activa por países, se suele exigir a los gestores de carteras que mantengan ciertos límites de ponderación activa por países, por lo que utilizamos una previsión del 5% para los fondos de renta variable de Asia y Oriente Medio”, anticipa.

Por último, estaría la posibilidad de que 9.000 a 13.000 millones de dólares de los gestores se marchen de China si los fondos de renta variable mundial abandonan la región por completo. “Consideramos una combinación de los escenarios 2 y 3 como nuestro escenario más bajista, con los gestores globales machándose del gigante asiático por completo… En este esquema, la venta máxima sería de unos 13.000 millones de dólares” asevera.

“En relación con el volumen de negocios diario de la Bolsa de Hong Kong, de unos 11.000 millones de dólares en el cuarto trimestre de 23, serían aproximadamente ocho días de liquidez, suponiendo un 15% de participación en el mercado”, prevé Morgan Stanley ante su escenario más pesimista. Solo el tiempo dictará sentencia en una u otra dirección.

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