Reacción al IPC de EEUU

Los mercados creen haber visto el pico de la inflación pese a su persistencia

Los inversores reaccionan con compras al tercer mes consecutivo a la baja de la inflación en EEUU pero comienzan a inquietarse por la fortaleza de la subyacente, que incorpora los efectos de segunda ronda.

La inflación en EEUU se desaceleró en septiembre al 8,2%.
La inflación en EEUU se desaceleró en septiembre al 8,2%.
Nerea de Bilbao (Infografía)

Las bolsas mundiales terminaron el jueves con fuertes subidas tras una sesión con doble lectura tras el dato de inflación de EEUU. La positiva fue que el IPC enlaza su tercer mes consecutivo en desaceleración. La negativa es que sigue demasiado alto y su crecimiento es más persistente de lo esperado por lo que obligará a la Reserva Federal (Fed) a seguir subiendo tipos a un ritmo históricamente muy agresivo pero que parece 'normalizado' en 2022. Después de tres subidas consecutivas de 75 puntos básicos (pb), Wall Street confirmó su temor a un cuarto movimiento de este tipo el 2 de noviembre.

El IPC de septiembre en EEUU resultó en un aumento interanual del 8,2%, una décima más que las previsiones y una menos que en agosto, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Hay quien vio en el tercer mes consecutivo a la baja una señal de que el pico de inflación se vio en julio en el 9,1%. La desaceleración es discutible pero el IPC está casi 100 puntos básicos más abajo. Para la Fed, el verdadero índice a seguir es la inflación subyacente, que excluye elemento más volátiles como alimentos y energía. Su lectura del 6,6% fue tres décimas mayor a lo estimado y marca récord en 40 años.

Violento movimiento al alza de Wall Street

Para bien o para mal, los inversores interpretaron que se ha producido un punto de inflexión después de un largo periodo a la baja en las bolsas que ha dejado en situación de sobreventa a numerosas acciones. Wall Street reaccionó con un fuerte rebote que arrastró a las bolsas europeas. El Dow Jones llegó a registrar un ascenso del 5% entre su mínimo y máximo diario. Al cierre se anotó un 2,8%, el S&P 500 un 2,6% y el 2,2% el Nasdaq

Al Ibex 35 le ocurrió algo parecido y, después de cotizar por debajo de 7.200 puntos, se plantó a las puertas de los 7.400 puntos en cuestión de hora y media. También hubo espacio a la rumorología. La posibilidad de que Reino Unido dé marcha atrás en sus planes de rebajas fiscales o que el Banco de Inglaterra extienda su programa de emergencia de bonos soberanos que finalizará este viernes cotizó al alza en el ánimo de los inversores. Grandes firmas de inversión han pedido más tiempo para poder aumenta la liquidez y reestructurar su cartera de bonos sin sufrir grandes pérdidas. 

Pese a la reacción de este jueves, la clave de la tendencia a medio plazo está en qué hará la Fed. "Los datos de la inflación estadounidense de este jueves serán una gran decepción para los mercados tensionados y una validación de la postura de la Fed de realizar una fuerte suida de los tipos de interés ante su reunión del 2 de noviembre", apunta Ben Laidler, estratega del bróker eToro. "El rayo de esperanza es que casi todos los indicadores principales de la inflación, desde las materias primas hasta las cadenas de suministro, la vivienda y el mercado de trabajo, se están relajando, lo que indica una menor presión inflacionista en el futuro", añade.

En su opinión, el mercado mundial de bonos seguirá ejercitando un influjo negativo sobre la bolsa. Los rendimientos a 10 años de EEUU de la deuda pública tocaron otra vez el 4% tras el dato de inflación, si bien terminó relajándose al cierre de la sesión. Lo cierto es que la Fed aquí tiene una acción más directa porque está reduciendo balance a ritmos de 90.000 millones de dólares cada mes, una presión adicional sobre los bonos.

"Los datos recientes han seguido dibujando un panorama de alta inflación y un mercado laboral tenso, lo que sugiere que es necesario un mayor endurecimiento monetario para enfriar la demanda y reajustarla a una oferta restringida. Además, la Fed también necesita restaurar su credibilidad para reducir así el riesgo de que la inflación se consolide a través de los efectos de segunda ronda. Es tanto lo que está en juego que la Fed está dispuesta a correr el riesgo de excederse y provocar una recesión; posiblemente, eso es lo que pretenden en este momento para atajar eficazmente el problema de la inflación", explica Silvia Dall'Angelo, economista de Federated Hermes.

Pierre Puybasset, portavoz del equipo de gestión de La Financière de l'Echiquier, en el que analiza la evolución del tercer trimestre del año: “Podemos resumir este trimestre afirmando que el riesgo de recesión se ha impuesto al riesgo inflacionista. La situación no favorece la asunción de riesgos ni la inversión”, sin embargo, resalta que “nos encontramos en un entorno que invita a la prudencia, pero no a la inacción”.

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